La rápida extensión de las técnicas de reproducción asistida en los años 90 en España produjo toda una revolución en lo que a las opciones para lograr ser madre se refiere. Más de 30 años después, la tecnología ha evolucionado y la oferta de tratamientos y centros es mucho mayor, lo que ha generado cierto debate acerca de si se está produciendo cierta mercantilización de la fertilidad.
ConSalud.es charla con el doctor Martí Mascaró, ginecólogo y jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia y de la unidad de Fertilidad y Reproducción Asistida del hospital Son Llàtzer de Mallorca. Además, es miembro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (Sego).
¿Cómo es el trabajo de una unidad de Fertilidad y Reproducción Asistida en un hospital público?
Debemos basarnos en la ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida y en el Real Decreto-ley 9/2014, de 4 de julio, por el que se establecen las normas de calidad y seguridad para la donación, la obtención, la evaluación, el procesamiento, la preservación, el almacenamiento y la distribución de células y tejidos humanos y donde se aprueban las normas de coordinación y funcionamiento para su uso en humanos.
Realizamos técnicas de inseminación artificial para parejas hetero y homosexuales y para mujeres sin pareja, así como técnicas de fecundación in vitro.
También diagnóstico genético preimplantacional para evitar la transmisión hereditaria de enfermedades potencialmente graves para los hijos de las madres o parejas que sean portadoras de estas enfermedades.
Y en los casos contemplados en la Ley de Reproducción Humana Asistida, podemos ofrecer ovodonación tanto de gametos femeninos como de masculinos.
Otro tratamiento posible es la preservación de la Fertilidad tanto en mujeres cómo en hombres cuando se deban realizar tratamientos que puedan comprometer la posibilidad de tener hijos en el futuro.
Parece que siempre se piensa en la alternativa privada. ¿Es poco conocida su labor?
Creo que sí es conocida, pero el principal problema que nos encontramos es la lista de espera y los criterios más rígidos para aplicar estas técnicas.
Si por ejemplo, acude una paciente mayor de 40 años no podemos realizar técnicas de reproducción asistida, como tampoco en casos de pacientes con una muy baja reserva ovárica.
Los criterios para acceder a las técnicas de reproducción asistida en los centros públicos españoles están muy definidos y son más estrictos que en las clínicas privadas.
"Los criterios para acceder a las técnicas de reproducción asistida en los centros públicos son más estrictos que en las clínicas privadas"
Y después otro factor importante es la alta demanda de técnicas de reproducción en el sistema público que conlleva, como hemos comentado las listas de espera.
La tecnología puede jugar en contra. ¿En los hospitales públicos se avanza tan rápido como en los centros de la sanidad privada?
Es más complicado, la compra de tecnología y/o equipamiento se tiene que regir por la Ley de Concursos Públicos y en ocasiones no es tan ágil como desearíamos.
En nuestro caso, en el Hospital Son Llàtzer, las opciones tecnológicas que disponemos nos garantizan poder obtener unos buenos resultados en las diferentes técnicas de reproducción que aplicamos. Todo es mejorable, pero nuestros resultados, que están auditados por la Sociedad Española de Fertilidad, son comparables al resto de centros.
¿Cuáles son las dudas más frecuentes de los pacientes?
A los pacientes es importante explicarles la técnica que creemos que está más indicada según el estudio previo realizado. En ocasiones se presupone que la técnica de reproducción va a tener éxito, y esto no siempre es así, las tasas de éxito son aproximadamente de un 30% de posibilidades de tener un hijo sano en casa. Y en este porcentaje global de éxito influyen varios factores: Edad de la mujer, del varón, de la reserva ovárica, de la calidad embrionaria y del útero donde vamos a transferir el embrión. Algunas parejas, incluso profesionales de nuestro entorno, no son conscientes de estos factores que influyen sobre los resultados.
"En ocasiones se presupone que la técnica de reproducción va a tener éxito, y esto no siempre es así, las tasas de éxito son aproximadamente de un 30%"
Podemos tener pacientes con edades cerca de los 40 años que se están planteando un hijo y las posibilidades de éxito no serán las mismas a los 40 que a los 35 o a los 30.
La decisión de tener un hijo se ha ido postergando mayoritariamente, por los cambios sociales y estamos retrasando la maternidad, sin embargo, nuestra biología y nuestra capacidad reproductora sigue siendo la misma y esta va disminuyendo con el paso de los años.
En cuanto a la pandemia… ¿Cómo la están afrontando en la unidad hospitalaria?
Estamos intentando adaptarnos a la situación actual. En la primera ola de Covid-19, en los meses de marzo y abril de 2020 se tuvieron que paralizar los estudios y tratamientos de reproducción, por indicación de las autoridades sanitarias, posteriormente nos hemos tenido que adaptar a esta circunstancia con las incomodidades tanto para los pacientes como para los profesionales.
Actualmente estamos trabajando al 100 %, haciendo una serie de ajustes, hemos conseguido mantener la actividad y trabajando a ritmo normal, aunque, como he comentado antes, con incomodidades para todos en beneficio de la seguridad tanto para pacientes como para los profesionales
¿Cuáles son los avances tecnológicos y clínicos que se han conseguido?
Digamos que entre ellos se encuentran nuevas pautas de estimulación para intentar conseguir un número adecuado de óvulos con una disminución de los riesgos para la mujer, cambios para la mejor selección posible de los embriones y los avances logrados en los laboratorios de reproducción, donde la tecnología juega una parte fundamental para conseguir estos embriones que tendrán una mayor capacidad de implantación y con ello unas mejores tasas de embarazo clínico.
¿Las clínicas de reproducción que se están abriendo en modelo de franquicias están mercantilizando este sector?
Es posible que sí, el sector de la reproducción asistida no para de crecer por los factores que hemos comentado anteriormente y van apareciendo nuevos modelos, también comentar que en España disponemos de una Ley de Reproducción Humana Asistida que permite realizar algunos tipos de tratamiento que no están permitidos en otros países de nuestro entorno con el aumento de la demanda para la realización de estas técnicas.
"En España, la Ley de Reproducción Humana Asistida permite realizar algunos tipos de tratamiento que no están permitidos en otros países"
Y todas las clínicas deben, anualmente, comunicar sus resultados a la Sociedad Española de Fertilidad, datos que son auditados y públicos. El nivel de calidad y los resultados obtenidos por los centros españoles creo que es bastante alto, tanto a nivel de sanidad pública como privada.
Las clínicas privadas tienen la ventaja de la no limitación tan protocolizada de los hospitales públicos, como por ejemplo en el caso de una paciente de más de 40 años, o que ya tengan un hijo, en estos casos sí pueden iniciar la técnica de reproducción, indicándole sus posibilidades de éxito y es la paciente o pareja la que va a decidir si realiza el tratamiento en función de las tasas de éxito.