Licenciado en Farmacia y especialista en análisis y control de medicamentos y drogas y en farmacia Industrial y galénica, es un gran conocedor de la industria farmacéutica y de la profesión farmacéutica. Fue Presidente del COF de Burgos y del Consejo de Farmacéuticos de Castilla y León hasta que ocupó la vicepresidencia del Consejo General de Colegios Farmacéuticos con Carmen Peño de Presidenta, sustituyéndola en el cargo el pasado mes de mayo. ConSalud.es ha tenido la oportunidad de entrevistarle.
¿Qué balance hace de los primeros meses como presidente?
El balance es muy positivo en lo personal ya que me está permitiendo coger el pulso de toda la profesión y poder ver una foto de conjunto. En cuanto a lo profesional, enestos cien primeros días de lo que más contento estoy es del entusiasmo y las ganas que veo dentro de la profesión de poder hacer el cambio a la farmacia asistencial a través de la Declaración de Córdoba del pasado año.
¿Cuáles son los principales objetivos de la legislatura?
¿Cuál sería la hoja de ruta para que la farmacia pase a ser asistencial, enfocada al paciente y no solo al medicamento como establece la Declaración de Córdoba?
Ahora estamos definiendo todos los servicios sociales que debemos dar al ciudadano y que nos están demandando cada vez más. Uno de estos aspectos fundamentales es la adherencia al tratamiento. Los datos de la OMS nos dice que hay un gran número de pacientes que son diagnosticados y tratados pero que tienen poca adherencia al tratamiento y esto es malo para el paciente y malo para el sistema público de salud ya que provoca un mayor número de ingresos y de recaídas.
¿Cuál es la situación actual de la oficina de farmacia?, ¿se ha superado ya la crisis?
La situación de la farmacia es similar a la situación del país, no sé si hemos pasado ya la crisis o no, lo cierto es que la farmacia ha sufrido tanto en estos últimos años que tardará en recuperarse. Un dato importante para analizar es que la farmacia ambulatoria representa el 15 por ciento del gasto sanitario y esa farmacia ambulatoria ha dado el 42 por ciento del ahorro sanitario.
¿Quiere esto decir que la bajada del precio de los medicamentos ha afectado de forma muy importante a la farmacia?
Del 15 por ciento del gasto al 42 por ciento de los ahorros. Si lo miramos en positivo para la sociedad, supone que ha sido el factor determinante para la sostenibilidad del sistema sanitario. Ahora sería el momento de devolver parte de esos esfuerzos a la farmacia y el medicamento.
¿El modelo actual de farmacia sigue siendo válido o habría que cambiarlo?. En este sentido, ¿la Declaración de Córdoba tiende a cambiar el modelo?
¿Y en las áreas rurales?
Yo vengo de una Comunidad que es Castilla y León donde tiene el 70 por ciento de las farmacias en el ámbito rural, si no fuese un modelo de capilaridad lógicamente habría muchos sitios donde el acceso al medicamento tendría muchas dificultades. Se tendría que utilizar otros sistemas mucho más complicados para que la población estuviera abastecida y desde luego, sin el contacto y la atención que ofrece el profesional de la farmacia en el mundo rural.
¿En la Declaración de Córdoba el modelo rural será determinante desde el punto de vista asistencial?
Es el objetivo nuestro y una obligación de la Administración. Desde el punto de vista de atención al ciudadano, el farmacéutico desempeña un papel clave en el seguimiento farmacológico para mejorar los índice de adherencia al tratamiento que, como he dicho antes, es uno de los grandes retos que tiene en la actualidad el Sistema Nacional de Salud. Pero no solamente eso, el farmacéutico desempeña un papel cada vez más importante en todo lo que representa la promoción de la salud. La parte asistencial es importantísima, pero la prevención es fundamental y el farmacéutico debe desempeñar un papel clave en este aspecto.
En este sentido el plan conSIGUE, promovido por el Consejo, va en esa línea de la prevención ¿no?
Estamos trabajando en varios proyecto en esa línea. El plan conSIGUE, para hacer el seguimiento farmacoterapéutico, está el proyecto Adhiérete, de adherencia al tratamiento, está el proyecto Concilia, para conciliar los tratamientos del hospital y ambulatorio, y por otra parte estamos trabajando en los proyectos de cribado de enfermedades que ahorrarían mucho dinero a las administraciones, como puede ser el cribado de cáncer de colon, que se ha instaurado en varias Comunidades Autónomas y donde se ve que cuando se cuenta con las oficinas de farmacia para estos proyectos, se llega a unos índices de prevención y concienciación mucho más altos que cuando es solamente el sistema público el que lleva a cabo esos programas.
