El exconsejero de Salud catalán, Toni Comín, es uno de los máximos representantes del “procés”, que tras su papel en el 1-O, todavía no ha sido suspendido de sus funciones como diputado, a diferencia de otros miembros del exgovern, entre ellos Carles Puigdemont, quienes han sido destituidos por orden del magistrado del Tribunal Supremo, el juez Llarena. De este modo, Comín, que lleva huido en Bruselas desde la aplicación del 155, sigue cobrando su sueldo de diputado, el cual se aproxima a los 3.000 euros.