Tras casi tres años de crisis sanitaria, la Sanidad mundial y en concreto la española pasa por un momento complejo con falta de recursos y profesionales saturados. La pandemia Covid-19 puso de manifiesto la implicación y calidad de los trabajadores de la salud, pero también quedaron patentes en nuestro país “los problemas subyacentes arrastrados durante años de recortes y crisis económicas y de ver cómo 17 formas de gestionar la sanidad solo traían problemas de inequidad y descoordinación”, indica la Dra. Inmaculada Mediavilla Herrera, presidenta de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA).
La calidad asistencial, definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un concepto que alude a la capacidad de identificar las necesidades de salud de los individuos de una forma “total y precisa” y de destinar los recursos necesarios. Fuera de nuestro país nuestro sistema sanitarioha tenido siempre una buena valoración. “Es uno de los últimos modelos de cobertura universal”, recuerda la presidenta de la SECA.
"Las plantillas nunca están al 100%. Esto, lógicamente, repercute en la calidad asistencial"
La Sanidad en nuestro país cuenta además con profesionales bien formados, con buena competencia técnica y compromiso. Es en esa calidad humana y profesional de sus trabajadores en la que "se ha sustentado siempre la atención sanitaria española”, explica la Dra. Mediavilla Herrera en entrevista con Consalud.es
Ahora, tras la pandemia y en la actual situación, ¿se ha observado una disminución de la calidad de la sanidad pública en nuestro país?
Pasada la peor fase de la pandemia empezaron a salir a la luz todos los problemas que llevamos años arrastrando. Los profesionales están hartos de sus malas condiciones de trabajo y de los escasos recursos. Se van a otros países donde se les trata mejor. Y muchos se jubilarán en unos pocos años sin que se haya planificado como sustituirlos. Y, además de hartos, están cansados y muchos, enfermos. Las vacantes no se cubren, las bajas tampoco. Las plantillas nunca están al 100%. Esto, lógicamente, repercute en la calidad asistencial.
Además, se dejó de atender mucha patología durante la pandemia y estamos viendo ahora las consecuencias de esto: empeoramiento de los enfermos crónicos, retrasos diagnósticos, falta de seguimiento de enfermedades. La accesibilidad en Atención Primaria ha empeorado y la transición de nuevo hacia la presencialidad está siendo lenta y costosa.
Algunos de los problemas señalados se comparten con otros sistemas sanitarios europeos. En comparación con el resto de miembros de la Unión Europea, ¿cómo se encuentra actualmente nuestra Sanidad?
Respecto a resultados en salud (morbimortalidad), España está por delante de muchos países europeos. También lidera el ránking de las sanidades más eficientes. Pero esto es debido a que cuenta con los profesionales peor pagados. Además, invierte menos que sus vecinos en sanidad por habitante, lo que se traduce en menos profesionales y menos camas hospitalarias. Necesitamos invertir en Atención Primaria (esto es urgente) y en salud pública (esto quedó de manifiesto durante la pandemia).
"Existe una necesidad de transparencia del sistema y de publicar información que permita comparar, analizar resultados y sus causas"
Hablemos de esas necesidades, ¿qué mejoras precisamos como país a nivel asistencial?
Sin duda, se podría mejorar la accesibilidad al sistema sanitario para garantizar la equidad en el acceso a los servicios sanitarios independientemente de las condiciones socio-demográficas y de las patologías que sufra el paciente. Y, por otro lado, es necesario trabajar para mejorar la coordinación entre distintos niveles, centros y servicios para asegurar la continuidad de la atención sanitaria. Contamos con profesionales y servicios excelentes, pero seguimos trabajando en silos, con poca conexión y comunicación. Faltan procesos que garanticen un trayecto del paciente seguro y eficiente, para que su experiencia vaya acorde con sus expectativas y necesidades.
Desde las sociedades que trabajamos para impulsar la calidad asistencial, como la Sociedad Española de Calidad Asistencial y sus sociedades autonómicas, tenemos mucho que aportar para contribuir a cambiar el sistema y ayudarlo a evolucionar hacia nuevos modelos. La accesibilidad, la continuidad asistencial, la seguridad, la experiencia del paciente, la medicina basada en valor, son pilares fundamentales de la calidad asistencial y hacen falta profesionales expertos en este ámbito para impulsar estas mejoras.
Algo de lo que se quejan mucho los pacientes es de esa inequidad y desigualdad que comentaba y que existe en nuestro país. ¿Cómo podría mejorarse?
Las desigualdades relacionadas con los códigos postales las producen los determinantes sociales relacionados con el nivel socioeconómico, el nivel cultural, la lejanía a un centro sanitario más especializado, por ejemplo. Para paliar el impacto de todo esto en la salud, deberíamos tener en cuenta estas diferencias a la hora del diseño e implementación de nuestras rutas asistenciales.
"En el centro de todo, está la necesidad de mayor inversión y de sacar del tablero político los problemas relacionados con la sanidad pública"
Las diferencias son también por comunidades autónomas (CC.AA.), pero ¿se conocen aquellas con mejor atención o las que tienen peor?
Las CC.AA. no transparentan, salvo algunas excepciones, sus datos, sus resultados en salud. Por tanto, difícilmente podremos tener una clasificación. Existe una necesidad de transparencia del sistema y de publicar información que permita comparar, analizar resultados y sus causas, sacar información de valor e implantar acciones de mejora. Esto sería una garantía de calidad para los ciudadanos.
Tras todo lo expuesto, ¿cómo valora la situación de la calidad asistencial de nuestro país?
En este momento, la conflictividad laboral en la sanidad pública es el problema más importante. Con profesionales descontentos, difícilmente vamos a tener una asistencia de calidad. Y, en el centro de todo, está la necesidad de mayor inversión y de sacar del tablero político los problemas relacionados con la sanidad pública.
Desde la SECA, seguiremos trabajando para impulsar cuantas iniciativas estén a nuestro alcance para difundir la cultura de la mejora continua y ayudar a los profesionales a implantar metodologías y herramientas de calidad asistencial, y seguiremos siendo un punto de encuentro para todos los profesionales comprometidos con la mejora del sistema sanitario.