La recuperación del fondo de cohesión y la anulación del Real Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del SNS, son dos de las principales demandas del consejero de Sanidad de Asturias, Francisco del Busto, al Ejecutivo central.
¿Qué balance hace de 2017 como consejero de Sanidad?
Podemos sentirnos satisfechos de algunas cuestiones como todo lo que tiene que ver con el diálogo y la capacidad de llegar a acuerdos con los profesionales. También con el desarrollo de la Oferta Pública de Empleo que estamos acabando y enlazaremos con la siguiente para incorporar nuevos profesionales a la sanidad pública asturiana. Hemos avanzado mucho en toda la fase previa al inicio de la reforma y ampliación del Hospital Universitario de Cabueñes y estamos completando con acierto nuestra red asistencial con algunas mejoras en infraestructuras muy demandadas por la ciudadanía.
También estamos muy satisfechos de la madurez que está adquiriendo nuestro hospital de referencia, el Hospital Universitario Central de Asturias, que es un centro de altísima calidad. Cada día más valorado por los pacientes del Principado pero también fuera de Asturias. Prueba de ello es que recibimos prácticamente todas los meses visitas de equipos y colegas de hospitales de todo el mundo.
“Lo primero que necesitamos para que ese pacto sea posible es rectificar los planteamientos del Real Decreto Ley de Abril de 2012 que cuenta con un amplísimo rechazo sanitario y social”
Nos sentimos satisfechos de nuestra producción normativa con iniciativas parlamentarias como son la ley de salud que próximamente presentaremos en la Cámara, o la Ley de Derechos al final de la Vida. Finalmente, estamos mejorando la asistencia sanitaria con nuevos servicios como el cribado de cáncer de colon o el acceso a las pruebas rápidas del VIH SIDA en las oficinas de farmacia. Además hemos puesto en marcha un plan sociosanitario que creemos que es bastante pionero y que nos permitirá mejor el tratamiento a los pacientes que demandas servicios de los dos sistemas públicos de protección.
El debate de la financiación de la sanidad autonómica y la recuperación del fondo de cohesión se han convertido en una de las principales demandas para algunas Consejerías. ¿Cuál es su opinión?
Del Ministerio queremos fundamentalmente tres cosas. La primera y más importante: que anule el Real Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones en el que la Atención a la Salud deja de ser un derecho de ciudadanía y lo liga al aseguramiento. Y con él, lógicamente, los apartados en los que deja sin atención a las personas que residen en España en situación administrativa irregular, porque se trata de una decisión injusta que no aporta ninguna eficiencia al Sistema Sanitario; y que anule también los copagos en medicamento para pensionistas porque es un gravamen a la enfermedad. Nos parece inadecuado imponer copagos a la debilidad, la fragilidad, la cronicidad y la ancianidad. Es un mecanismo que no incide en una política farmacéutica adecuada y que, precisamente por esto, tiene efectos que apenas perduran en el tiempo.
También le exigimos que recupere el fondo de cohesión sanitaria. Se trata de un fondo que ha servido tradicionalmente para financiar estrategias nacionales de salud y también, y esto es casi lo más importante, para hacer frente a los tratamientos en las unidades de referencia nacional para enfermedades complejas, facilitando la movilidad de los pacientes dentro del territorio nacional. Y el tercer aspecto tiene que ver con la financiación de la innovación sanitaria. La incorporación de fármacos de altísimo coste no puede hacerse de nuevo como se hizo con la Hepatitis C. Creemos que es necesario que desde el Estado se dispongan de fondos para financiar las innovaciones más costosas y de los medicamentos huérfanos para las enfermedades raras.
“Nos parece inadecuado imponer copagos a la debilidad, la fragilidad, la cronicidad y la ancianidad”
Y, por último, está el tema de la suficiencia financiera y la sostenibilidad. Creemos que la sanidad española necesita modificarse, modernizarse, innovar y afrontar una serie de mejoras estructurales para ser eficiente. Eso ya no lo duda nadie.
Fortalecer la Atención Primaria es una de las medidas que se barajan para ayudar a la sostenibilidad del SNS. ¿De qué manera se está reforzando en su CC.AA.?
Creemos que es preciso mejorar la horizontalidad y la estabilidad en la atención que se presta, incorporar nuevas tecnologías diagnósticas abordar las nuevas formas de enfermar que tienen que ver con la fragilidad, la pluripatología o la cronicidad. Y todo ello a la vez que fomentamos la investigación en Primaria, tratamos de desarrollar la medicina comunitaria para obtener mejores resultados de salud. Desde el punto de vista de los profesionales creemos que es importante mejorar su motivación lo que va unido a la necesidad de incrementar el prestigio profesional y reconocimiento formal de la atención primaria. Queremos que los profesionales de Primaria sean vistos como un activo esencial del sistema sanitario. Y por último, fomentar el uso de la telemedicina y de las consultas virtuales para reducción de ansiedades y estrés de los pacientes y control de determinadas patologías.