¿Qué aporta la implantación de la receta electrónica a la farmacia y al paciente?
Por tanto, la receta electrónica aporta muchísimo a los profesionales y los ciudadanos, pero puede aportar aún más siempre y cuando entendamos que todos formamos parte del sistema sanitario. La farmacia es un servicio público de carácter privado, el 80 por ciento de las visitas que tenemos en la farmacia es para servir al sistema público de salud y por tanto debe acceder al historial farmacoterapéutico del paciente y esto pasa por crear la red asistencial para mejorar el servicio al ciudadano.
En este sentido, las tecnologías de la comunicación juegan un papel importante, ¿no?
Indudablemente. Desde hace muchos años la farmacia ha apostado por las nuevas tecnologías y esto nos ha permitido llevar un control riguroso de toda la actividad de la farmacia y del paciente, y estos datos están disponibles para la Administración para tener un mejor control de los tratamientos. La farmacia es un ejemplo de avance tecnológico y ahora con la receta electrónica y otros sistemas de información mejoramos sin duda el servicio a los ciudadanos.
¿Cual es su opinión sobre la subasta de medicamentos en Andalucía?
Por otro lado se corre el peligro de caer en la banalización del medicamento ya que algunas administraciones consideran que el margen comercial del medicamento es elástico hasta el infinito y esto no sólo es así, sino que puede provocar que la industria farmacéutica reduzca las inversiones, deslocalice la producción y reduzca puestos de trabajo.
Por último, ¿cómo ve el futuro de la farmacia en España?
A la farmacia la veo muy bien porque lleva una trayectoria de muchos años. El farmacéutico, por su formación, le permite trabajar en muchos campos, no solamente en la farmacia comunitaria u hospitalaria hay otros muchos sectores por tanto, como profesión le veo mucho futuro. En cuanto a la farmacia comunitaria, veo que ha habido un cambio importante desde el punto de vista de las oficinas de farmacia y ahora viene otra parte mucho más profesional con un salto cualitativo y cuantitativo desde el punto de vista sanitario pero para ello hace falta el apoyo de todas las administraciones, que hay que decir que siempre nos ha apoyado en cuanto al modelo de farmacia, pero ahora necesitamos además un mayor reconocimiento como servicio público y en este sentido la farmacia tendrá un papel determinante y extraordinario de apoyo al ciudadano.
Porque salud necesitamos todos...ConSalud.es
¿Qué balance hace de los primeros meses como presidente?
El balance es muy positivo en lo personal ya que me está permitiendo coger el pulso de toda la profesión y poder ver una foto de conjunto. En cuanto a lo profesional, enestos cien primeros días de lo que más contento estoy es del entusiasmo y las ganas que veo dentro de la profesión de poder hacer el cambio a la farmacia asistencial a través de la Declaración de Córdoba del pasado año.
¿Cuáles son los principales objetivos de la legislatura?
La farmacia es una profesión de hace siglos y nos hemos tenido que adaptar en cada momento a lo que el ciudadano y el paciente necesita de nosotros
Los seis años anteriores lo que hemos hecho ha sido marcar los objetivos de lo que queremos hacer en el futuro. La farmacia es una profesión de hace siglos y nos hemos tenido que adaptar en cada momento a lo que el ciudadano y el paciente necesita de nosotros. Se han marcado, por tanto, los puntos estratégicos y las filosofías de trabajo. Ahora nos toca llevar a la práctica la Declaración de Córdoba que establece el acuerdo marco con el Ministerio de Sanidad; es la hora de implantar de manera práctica todas esas nuevas políticas.¿Cuál sería la hoja de ruta para que la farmacia pase a ser asistencial, enfocada al paciente y no solo al medicamento como establece la Declaración de Córdoba?
Ahora estamos definiendo todos los servicios sociales que debemos dar al ciudadano y que nos están demandando cada vez más. Uno de estos aspectos fundamentales es la adherencia al tratamiento. Los datos de la OMS nos dice que hay un gran número de pacientes que son diagnosticados y tratados pero que tienen poca adherencia al tratamiento y esto es malo para el paciente y malo para el sistema público de salud ya que provoca un mayor número de ingresos y de recaídas.
