Mohamad Yafar Montazeri, fiscal general de Irán, ha anunciado que los tribunales del país castigarán con la pena de muerte a todos aquellos que roben mascarillas o que interfieran en las medidas de respuesta para combatir el coronavirus en el país. El covid-19 ha dejado ya cerca de 70 muertos y más de 1.000 contagiados.
Una medida que se ha tomado después de que el presidentede Irán, Hasán Rohani, recibiese quejas por parte del Ministerio de Sanidad ante la falta de equipamiento para hacer frente al brote de coronavirus. Motivo por el que se ha decretado que “interferir en el sistema sistema sanitario no solo es un crimen”, sino que además “es punible”.