Anatomía Patológica es una de esas especialidades médicas que se podrían enmarcan dentro de las grandes desconocidas de la Medicina. La escasa visibilidad no ayuda a que esta se posicione como una elección entre las mejores notas del MIR. Sin embargo, se trata de un área de la salud que realiza un abordaje multidisciplinar de las patologías que participa como actor en el diagnóstico y la toma de decisiones de enfermedades como el cáncer.
La Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP) tiene entre sus objetivos ocupar el espacio que considera que la Anatomía Patológica se merece. El presidente de la SEAP, Xavier Matias-Guiu Guia, reconoce que "todavía queda mucho por hacer" pero entre sus retos está lograr ser un referente nacional porque en la actualidad, la anatomía patológica española "sí es una referencia internacional".
La sociedad médica celebró entre el pasado 22 y 24 de mayo el XXIX Congreso Nacional de la SEAP-IAP, por esa razón, Matias-Guiu es protagonista de la entrevista ConSalud.es, tras ser elegido como presidente de esta organización científica para los próximos años.
En su currículum y bagaje profesional también cuenta con una medalla Narcis Monturial de investigación de la Generalitat de Cataluña (2015), fue premio a la Excelencia Investigadora del ICS (2017) y forma parte del panel de expertos de la OMS para la clasificación del cáncer ginecológico y del del cáncer endocrino.
Anatomía Patológica es una especialidad médica de la que todavía hay mucho que conocer. ¿Qué es un patólogo y qué espectro de actuación tiene?
Un patólogo es un médico especialista en Anatomía Patológica, que se dedica a diagnosticar, con el microscopio pero también mediante de una multitud de técnicas moleculares aplicadas al tejido, muchas enfermedades.
Generalmente, nosotros vemos biopsias o células en el microscopio, las clasificamos y le damos la información al clínico. Completamos esta información microscópica con una serie de detección de alteraciones genéticas… Es una especialidad que abarca muchos ámbitos. El cáncer es un tema esencial. Un paciente no tiene cáncer hasta si un patólogo no se lo diagnóstica en una biopsia.
Pero, además, nuestro papel como profesionales sanitarios va más allá. Realizamos el abordaje de las enfermedades inflamatorias de la piel, las enfermedades no cancerosas del riñón, los trasplantes y otras patologías no tumorales.
¿Es una especialidad de amplio espectro?
Los patólogos estamos dentro de los servicios de Anatomía Patológica de los hospitales pero también estamos especializados en distintas áreas. Por ejemplo, patólogos especializados en pulmón.
Nuestras principales herramientas son las biopsias, las citologías y también las autopsias clínicas.
"No somos un laboratorio, somos médicos que integramos unos resultados de laboratorio en un contexto clínico"
¿Cómo es la historia que hay detrás de la creación de la Anatomía Patológica en España? ¿Qué referentes ha habido?
La Anatomía Patológica en España tiene un largo recorrido. Ramón y Cajal era patólogo, a principios del siglo XX el concepto de la anatomía patológica era diferente al actual. En los años 50, la patología española empieza a desarrollarse en centros como la Fundación Jiménez Díaz o el Hospital San Pablo y poco a poco se va profesionalizando. Hay un momento en la década de los 80 en que una serie de patólogos regresan de su estancia en Estados Unidos y todos ellos dan todo un impulso a la especialidad.
Se inicia una dinámica de internacionalización y aprendizaje de los patólogos en la que yo mismo he participado. Tenemos una patología muy aceptable, se nos reconoce internacionalmente y evidentemente contamos con nuestros referentes en nuestras distintas áreas de actuación. Tenemos un buen nivel como se ha visto en el Congreso de la SEAP en Granada
¿Cómo ha cambiado?
Sí, en muchos aspectos. Primero, solamente hablando del microscopio, el conocimiento que tenemos ahora es mucho mayor al de hace muchos años por lo que clasificamos las lesiones mucho mejor. Por otro lado, damos mucha más información.
Ya no solo se nos pide el diagnóstico sino que se nos pide una serie de información que se vea en el microscopio y que tiene un impacto en el tratamiento de los pacientes. Por tanto, nuestros informes son mucho más completos. Además, ahora utilizamos otras técnicas. Por ejemplo, la inmunohistoquímica que detecta proteínas en las células y las vemos en el microscopio. Esto empezó en los años 80 y ahora tiene un recorrido enorme.
Ahora no solamente miramos al microscopio porque también estudiamos genes para clasificar los tumores e incluso para que en el caso del cáncer el oncólogo decida que tratamiento va utilizar. Esto significa que en los dos últimos dos años la incorporación de las técnicas de secuenciación de última generación a los servicios de Anatomía Patológica ha revolucionado el diagnóstico del cáncer.
Se realiza un abordaje multidisciplinar de las enfermedades... ¿No es así?
En estos últimos 30 años, han pasado cosas muy relevantes con respecto a enfermedades como el cáncer pero no exclusivamente. Las enfermedades se deben enfocar desde un punto de vista multidisciplinar. Las decisiones se toman conjuntamente entre clínicos, cirujanos, oncólogos y patólogos. Esto tiene el nombre de comité de tumores y aquí los patólogos son un elemento clave, en ellos se analizan los pacientes con cáncer que hay en un centro sanitario.
Todo esto hace que la especialidad sea muy interesante. No somos un laboratorio, somos médicos que integramos unos resultados de laboratorio en un contexto clínico. Esto mismo pasa también con otras enfermedades que manejamos. Invertimos muchísimo tiempo en estos comités.
"No tenemos una visibilidad adecuada, es un poco injusto. El foco mediático casi siempre está puesto en la Oncología Médica"
¿Hay falta de visibilidad a la hora de conocer qué trabajo realizan?
Creo que sí. En otros países pasa menos que en España pero en nuestro país hay razones históricas. Si nos ceñimos al cáncer, una gran parte de los pacientes con cáncer no sabe cuál es la función del patólogo en la importancia de que él recibiese un diagnóstico y un tratamiento adecuado.
Esto es un problema que tenemos. No tenemos una visibilidad adecuada, es un poco injusto. El foco mediático casi siempre está puesto en la Oncología Médica pero un manejo de un paciente con cáncer empieza siempre por un diagnóstico correcto, sin él, no habrá un buen tratamiento.
¿Qué retos tiene al frente de la SEAP?
Me planteo muchos objetivos al frente de la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP). Por un lado, el problema de la visibilidad de la especialidad y también de alertar a las autoridades sanitarias de una serie de problemas que tiene la Anatomía Patológica en algunas comunidades autónomas. El envejecimiento de los patólogos, pone en jaque que haya un relevo adecuado. En determinadas zonas geográficas, hay una falta acuciante de patólogos.
Además, es necesario que se mejoren las condiciones laborales de los patólogos y adaptar la especialidad a los nuevos retos, por ejemplo, los biomarcadores y la patología digital.
En la hoja de ruta de la directiva de la SEAP está también promover la calidad y el control de calidad en los servicios de Anatomía Patológica y seguir fortaleciendo la investigación. Es muy importante que en España haya una buena investigación patológica en cáncer, nefrología, dermatología… Debemos crear una gran masa de patológos que se dedique a la investigación.
Asimismo, es prioritarios para nosotros incrementar y optimizar la docencia entre los patológos y los MIR y aumentar la proyección internacional de la patología española, que aunque tiene mucho prestigio siempre es mejorable. En los próximos años vamos a realizar una reflexión conjunta en base a esto.