El farmacéutico juega un papel muy importante para contribuir de una forma muy positiva para concienciar al paciente de la importancia de cumplir los tratamientos
En este sentido, el farmacéutico juega un papel muy importante para contribuir de una forma muy positiva para concienciar al paciente de la importancia de cumplir los tratamientos y en este sentido, las Administraciones Sanitarias tienen que contar con la farmacia comunitaria para este proyecto. ¿Cuál es la situación actual de la oficina de farmacia?, ¿se ha superado ya la crisis?
La situación de la farmacia es similar a la situación del país, no sé si hemos pasado ya la crisis o no, lo cierto es que la farmacia ha sufrido tanto en estos últimos años que tardará en recuperarse. Un dato importante para analizar es que la farmacia ambulatoria representa el 15 por ciento del gasto sanitario y esa farmacia ambulatoria ha dado el 42 por ciento del ahorro sanitario.
¿Quiere esto decir que la bajada del precio de los medicamentos ha afectado de forma muy importante a la farmacia?
Del 15 por ciento del gasto al 42 por ciento de los ahorros. Si lo miramos en positivo para la sociedad, supone que ha sido el factor determinante para la sostenibilidad del sistema sanitario. Ahora sería el momento de devolver parte de esos esfuerzos a la farmacia y el medicamento.
¿El modelo actual de farmacia sigue siendo válido o habría que cambiarlo?. En este sentido, ¿la Declaración de Córdoba tiende a cambiar el modelo?
El modelo español es un modelo a exportar y no es un modelo que haya que estar pensando en cambiar
Como vamos a cambiar un modelo que los ciudadanos quieren y que las administraciones consideran que está funcionando perfectamente. Otra cosa es que vayamos avanzando y adecuándonos a las necesidades actuales de los ciudadanos y el paciente. En este sentido, hay que decir que no hay varios modelos de farmacia comunitaria, solamente hay dos: El modelo en el que la farmacia está accesible, cercana al ciudadano y con una oficina por cada 2.000 habitantes o el modelo que pretenden las grandes cadenas, que se abre en zonas económicamente rentable y que hay una oficina de farmacia por cada 17.000 habitantes. El modelo español es un modelo a exportar y no es un modelo que haya que estar pensando en cambiar. Otra cosa es adecuar el modelo a las necesidades actuales de los ciudadanos.¿Y en las áreas rurales?
Yo vengo de una Comunidad que es Castilla y León donde tiene el 70 por ciento de las farmacias en el ámbito rural, si no fuese un modelo de capilaridad lógicamente habría muchos sitios donde el acceso al medicamento tendría muchas dificultades. Se tendría que utilizar otros sistemas mucho más complicados para que la población estuviera abastecida y desde luego, sin el contacto y la atención que ofrece el profesional de la farmacia en el mundo rural.
¿En la Declaración de Córdoba el modelo rural será determinante desde el punto de vista asistencial?
Es el objetivo nuestro y una obligación de la Administración. Desde el punto de vista de atención al ciudadano, el farmacéutico desempeña un papel clave en el seguimiento farmacológico para mejorar los índice de adherencia al tratamiento que, como he dicho antes, es uno de los grandes retos que tiene en la actualidad el Sistema Nacional de Salud. Pero no solamente eso, el farmacéutico desempeña un papel cada vez más importante en todo lo que representa la promoción de la salud. La parte asistencial es importantísima, pero la prevención es fundamental y el farmacéutico debe desempeñar un papel clave en este aspecto.
En este sentido el plan conSIGUE, promovido por el Consejo, va en esa línea de la prevención ¿no?
Estamos trabajando en varios proyecto en esa línea. El plan conSIGUE, para hacer el seguimiento farmacoterapéutico, está el proyecto Adhiérete, de adherencia al tratamiento, está el proyecto Concilia, para conciliar los tratamientos del hospital y ambulatorio, y por otra parte estamos trabajando en los proyectos de cribado de enfermedades que ahorrarían mucho dinero a las administraciones, como puede ser el cribado de cáncer de colon, que se ha instaurado en varias Comunidades Autónomas y donde se ve que cuando se cuenta con las oficinas de farmacia para estos proyectos, se llega a unos índices de prevención y concienciación mucho más altos que cuando es solamente el sistema público el que lleva a cabo esos programas.
