El balance de la entrada del coronavirus Covid-19 en las cárceles españolas, por el momento, dista mucho de la realidad que se vive en centros hospitalarios o residencias ancianos.
Hasta el momento, ha habido 2 fallecidos, más de 200 contagiados y 1.200 aislados. La sanidad penitenciaria está demostrando ser capaz de sostenerse pese a la histórica falta de personal sanitario, una cuestión más que reclamada por los sindicatos y colectivos de ámbito penitenciario.
ConSalud.es ha entrevistado a el presidente de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP), José Joaquín Antón Basanta, que plantea cuál es la situación ahora mismo en las prisiones españolas con respecto a la pandemia de coronavirus Covid-19.
¿Existe el riesgo de que ocurra en las prisiones españolas lo mismo que en las residencias de ancianos?
El riesgo con este virus lo tenemos todos y puede ocurrir cualquier cosa. En Prisiones se están haciendo las cosas bastante bien.
Se está controlando la entrada del coronavirus razonablemente bien, aún así, tenemos una veintena de casos confirmados dentro de los centros penitenciarios que pertenecen a la Administración General del Estado, exceptuando Cataluña. La mayor parte de los contagios se dieron en Madrid.
Estoy tremendamente contento de como se está respondiendo a pesar de lo más que estamos laboralmente, por la acuciante falta de personal sanitario que tenemos en la sanidad penitenciaria.
¿Se nota todavía más la falta de personal sanitario?
Sí, más si cabe porque tienes que dejar de pasar consultas, dedicarte solo a las urgencias. En los centros en los que muchos médicos de prisiones estamos mantenemos las consultas pero una sola vez a la semana… Eso resiente a la población reclusa que necesita cierta atención.
"Hay patologías que debemos seguir atendiendo y con un personal sanitario tan mermado, todo es más complicado"
No todo es el coronavirus, los presos tienen patologías que debemos seguir atendiendo como diabetes, VIH, hepatitis, hipertensión… Esto requiere un cambio en la forma de trabajar y de hacer las cosas, algo que con un personal laboral que está muy mermado, resulta más complicado.
Insisto, os aseguro que se están haciendo las cosas razonablemente bien, muy bien.
¿Sigue habiendo falta de material de protección?
Está llegando material. Al principio pasamos penurias en algunos centros penitenciarios y, aunque no nademos en la abundancia, va llegando suficiente material de protección para que estemos razonablemente bien protegidos. No tengo datos de que en alguna prisión estén escasos de equipos de protección.
Demandabais un protocolo específico y, finalmente, habéis sido los sanitarios quienes lo habéis realizado y difundido por los cárceles.
Todos estamos aprendiendo, en esta pandemia nadie sabía como debíamos actuar y todos sumamos. Casi todas las sociedades científicas han lanzado sus protocolos y sus recomendaciones y nosotros también quisimos hacerlo, porque creíamos que era necesario para el abordaje del coronavirus en un ámbito tan específico como es el penitenciario.
No tenemos queja, todos tenemos fallos y el Ministerio de Sanidad cuando se ha equivocado ha sabido rectificar. Lo que tenemos que hacer es seguir sumando y aportar.
El diagnóstico de sindicatos como CSIF, CESM o el Sindicato Profesional de Sanidad Penitenciaria es que Instituciones Penitenciarias tiene abandonada a la sanidad penitenciaria. ¿Coincide con ellos?
Ahora mismo, estamos cogiendo cierto protagonismo porque hemos asumido el control de la pandemia en las cárceles. Así se está poniendo de manifiesto la necesidad que hay de una atención que desgraciadamente no hemos tenido.
El abandono de la sanidad penitenciaria no solo es a nivel de prisiones también de responsables políticos, del Ministerio del Interior y de las comunidades autónomas. Es un abandono que viene de hace años, la sanidad en prisiones se ha dejado morir.
Por ley, nosotros teníamos que ser parte de los servicios de salud de las comunidades autónomas hace 16 años y no se ha cumplido.
"Es tiempo de demostrarles a todos que la sanidad penitenciaria tiene un valor inmenso"
No es momento de hacer estas reivindicaciones, hay que arrimar el hombro y seguir trabajando para que el coronavirus Covid-19 afecte lo menos posible a los centros penitenciarios. Es tiempo de demostrarles a todos que la sanidad penitenciaria tiene un valor inmenso.
Hay que dar las gracias a los funcionarios de prisiones porque están siguiendo a la perfección las instrucciones que nosotros les marcamos. Quiero dar también mi agradecimiento a los reclusos porque han asumido con madurez y responsabilidad esta situación. Por supuesto, gracias a todo el personal sanitario que se está volcando muchísimo.