Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona, está analizando la propuesta de la compañía Grifols para quedarse con los derechos para dar nombre comercial al nuevo estadio del club azulgrana. Sin embargo, la junta directiva del club sospecha que los dueños del primer fabricante de plasma nacional pretenden en realidad revender los conocidos como 'naming rights' y quedarse una comisión como bróker. Según han confirmado fuentes financieras a El Confidencial, los servicios jurídicos del Fútbol Club Barcelona están estudiando la propuesta de Víctor Grifols que estaría dispuesto a adelantar al menos 200 millones para iniciar las obras del llamado Espai Barça.