¿Qué aporta la implantación de la receta electrónica a la farmacia y al paciente?
La receta electrónica incrementa la unión entre el farmacéutico y el paciente en el control del tratamiento
Es una gran aportación en todos los ámbitos. Para los profesionales agiliza el tiempo de consulta ya que hay muchos pacientes que ya no es necesario que vayan a la consulta para renovar la receta constantemente y ese tiempo lo puede dedicar el médico y resto de profesionales sanitarios, a la consulta diaria. Desde el punto de vista del ciudadano está claro que le ahorra tiempo y gastos innecesarios para tener que desplazarse al centro de salud, tanto en la ciudad como en el mundo rural, y a la farmacia, aunque la parte burocrática supone más trabajo, la receta electrónica incrementa la unión entre el farmacéutico y el paciente en el control del tratamiento. Este sistema es ya una herramienta normal para el día a día de la farmacia, aunque hay que decir que cuando sales fuera de nuestras fronteras los sistemas informáticos no están ni mucho menos instaurados en las oficinas de farmacia.Por tanto, la receta electrónica aporta muchísimo a los profesionales y los ciudadanos, pero puede aportar aún más siempre y cuando entendamos que todos formamos parte del sistema sanitario. La farmacia es un servicio público de carácter privado, el 80 por ciento de las visitas que tenemos en la farmacia es para servir al sistema público de salud y por tanto debe acceder al historial farmacoterapéutico del paciente y esto pasa por crear la red asistencial para mejorar el servicio al ciudadano.
En este sentido, las tecnologías de la comunicación juegan un papel importante, ¿no?
Indudablemente. Desde hace muchos años la farmacia ha apostado por las nuevas tecnologías y esto nos ha permitido llevar un control riguroso de toda la actividad de la farmacia y del paciente, y estos datos están disponibles para la Administración para tener un mejor control de los tratamientos. La farmacia es un ejemplo de avance tecnológico y ahora con la receta electrónica y otros sistemas de información mejoramos sin duda el servicio a los ciudadanos.
¿Cual es su opinión sobre la subasta de medicamentos en Andalucía?
Se está dando, cada día más, una inequidad en cuanto a la prestación farmacéutica entre las distintas comunidades
Es una herramienta más para bajar el precio de los medicamentos. Creo que hay que andar con cuidado ya que se está dando, cada día más, una inequidad en cuanto a la prestación farmacéutica entre las distintas comunidades. No estamos hablando de países distintos, estamos hablando de diecisiete comunidades autónomas que forman un solo país y el ciudadano tiene derecho a una prestación farmacéutica igual en todo el territorio nacional. Entiendo que la obligación del gobierno es intentar bajar los precios lo máximo posible, pero deben tener cuidado en no caer en el desabastecimiento de medicamentos o en no forzar tanto el tema de manera que a la propia industria farmacéutica no le sea rentable vender medicamentos con un precio incluso por debajo de los costes de fabricación. En este momento hay laboratorios que quieren desfinanciar medicamentos porque el precio de reembolso no es rentable.Por otro lado se corre el peligro de caer en la banalización del medicamento ya que algunas administraciones consideran que el margen comercial del medicamento es elástico hasta el infinito y esto no sólo es así, sino que puede provocar que la industria farmacéutica reduzca las inversiones, deslocalice la producción y reduzca puestos de trabajo.
Por último, ¿cómo ve el futuro de la farmacia en España?
A la farmacia la veo muy bien porque lleva una trayectoria de muchos años. El farmacéutico, por su formación, le permite trabajar en muchos campos, no solamente en la farmacia comunitaria u hospitalaria hay otros muchos sectores por tanto, como profesión le veo mucho futuro. En cuanto a la farmacia comunitaria, veo que ha habido un cambio importante desde el punto de vista de las oficinas de farmacia y ahora viene otra parte mucho más profesional con un salto cualitativo y cuantitativo desde el punto de vista sanitario pero para ello hace falta el apoyo de todas las administraciones, que hay que decir que siempre nos ha apoyado en cuanto al modelo de farmacia, pero ahora necesitamos además un mayor reconocimiento como servicio público y en este sentido la farmacia tendrá un papel determinante y extraordinario de apoyo al ciudadano.
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