Llevamos meses trabajando con algunos de los líderes de la Atención Primaria en Asturias para dar un nuevo enfoque. El objetivo es cambiar una organización basada en la gestión de recursos por una organización profesional orientada a la consecución de resultados de salud individuales y comunitarios.
La humanización en salud se ha convertido en una apuesta firme para muchas consejerías. ¿Qué acciones están llevando a cabo en este ámbito?
Es uno de los temas que identificaremos bien en nuestra próxima Ley de Salud porque consideramos que es fundamental para mejorar la experiencia de pacientes y profesionales, contribuir a la recuperación de las personas con enfermedad y contribuir a una mejor relación entre los profesionales de la salud y los pacientes.
Cualquiera que conozca nuestros nuevos hospitales puede comprobar que destacan por su funcionalidad y la confortabilidad que se consigue para pacientes y profesionales. Además, donde es preciso, estamos acondicionando nuestros centros sanitarios para mejorar la intimidad de los pacientes y favorecer la práctica clínica, tenemos actividades de animación, docentes y de acompañamiento para niños ingresados, fundamentalmente, pero también para adultos, en colaboración con diversas entidades como la AECC, entre otras.
"Para mejorar toda la experiencia de la atención sanitaria hemos creado un servicio de Atención al Ciudadano en todas las áreas sanitarias que tienen entre sus cometidos mejorar la información sobre el funcionamiento de los servicios asistenciales"
Para mejorar toda la experiencia de la atención sanitaria hemos creado un servicio de Atención al Ciudadano en todas las áreas sanitarias que tienen entre sus cometidos mejorar la información sobre el funcionamiento de los servicios asistenciales y facilitar el correcto acceso a las prestaciones. Además, recientemente hemos puesto en funcionamiento una app con la que se puede solicitar desde el teléfono móvil consulta de atención primaria.
A su vez, nuestros centros favorecen la práctica de la lactancia materna y un parto normal o cuando no sea posible menos intervencionista que respete la evolución natural del embarazo, parto y nacimiento.
Por último, contamos con comités de bioética en los centros e impulsamos una sanidad que tiene en cuenta las preferencias de los pacientes y respeta sus opiniones sobre sus problemas de salud y las decisiones clínicas que les competen, que integra los cuidados de enfermería como una parte esencial del tratamiento y por eso los normalizamos en la Historia Clínica Electrónica, algo en lo que estamos siendo pioneros en el país.
La Ministra de Sanidad insiste en un pacto sanitario. ¿Será posible?, ¿qué debe incluir el Pacto de Estado por la Sanidad para que sea respaldado por todas las consejerías y partidos políticos?
Creemos en un pacto que ofrezca salud y bienestar a la ciudadanía, equidad y cohesión social y garantías de que se van a gestionar los recursos públicos con eficiencia. Un pacto que comprometa a todos los gobiernos autonómicos al máximo nivel, pero también al Gobierno Central, al Ministerio de Hacienda a todos los grupos parlamentarios, a profesionales, pacientes, sindicatos, industria, que incluya planificación estratégica, medición de resultados, evaluación… Pero quizá lo primero que necesitamos para que ese pacto sea posible es rectificar los planteamientos del Real Decreto Ley de Abril de 2012 que cuenta con un amplísimo rechazo sanitario y social.
Ese pacto es un deseo alcanzable con el compromiso de todos, pero también es esencial la gestión que hacemos día a día en las Comunidades Autónomas y que no pueden esperar a que llegue este pacto que no parece que sea inmediato. Si lo hacemos en un marco de consenso, actuando de verdad como lo que somos: Un servicio público de salud universal, financiado por impuestos, gratuito en la prestación y de calidad; todos estaremos cumpliendo mejor nuestra misión.
Pero si ese consenso no es posible, pactemos al menos solo aquello en lo que estamos de acuerdo para entonces poder seguir avanzando porque tenemos una tarea muy importante entre manos. Y ahí el papel del Consejo Interterritorial del SNS es fundamental.
¿Qué actuaciones prioritarias piensa poner en marcha para 2018?
Hemos aumentado y mejorado de forma sensible la calidad de la información sanitaria que ofrecemos al conjunto de la sociedad, estamos preparando un decreto de garantías de demoras sanitarias, estamos trabajando en completar la receta electrónica en los hospitales, tras el éxito con la de los centros de salud y sin embargo creo que aún tenemos camino por andar en la relación que mantenemos con la ciudadanía.
Tenemos que mejorar las respuestas que ofrecemos cuando nos demandan información, el sistema de citaciones, explicar bien qué por qué algunas consultas, y estoy pensando sobre todo en consultas diagnóstica, hay que hacerlas en determinados plazos y otras pueden ser demoradas porque se trata de revisiones o incluso deben ser demoradas hasta que se disponga de todas las pruebas necesarias. Creo que en ese ámbito, en el de la dación de cuentas y la relación con la ciudadanía que financia este sistema a través de sus impuestos, tenemos líneas importantes de mejora. Y es un camino que conviene recorrer porque contribuye eficazmente a mejorar la identificación de la ciudadanía con su sanidad pública, a valorarla y apreciarla.