Tiene tan sólo 26 años y es natural de La Rambla, un municipio cordobés de unos 7.500 habitantes. Pero pese a su juventud, su trayectoria profesional ya promete. El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha otorgado a Pedro Gómez Gálvez el Premio Nacional de Juventud 2019 en la categoría ‘Ciencia y Tecnología’. Siendo técnico de investigación en el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS), ha acuñado junto a sus compañeros un nuevo término científico: escutoide. Sobre este descubrimiento y sus aspiraciones en materia científica, Gómez Gálvez ha charlado unos minutos con ConSalud.es.
¿Cómo te enteraste de que habías recibido el premio?
La primera noticia que tuve fue directamente la llamada de la ministra de Sanidad. Estaba muy tranquilo y por supuesto que no esperaba ninguna llamada. Ni me acordaba del premio. Me llamó la ministra para felicitarme. Creía que era una broma. Tengo amigos muy bromistas y creía que era alguno de ellos burlándose de mí. Fue todo muy inesperado. Me puse muy contento.
"Por su complejidad, apenas se han realizado estudios sobre los escutoides. Nuestro grupo se dio cuenta de que algo nuevo estaba sucediendo"
¿Qué te dijo exactamente María Luisa Carcedo?
Me preguntó primero si yo era Pedro Gómez Gálvez y luego me anunció que había sido premiado por el Injuve en la categoría de ‘Ciencia y Tecnología’. Me comentó que todo dependía de la investidura para la entrega del premio. Para mí fue increíble que me llamara la ministra, y más en el momento en el que estaba el Gobierno.
Te han premiado por el trabajo realizado junto a tus compañeros sobre los escutoides. ¿En qué ha consistido?
Nuestro grupo está centrado en estudiar la organización de los tejidos, porque está directamente relacionada con el funcionamiento de los órganos. Nosotros hemos querido dar el salto y ver qué sucede en 3D, cómo se organizan los tejidos en tres dimensiones en situaciones de curvatura. Por su complejidad, apenas se han realizado estudios sobre ello. Pero nosotros, haciendo análisis de imágenes, modelos matemáticos y estudiando la física y biología nos dimos cuenta de que algo nuevo estaba sucediendo. Comprobamos que las células estaban adoptando una nueva forma geométrica, la cual hemos denominado escutoide.
Miembros del grupo de investigación (Foto. Pedro Gómez)
Tengo entendido que el término lo habéis acuñado en común, entre todos los compañeros. ¿Ha tenido buena acogida en el ámbito científico?
Sí, ha sido con el consenso de todos los miembros del laboratorio. A la revista científica le dijimos que provenía del escutelo (tórax) de los escarabajos, que tienen una forma triangular muy parecida. Pero también lo pusimos por el apellido de nuestro jefe, que se llama Luis María Escudero. Y al final entró. Y desde el año pasado que salió, ha sido una locura. Se publicó en el New York Times, en Time, en Forbes e incluso se han hecho monólogos sobre esto en Estados Unidos. Además de en unas 200-300 revistas internacionales, en la televisión, en la radio, en todos lados. Y ahora, pues se ha materializado con el premio.
Este descubrimiento, ¿puede beneficiar al mejor diagnóstico de enfermedades?
Nosotros pensamos que al estar esta forma geométrica tan restringida por leyes físicas, cualquier desviación de ésta podría ser causante de una aberración o cualquier tipo de enfermedad. Ya tenemos una escala geométrica en 2D en la que vemos que cualquier aspecto que se desvíe de la misma se debe a que está causando una enfermedad. Por eso, creemos que observarlo en 3D podría ser clave. Asimismo, consideramos que para la creación de órganos artificiales es necesario saber mucho más de cómo se estructuran estos tejidos, para que las formas sean realísticas y que los órganos puedan realizar bien sus funciones. Todavía existen muchos problemas en la generación de órganos artificiales en el laboratorio.
“Voy a intentar aguantar lo máximo posible en la investigación, a ver si se arregla con un nuevo Gobierno”
En tu entorno, de compañeros, amigos y familiares, ¿cómo han acogido tu premio?
En mi laboratorio ha sido espectacular. Estábamos cabreados porque en todos los premios siempre quedábamos segundos. Y al final, nos hemos llevado el premio más grande, digamos. En mi familia, igual. No han parado de felicitarme por la calle. Ahora dicen que soy el famoso del pueblo. Hace poco me entregaron el Escudo de Oro, que es uno de los reconocimientos más grandes que te pueden hacer en tu tierra.
Pedro Javier Gómez, técnico de invesigación en el IBiS (Foto. Pedro Gómez)
Y para ti, con 26 años, ¿qué supone personalmente?
Para mí supone un empujón muy grande para mi carrera. Estaba incluso pensando en dejar la investigación porque está muy mal remunerada, tiene muchos problemas de financiación. En mi caso, puede ser que a final de año me quede sin contrato, siendo Premio Nacional de Investigación. Pero voy a intentar aguantar el máximo tiempo posible, a ver si esto se arregla un poco con un nuevo Gobierno.
¿Cómo ves es el nivel de la investigación en España? Y, ¿cómo ves que compañeros tuyos se hayan tenido que ir al extranjero?
La verdad es que es muy triste. Me gustaría investigar y hacerlo aquí, no tener que irme fuera. Ahora, la carrera investigadora pasa por irte dos o tres años fuera, pero sabes cuándo vas a volver. O si vuelves, nadie te va a dar la seguridad de que vas a tener estabilidad en el puesto de trabajo. Hay gente, como por ejemplo Luis María Escudero, con muchos años de experiencia y que no tienen un puesto fijo. Es muy precario todo.
“A Carcedo y Duque les pediría primero que formen Gobierno y luego, que intenten apostar un poco más por la investigación”
¿A qué te gustaría dedicarte? ¿En qué querrías centrarte en un futuro?
Ahora sigo con la tesis doctoral, que la estoy terminando de redactar. Me queda poco y espero poder presentarla este año. La tesis está relacionada con los escutoides, con el trabajo que ya hemos presentado y otros más que estamos intentando publicar.
Por otra parte, me gustan mucho las tecnologías. Me gustaría investigar con algo computacional. Mi trabajo, realmente, es estar todo el día con el ordenador. Creo que se me da bien. Me gustaría formar mi propio laboratorio para llevar temas computacionales o incluso impartir clases de Computación. Aunque siempre con una aplicación biológica.
Y si no pudieras hacerlo en España, ¿darías el salto al extranjero si se te presenta la oportunidad?
Por supuesto. Pero esa es la última opción. Si no tengo más remedio, antes de dejar la ciencia me iría fuera. Pero eso ya se verá. Mientras pueda seguir tirando hacia adelante, hay que coger todas las opciones.
Miembros del grupo de investigación (Foto. Pedro Gómez)
Siendo un nativo digital, ¿qué opinas de las redes sociales? ¿Ayudan a la difusión de descubrimientos como los vuestros entre la población?
Totalmente. Redes sociales como Twitter, antes servían principalmente para contar tu vida. Pero en el campo de la investigación creo que es clave para seguir los trabajos de los demás grupos. Hay que darse cuenta que cada grupo de investigación cuenta con su propio perfil en Twitter y publica todas las noticias y sus avances.
Si tuvieses delante a la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, y al ministro de Ciencia, Pedro Duque, ¿qué les dirías?
Primero les pediría que formen Gobierno. Y segundo, que intenten apostar un poco más por la investigación en España, que siendo un país potente estamos a la cola de la Unión Europea. Tenemos mucho talento en España para potenciarlo.