Para la consejera de Salud de Andalucía, Marina Álvarez, 2017 ha sido un año de avances, con una mejora presupuestaria como protagonista. De hecho, en 2018 el Servicio Andaluz de Salud (SAS) contará con 9.013 millones de euros, el mayor presupuesto de su historia dentro de las partidas de la Consejería de Salud.
¿Qué balance hace de 2017 como consejera de Sanidad?
El año 2017 ha sido un año de importantes avances. La mejora progresiva de la situación económica y del presupuesto sanitario ha repercutido en la recuperación de derechos de nuestros profesionales, en mayor número de contrataciones y en más estabilidad. También hemos avanzado en derechos sanitarios, en infraestructuras y equipamientos, en I+D+i y en el necesario diálogo con la ciudadanía y nuestros profesionales.
El impulso a la Estrategia de Renovación de Atención Primaria ha marcado una de las líneas prioritarias en asistencia sanitaria. En atención hospitalaria ha sido importante avanzar en el Plan de Mejora de las Urgencias y, de la mano de los profesionales y de la Comisión de Expertos de Listas de Espera, se ha trabajado en las medidas de accesibilidad necesarias para seguir reduciendo los tiempos de respuesta. También hemos avanzado en planes y procesos integrales. En mejoras tecnológicas, destaca la renovación y ampliación del parque tecnológico de Radioterapia gracias a la donación de la Fundación Amancio Ortega.
“Es evidente que no hay una apuesta por la sanidad pública por parte del Gobierno central”
En el ámbito normativo hemos llevado al Parlamento el proyecto de Ley de Garantías y Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de Andalucía. En enero de 2018 también se ha conseguido llevar a la Cámara autonómica el proyecto de Ley para la Promoción de la Vida Saludable y una Alimentación Equilibrada. También en 2017 han entrado en vigor la Orden por la que se reduce a 90 días el tiempo máximo de respuesta quirúrgica para cirugía cardíaca y la que establece un plazo máximo de 180 días para la reconstrucción mamaria postmastectomía por cáncer.
El debate de la financiación de la sanidad autonómica y la recuperación del fondo de cohesión se han convertido en una de las principales demandas para algunas consejerías. ¿Cuál es su opinión?
En el último Consejo Interterritorial muchas comunidades expresamos nuestra preocupación porque consideramos que el Sistema Nacional de Salud tiene una financiación insuficiente para poder ser equitativo en cartera de servicios, en prestaciones, en innovaciones y en accesibilidad. Es necesario un pleno monográfico sobre financiación. Tenemos una sanidad que tiene que hacer frente a patologías crónicas, al envejecimiento y a muchísimas innovaciones sin que se generen desigualdades entre comunidades, por lo que la financiación debe ser acorde al papel relevante que tiene la sanidad pública y al nivel de calidad que se espera de ella por nuestra población y sus profesionales. Otro aspecto que urge debatir es el modelo de financiación autonómica. Andalucía recibe actualmente cada año casi mil millones de euros menos de lo que le pertenece por población. Ello obliga a hacer un mayor esfuerzo económico para destinar a sanidad las partidas necesarias. Andalucía destina un 6,3% del PIB regional a sanidad, frente al 5,5% en que se sitúa la media del conjunto de comunidades del Sistema Nacional de Salud.
Fortalecer la Atención Primaria es una de las medidas que se barajan para ayudar a la sostenibilidad del SNS. ¿De qué manera se está reforzando en su CC.AA.?
En Andalucía somos conscientes de la importancia de que la Atención Primaria ejerza adecuadamente su función como agente vertebrador de la asistencia sanitaria, por lo que hace más de un año impulsamos la Estrategia de Renovación de Atención Primaria, con la implicación de los profesionales y sociedades científicas.
Con una Atención Primaria fuerte garantizaremos a la población una atención más equitativa, eficiente y segura, en el lugar más adecuado y cercano, en función de las necesidades de cuidados y atención, según niveles de complejidad. Con esta Estrategia estamos aumentando las plantillas de nuestros centros de salud y consultorios (contrataremos 1.500 profesionales en estos tres años); ampliando la capacidad diagnóstica con más equipos diagnósticos y el acceso a un catálogo de pruebas que antes eran exclusivas de hospitales; mejorando y aumentando las infraestructuras; apostando por las TICs; impulsando la investigación; y, cómo no, tomando medidas para aumentar el tiempo de calidad que nuestros profesionales necesitan para atender a sus pacientes.
La humanización en salud se ha convertido en una apuesta firme para muchas consejerías. ¿Qué acciones están llevando a cabo en este ámbito?
Humanizar requiere proporcionar una atención personalizada y la igualdad de oportunidades a los pacientes y, desde la perspectiva profesional, la atención humanizada tiene que ver con la calidad de la relación clínica, la empatía, el respeto, la consideración del contexto de cada paciente, su historia de vida, sus necesidades y sus expectativas.
