La Covid-19 ha permitido un gran avance en telemedicina a nivel global. Tanto países acostumbrados al uso de las nuevas tecnologías en salud como países que no han visto en la telemedicina, la interoperabilidad y las nuevas tecnologías unas herramientas que les ha permitido mantener la atención sanitaria pese a la pandemia y los confinamientos. Un avance “en este tiempo mayor que en 10 años”, señala Cristina Bescós, directora general de EIT Health España y nueva directora de Innovación de EIT Health para Europa.
En una entrevista que ha concedido a Consalud.es, detalla la evolución de la sanidad durante este tiempo en España, los retos y estrategias a seguir, y cómo desde la comunidad de conocimiento e innovación del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT) en España se está trabajando para mejorar la conexión entre investigación y mercado en el ámbito sanitario.
Empecemos por lo que ha marcado la sociedad estos dos años, la Covid-19. ¿Cómo ha influido en la Sanidad y especialmente en la salud digital?
En telemedicina, la tecnología lleva madura desde hace muchos años, pero había un problema de aceptación e integración de los procesos, algo que ha cambiado de la noche a la mañana. Aunque es verdad que se ha hecho más teléfono-medicina que telemedicina ya es algo con lo que hemos podido atender a los pacientes correctamente sin que se caiga el mundo, y que ha permitido romper barreras y entender que los procesos se pueden cambiar.
Hay un nivel de agregación y digitalización bastante grande en comparación con cualquier otro país de Europa, lo que pasa es que los datos están ahí pero no se están utilizando
Creo que también ha acabado con el miedo que existía a la falta de humanización que pudiera traer la introducción del a tecnología. Con la Covid-19 se ha mostrado que es precisamente todo lo contrario. La tecnología es un instrumento, como el papel y boli de antes y permite conectar con el resto del mundo. Se cambia el proceso, pero eso no significa que se pierda el calor y relación humana, todo lo contrario.
Los expertos señalan que uno de los problemas a la hora de implantar las nuevas tecnologías es la falta de recursos, ¿qué visión tenéis desde EIT Health España?
Si todo el problema fuera económico todo estaría resuelto. Ahora van a llegar fondos y se está invirtiendo mucho más en salud de lo que se hacía antes. Creo que es un tema más cultural, de la forma de hacer las cosas, de cambios de procesos, de cambios de formas de pago… Al final es la parte humana la que cuesta, no es la económica.
En cuanto a estas barreras culturales humanas de las que habla, ¿cuál es la situación de España con respecto al resto de países europeos?
España estaba mucho más avanzada que otros países en materia de salud digital antes de la pandemia. Yo he vivido muchos años en Alemania y allí la salud digital, las historias electrónicas o los pagos digitales estaban muchos pasos atrás con respecto a nuestro país. Sin embargo, en estos dos años han avanzado mucho. Todavía está detrás de España, pero nuestro país no está aprovechando la situación todo lo que debería.
Tenemos datos digitales integrados en todas partes, integración entre autonomías, e incluso entre Atención Primaria y especializada, aunque depende de la región. Hay un nivel de agregación y digitalización bastante grande en comparación con cualquier otro país de Europa, lo que pasa es que los datos están ahí pero no se están utilizando. Ahora es el momento de usar esa ventaja competitiva y esa ventaja cultural, porque en España estamos muy acostumbrados a trabajar en el mundo digital. Aprovechémonos ahora para no perder el ritmo con el resto de países.
Desde EIT Health España, ¿qué estrategias estáis siguiendo para que no se pierda ese rumbo y se aproveche el momento en salud digital?
La gran ventaja que tenemos desde la asociación EIT Health Spain es que tenemos a grandes proveedores de salud. Están el Sermas (Servicio Madrileño de Salud), el SAS (Servicio Andaluz de Salud), el Instituto de Salud de Cataluña, u hospitales como el Clínic de Barcelona o el Sant Joan de Deu… Esto significa que tenemos mucha fuerza a nivel de adopción y de liderazgocultural y sanitario en España. En Alemania, por ejemplo, la mayoría de los socios son las corporaciones, aquí hablamos de mucho liderazgo clínico. Los clínicos son los que están tomando las riendas del cambio cultural y esto hace que España sea un país muy atractivo para hacer colaboraciones europeas.
Los clínicos son los que están tomando las riendas del cambio cultural y esto hace que España sea un país muy atractivo para hacer colaboraciones europeas
Esto, ¿está permitiendo afianzar y fortalecer el sistema sanitario español?
