Como cada año, los profesionales sanitarios se cuestionan la eficacia de las recomendaciones de vacunación del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas frente a la gripe y otras enfermedades infecciosas. En este sentido, Ángel Gil de Miguel, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y vocal de la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS), responde a ConSalud.es sobre la importancia de estas medidas de prevención y de ampliar la cobertura de vacunación.
¿Existe preocupación por actuales los niveles de vacunación en adultos?
En España, todo lo relacionado con la vacunación infantil está muy bien, tenemos coberturas de vacunación del 98%. Sin embargo, en adultos hacen falta una serie de medidas de prevención mediante vacunación y, lamentablemente, no estamos alcanzando los niveles de cobertura que nos gustaría. Estamos entre un 50% y 60%, dependiendo de la comunidad autónoma, la provincia o la vacuna de la que estemos hablando. Por ello, hablamos de plantear estrategias que permitan aumentar esa cobertura. Sobre todo porque hay muchos estudios que ponen de manifiesto que las medidas de prevención frente a algunas enfermedades como gripe o neumonía neumocócica en las personas más mayores mejoran su calidad de vida. Entonces, por el simple hecho de que podemos mejorar su calidad de vida con una medida efectiva y eficiente merece la pena que se ponga en marcha.
“La vacunación para la neumonía neumocócica es importante porque representa la décima causa de muerte en España, la primera de las enfermedades infecciosas”
¿A qué se debe que exista ese bajo nivel de cobertura?
Aquí hay un aspecto importante. Es cierto que los momentos de vacunación se asocian a una visita a los centros sanitarios o al hospital y muchas veces hemos puesto dentro del rango de edad a personas entre 60 y 65 años donde la población, afortunadamente, goza de una buena salud y por eso no acuden a vacunarse. Tendríamos que intentar lanzar estrategias y mensajes para que la gente vea que puede ir al centro de salud no solo cuando se está malo, sino también para recibir un consejo sanitario, para vacunarse o para medidas de este tipo. Esto es complejo, pero hay que cambiar un poco la realidad y la percepción.
Por otra parte, es cierto que los médicos de familia en nuestro país hacen un trabajo excelente pero tienen una saturación en la consulta muy grande: tienen que atender al díabético, al hipertenso, al que tiene una insuficiencia cardiaca o respiratoria, etc, y con apenas cinco minutos para atender al paciente. Entonces, el hecho de introducir una estrategia más al médico, como una medida de prevención, en la que los profesionales tengan que explicar a los pacientes los motivos y porqués y dedicarles más tiempo del que tienen, a veces no resulta fácil.
¿Existen algunas enfermedades en las que se debería incidir más?
La más relevante e importante sigue siendo la neumonía neumocócica. De hecho, es la décima causa de muerte en nuestro país y la primera de las enfermedades infecciosas, estando incluso por encima de algunos cánceres o la propia diabetes. Cabe destacar que ésta, en las personas mayores, es mucho más frecuente si el paciente tiene cualquier enfermedad crónica asociada. Además, si tienes diabetes o una insuficiencia cardíaca, el riesgo de neumonía es más alto y si la padeces, la calidad de vida disminuye en un 30% y luego no se vuelve al nivel de antes. Es importante la vacunación porque es una única dosis y no hay que revacunar cada año como sí pasa con la gripe.
“En Estados Unidos, Australia o Canadá han apostado por la vacunación universal, para que se pueda vacunar quien quiera hacerlo”
En este caso, la gripe también es muy importante. Tenemos casi 500.000 casos al año, de los cuales un porcentaje considerable requieren hospitalización o se complican. Además, cuando la vacuna de la gripe se compra por concurso por las instituciones sanitarias, esta no llega a los tres euros. Luego, encuentras datos como que el 88% de los casos graves de gripe registrados en la Comunidad de Madrid eran de personas no vacunadas. Ahí hay que pensar que sí que merece la pena, por unos tres euros puedes evitar una hospitalización.
¿Cree que se deberían ampliar los grupos de población diana de vacunación antigripal?
Claro. Por ejemplo, entre las recomendaciones que hace el Ministerio de Sanidad, uno de los grupos a quienes se dirigen es a personas que pueden transmitir la enfermedad. En ese rango, no sólo estamos los sanitarios sino también las personas que conviven con gente mayor. Podemos vivir en un entorno en el cual si yo padezco la gripe, al final se la estoy transmitiendo a dicho entorno. Otros ejemplos se dan en las residencias de ancianos, donde se vacuna el 90% de los que viven en ellas. Hay muchos canales de difusión para que este asunto se pueda transmitir y creo que es una medida muy eficiente.
“La vacunación evita las formas graves de la enfermedad, que se compliquen con otras o que tengas que ser hospitalizado, ayudando así a que disminuya la saturación de los servicios sanitarios”
En Estados Unidos, Australia o Canadá, para conseguir coberturas altas, lo que han decidido es vacunar a toda la población. Eso no quiere decir que al final se vacune a todos, pero si pongo la vacunación universal frente a la gripe estoy facilitando que se pueda vacunar a cualquiera que quiera hacerlo. Por el contrario, si vemos los datos anuales de casos de gripe en nuestras autonomías, la mayoría se dan en niños y en adolescentes, siendo personas que pueden transmitir la enfermedad a otros.
Sin embargo, en España cada CC.AA. compra un número limitado de vacunas y se determina bien quien puede ponérsela, ¿no es así?
Exacto, cada centro de salud cumple muy bien eso de: “tienes más de 60 o 65 años, tienes alguna enfermedad crónica, y entonces te vacunas”. Pero si llego yo y digo que me quiero vacunar de la gripe, lo primero que me preguntan es la edad y si tengo alguna enfermedad. Y si no se corresponde con lo anterior, me dicen: “pues no, a usted no le corresponde”. En ese momento, no me han fidelizado al programa de vacunación. Mi opinión es que, si la he pedido yo, vacúneme y así lograré ir todos los años. La ventaja de la vacunación es que evita las formas graves de la enfermedad, que se compliquen con la neumonía o que tengan que ser hospitalizados. Todo eso ayuda a que disminuya la saturación de los servicios sanitarios.
"Merece la pena que los sanitarios entendamos que podemos transmitir la enfermedad y que por lo tanto tenemos que vacunarnos"
Entonces, ¿qué medidas concretas deberían poner en marcha Ministerio y CC.AA. para ampliar la cobertura de vacunación?
Mejorar la divulgación de las campañas y las estrategias de vacunación y estar más en contacto con los medios de comunicación, para que nos ayuden a lanzar mensajes relacionados tanto con las campañas como con las desventajas de que no se administren las vacunas. Y con respecto a la vacunación universal, entiendo que estas cosas tienen costes, pero creo que esta estrategia al final puede ser positiva. Además, la gripe tiene ahora un coste de unos 200 dólares por año de vida ajustado por calidad, muy por debajo de los costes que planteamos cuando una intervención sanitaria es eficaz.
¿Se va a cumplir este año con las previsiones de Sanidad en cuanto a vacunación de profesionales sanitarios y población diana?
El Ministerio de Sanidad ha planteado este año la estrategia de conseguir vacunar al 65% de las personas mayores de 65 años y al menos el 40% de los profesionales sanitarios, cuando la cifra actual en este último aspecto es de un 20% más o menos. Es difícil que se cumpla las previsiones, pero los medios de comunicación nos tenéis que echar una mano. Merece la pena que los sanitarios entendamos que podemos transmitir la enfermedad y que por lo tanto tenemos que vacunarnos.