Todo ello lo tenemos en cuenta cuando acreditamos las competencias profesionales y los servicios y centros asistenciales en Andalucía.
“En 2017 han entrado en vigor la Orden por la que se reduce a 90 días el tiempo máximo de respuesta quirúrgica para cirugía cardíaca y la que establece un plazo máximo de 180 días para la reconstrucción mamaria postmastectomía por cáncer”
La humanización tiene que disponer de un importante respaldo político, social e institucional para generar y garantizar derechos. Avanzamos en humanización con protocolos, con formación, con normativas o con la planificación de infraestructuras, entre otras medidas. Como ejemplos, recordar que Andalucía fue pionera con la Ley de Derechos y Garantías de las Personas ante el Proceso de la Muerte, que engloba garantías para un adecuado tratamiento del dolor, recibir cuidados paliativos integrales y tener plena dignidad en el proceso de la muerte. En el ámbito materno infantil, destacan el Plan de Humanización del Parto y el Decreto que garantiza que el menor tenga una atención sanitaria adaptada a las necesidades propias de su edad. Debemos seguir impulsando medidas dirigidas a la humanización porque se consigue mayor calidad y mayor satisfacción en todo el proceso asistencial.
La ministra de Sanidad insiste en un pacto sanitario. ¿Será posible? ¿Qué debe incluir el Pacto de Estado por la Sanidad para que sea respaldado por todas las consejerías y partidos políticos?
Un Pacto de Estado por la Sanidad no puede ser un brindis al sol y tiene que estar respaldado por un compromiso real del Gobierno de España, con la financiación adecuada y justa que blinde el sistema sanitario público y sus principios irrenunciables de universalidad, calidad, equidad y gratuidad en el acceso.
El plan presupuestario para 2018 que el Gobierno central ha remitido a Bruselas recoge que el gasto público en sanidad caerá a unos mínimos históricos por debajo del 6%, alejándose de la media europea, que está en 7,2%, por lo que es evidente que no hay una apuesta real por la sanidad pública. En Andalucía, al contrario, dedicamos uno de cada tres euros a Salud. No entendemos un Pacto sin un respaldo efectivo al Sistema Nacional de Salud.
También venimos reivindicando que el Consejo Interterritorial recupere su razón de ser y que se convierta en un verdadero seno de debate y decisión para mejorar la cohesión y el equilibrio necesario entre comunidades.
¿Qué actuaciones prioritarias piensa poner en marcha para 2018?
El presupuesto para 2018 es de 9.809 millones de euros. En cuatro años, ha crecido casi un 20%, exactamente 1.587 millones más. El SAS contará con el mayor presupuesto de su historia. Todo ello nos permitirá seguir garantizando un servicio público fundamental y hará posible implementar todas las mejoras sanitarias que tenemos previstas, como son seguir reforzando la plantilla, la atención primaria, las urgencias, las listas de espera, los equipamientos diagnósticos y terapéuticos, la I+D+i, la formación, la calidad, la participación ciudadana, las TICs y las infraestructuras, entre otras.
Hemos trazado seis líneas estratégicas. La primera persigue garantizar un sistema sanitario más cercano, accesible y participativo. Así, se seguirá avanzando en la Estrategia de Renovación de Atención Primaria.
La segunda línea estratégica se orienta a seguir mejorando en calidad y eficiencia a través de la Estrategia de Calidad, que se renovará, junto a la de Bioética y la de Seguridad del Paciente.
Hemos trazado seis líneas estratégicas. La primera persigue garantizar un sistema sanitario más cercano, accesible y participativo. Así, se seguirá avanzando en la Estrategia de Renovación de Atención Primaria
La tercera línea estratégica se centra en las políticas de salud pública y tiene como objetivo actuar sobre los determinantes de la salud de la población andaluza a través del IV Plan Andaluz de Salud con el que se abordarán retos como la cronicidad.
La cuarta línea está enfocada a profesionales y seguiremos resolviendo las ofertas de empleo público, que supondrá generar más de 29.000 plazas fijas si sumamos todas las OPE en marcha. Convocaremos un nuevo concurso de traslados que incluirá unas 7.000 de las plazas que han sido objeto del proceso de interinización de más de 15.000 eventuales.
La quinta línea se centra en investigación. Culminaremos la renovación de la Estrategia de Investigación e Innovación, que entre sus objetivos tiene continuar el apoyo a los grupos de excelencia, nuevos grupos emergentes y retorno de talentos. Y la sexta línea es la referida a equipamientos e infraestructuras, además de las obras de centros previstas para cada provincia, se pondrá en marcha un Plan Estratégico de Actuaciones de Alto Impacto, en el que se prioricen actuaciones en todas las áreas susceptibles de renovación tecnológica, como son la UCI, los bloques quirúrgicos, Reanimación, etc.