España tiene tres ventajas en el sistema. Una es que la Atención Primaria y la especializada pertenecen a la misma organización, cosa que en casi toda las partes del mundo no es así, ya que la Primaria son consultas privadas, con lo cual llegar a ellas es muy complicado. En España está todo unificado, y también se está trabajando para unificar la parte de servicios sociales. Entonces, cualquier tema de medicina integral, preventiva, de todas estas ideas de descargar diagnósticos desde la Primaria está mucho más avanzado.
La segunda ventaja es el nivel de conglomeración. A nivel autonómico es cierto que son 17 autonomías con sus problemas de interoperabilidad, pero son solo 17. En la mayoría de los países el nivel de agregación de datos es el hospital, la Unidad, la clínica y no hay intercambio de datos entre unos y otros. Tenemos una gestión del dato mucho más potente que en otros sitios. Y luego la tercera es el histórico trabajo con herramientas digitales, mucho mayor que en otros sitios.
Para el futuro, ¿qué planes y estrategias tenéis en EIT?
Hay dos grandes retos en los que estamos trabajando. Uno es la parte de la relación público privada que es esencial para la innovación. Se pueda profesionalizar y hacer que se apoye en las unidades de innovación. El otro punto es la forma de contratación, hay que fomentar la parte de salud basada en valor, que se pague en resultados y resultados que sean válidos para el paciente.
La tercera línea que estamos tratando es la formación de profesionales. Educamos a jóvenes, pero también tenemos que formar al profesional que va a estar 20 años trabajando con estas herramientas, y también directivos y gestores.Por otro lado, también estamos trabajando el ‘data lake’ y los espacios de datos para su uso clínico, investigación e innovación. No sirve de nada archivar los datos si no lo utilizamos.
Y el último punto, para nosotros también fundamental, es el área de recuperación de la potencia de Europa a nivel de fabricación, y especialmente en el área de biotecnología. Estamos intentando colaborar toda Europa, porque también España tiene mucho interés de que empresas pequeñas y grandes tengan autonomía y capacidad de fabricación, es un área de crecimiento en auge.
Se está viendo que los hub de Madrid y de Barcelona están tomando un papel muy importante en salud y salud digital
Habla del interés de empresas grandes y pequeñas. En España, ¿qué situación tenemos concretamente con las start-ups de ámbito sanitario?
Ha habido un clarísimo boom en todo lo digital, hay más interés y más conocimiento. Se ha visto inversión generalista que ahora invierte más en salud, cosa que antes se hablaba de plazos muy largo, de regulaciones… pero la gente ya empieza a arriesgarse. Además tenemos mucho venture capital dedicados a salud con sedes internacionales en España. Por lo que se está viendo que los hub de Madrid y de Barcelona están tomando un papel muy importante en salud y salud digital. En general, las rondas de inversión han cambiado de forma exponencial en los últimos años. La Sanidad ha aumentado su capacidad de atracción de inversión y en España tenemos buenos ejemplos de ello.
Con todo eso, ¿cómo se presenta para los próximos años la salud en España?
Yo soy optimista por naturaleza. Creo que hay que hacer el cambio y hay que hacerlo ahora. Es la tormenta perfecta: demanda brutal con la Covid que ha trastocado todo, hospitales totalmente saturados, demanda de la sociedad que denuncia que no pueden tener una lista de espera para Primaria de dos semanas… y al mismo tiempo tenemos fondos e inversión que están llegando.
Hay mucho interés por todas las partes de innovar y avanzar. He notado que los diferentes agentes coinciden en la gestión del cambio o la telemedicina, y que los discursos se están alineando. Para mí el mayor problema que tiene España es la falta de ponernos todos a una, de que haya liderazgos políticos más allá de cuatro años, porque en ese tiempo es imposible, se necesita una estrategia de transformación importante.
No podíamos terminar esta entrevistasin felicitarle por su recién nombramiento como directora de innovación de EIT Health para Europa, ¿qué significa para usted?
Muchas gracias. Significa la vuelta a Europa y la organización de toda la red asociativa que conforma EIT Health. En el área de innovación tenemos todos los proyectos colaborativos a nivel europeo. El objetivo es intentar acelerar la llegada de los productos al mercado en un plazo máximo de tres años. El reto que me propongo es la variación, la adopción en distintos mercados, que se pueda trabajar en distintos países y que con ello la internacionalización tenga sentido. Por lo menos hasta final de año lo compaginaré con mi trabajo en EIT Health Spain.