Jugar y apostar dinero es ya una conducta plenamente integrada en el ocio de los jóvenes españoles de 18 a 24 años. Esta es una de las principales conclusiones del estudio 'Jóvenes, juegos de azar y apuestas', una investigación realizada por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia de Fad, gracias al apoyo de la delegación de Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
La investigación analiza las percepciones de los jóvenes españoles de 18 a 24 años sobre los juegos de azar y las apuestas con dinero, tanto online como de manera presencial. Los resultados de la investigación se han obtenido a través de diversos grupos de discusión en los que han participado jóvenes de 18 a 24 años y expertos.
La Fad defiende lo obvio: los menores no deben apostar a juegos de azar porque entraña riesgos y porque es ilegal. Así es el eslogan de su última campaña. Por esta razón, ConSalud.es ha entrevistado a su directora técnica, Eulalia Alemany.
Eulalia Alemany Ripoll (Madrid, 1964) es licenciada en Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense de Madrid, master de Educación por la Universidad de Harvard y master en Dirección de Instituciones Educativas por la Universidad de Barcelona (IL3). Su carrera profesional ha estado vinculada al Tercer Sector ocupando puestos como directora general colegiada de la ONG Educación sin Fronteras o, en la propia Fad, como directora de Participación Social y Jefa de Programas de Prevención. También ha sido coordinadora de calidad y evidencia del programa de cooperación internacional COPOLAD.
La Fad acaba de lanzar la campaña ‘Defiende lo obvio’. ¿Qué objetivos tiene?
‘Defiende lo obvio’ tiene el objetivo de llamar la atención, sensibilizar a la población española sobre la necesidad de limitar y de no permitir, en cierta medida, el acceso al juego con dinero a los menores de edad como marca la propia ley.
El slogan de ‘Defiende lo obvio’ es obvio que no debería ser. Entonces, vamos a ver si entre todos podemos conseguir ese objetivo.
El juego y, principalmente, las apuestas, se han convertido en una forma de ocio más para los jóvenes. ¿Qué está pasando?
El estudio cualitativo que presentamos hace unos días recoge esa idea. Los propios jóvenes nos están diciendo que el juego y las apuestas ya forman parte de su rutina de ocio. Lo encuentran normal, piensan que está bastante generalizado y antes de ir a otros lugares pues se acercan a los salones de juego a apostar con dinero.
Se trata de un tipo de ocio muy grupal y realmente lo que ven como divertido es ganar. El dinero es del grupo, uno no gana o pierde. Quien gana o pierde es el propio grupo. Nos cuentan lo fácil y lo asequible que es.
"Los propios jóvenes nos están diciendo que el juego y las apuestas ya forman parte de su rutina de ocio"
En la última encuesta ESTUDES (2018) los números nos indican que ha habido un incremento de ese tipo de ocio con los riesgos que conlleva, ya que pueden acabar con una ludopatía.
Por eso estamos investigando y haciendo esta campaña de sensibilización para rebajar la alarma, porque tenemos cosas que hacer y solamente con alarmismo no se pueden solucionar las cosas. Hay que trabajar sobre ello, llamar la atención y pedir que se actúe.
¿Cómo se ha llegado hasta este punto?
Las formas de ocio van y vienen, también las modas. Estamos en un momento en que se ha incrementado la oferta: hay una proliferación de la publicidad sobre juegos de azar y también casas de apuestas. El target son los jóvenes y están muy bombardeados. Cuando la oferta es asequible, fácil y muy atractiva aumenta la demanda. Es una de las variables que ha podido influir.
También, ellos mismos nos dicen que las personas que viven en barrios donde no hay mucha oferta de ocio, las casas de apuestas o salones de juego se encuentran cada vez más disponibles. El fácil acceso es uno de los factores de riesgo.
¿Qué riesgos tienen estos jóvenes?
La ludopatía es el último eslabón. Los jóvenes nos dicen que solamente ven el problema de perder el dinero, es su gran preocupación. Asociados están también muchos problemas psicológicos que tienen que ver con la ansiedad, el nerviosismo, el insomnio…
Empiezan a ocurrir pequeños o grandes hurtos, en función de si hay o no una deuda. Hasta aquí se puede trabajar con estos perfiles pero de lo contrario puede ir a más, llegando a una ludopatía. Se puede prevenir y se puede trabajar previamente para evitarlo.
¿Cómo surge el estudio 'Jóvenes, juegos de azar y apuestas'?
Surge porque vemos que el juego está siendo un fenómeno sociológico nuevo. La Fad desde el Centro Reina Sofía sobre la adolescencia y la juventud como centro de investigación ha querido poner el foco en este problema que afecta al bienestar de los jóvenes.
No va ser el único que publiquemos, habrá más trabajos al respecto. Porque consideramos que es clave que todos los agentes que tienen que intervenir en este tema tengan información rigurosa y una evidencia científica para ver cómo abordar este problema.
"Es necesario conocer bien el fenómeno del juego en adolescentes para poderlo trabajar"
No solamente desde el punto de vista del control de la oferta que sería vía legislación, también desde la reducción de la demanda, mediante la prevención. Conocer cómo podemos hablar con la juventud y hacer que a esta cuestión no vaya a más.
Nuestras principales recomendaciones tienen como pilar la sensibilización. Es lo que hacemos desde la Fad, pero solo somos un agente social más. Es necesario conocer bien el fenómeno del juego en adolescentes para poderlo trabajar. Hay que hacer investigación y sensibilizar, trabajar con los padres y madres que son los que deben estar atentos a cuál es el tipo de ocio de sus hijos y también abordar este tema con el resto de actores implicados.
Somos partidarios de que este tema se regule, tal y como ya están pidiendo desde las comunidades autónomas y desde el propio Gobierno central.
Se están planteando medidas desde las CC.AA. ¿Qué les parece?
No somos expertos en legislación pero sí que vemos la necesidad de que todas las comunidades autónomas reaccionen, porque el juego es competencia de ellas. Hay mucha dispersión en cuanto a normativas y regulaciones del juego, por lo que hay que coordinar todo este tipo de acciones. Es necesario que todas las CC.AA. estén de acuerdo en cuáles son las medidas de protección que se van a aplicar con respecto a la población.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, se ha comprometido a regular de forma más estricta el juego. ¿Cómo lo ven?
Es una cuestión de voluntad política. Espero que lo haga lo mejor posible porque al final es un problema de salud pública. El Gobierno tiene competencias para regular la publicidad online y el juego público del Estado. Que ejerza esas competencias y realice una regulación del sector del juego en aras de mejorar la salud pública.