Neurocirugía fue una de las especialidades que más sorprendió durante la adjudicación de plazas MIR, el segundo día se habían agotado el 50 %. Del estado actual en el que se encuentra y de los retos que hay por delante para mejorarla ha hablado para ConSalud.es Carlos Botella-Asunción, presidente de la Sociedad Española de Neurocirugía (Senec) y jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario La Fe.
¿Cuáles son las líneas de actuación de la Senec?
La primera es la organización de la sociedad en sí misma, la organización del congreso, de cursos, talleres… En segundo lugar y más importante es la docencia, tanto de formación médica continuada como para los médicos residentes. Para ello se establecen cursos anuales en Alicante, además a lo largo del año se programan distintas actividades y reuniones científicas para todos los socios, tanto los que están en formación como en ejercicio.
¿Y cuáles son los retos para el futuro?
Ante todo neurocirugía es una especialidad muy dependiente de la tecnología y la tecnología no deja de cambiar y avanzar, el reto principal es mantenerse al día en cuanto a los avances tecnológicos, que como digo son continuos y hacen que la sanidad pública tenga que hacer inversiones que no siempre están al ritmo que uno siempre quisiera tener.
Dicho de otra manera, los microscopios van evolucionando, los navegadores van evolucionando, la imagen intra-operatoria cada vez es más sofisticada y todo esto se produce con inversiones millonarias. Obviamente con 17 sistemas autónomos de salud cada uno actúa como mejor puede pero no hay una homogeneidad en el reparto de recursos. Eso es algo que desde la Senec queremos poner sobre la mesa ante el Ministerio de Sanidad para que haya al menos un mínimo básico en todos los servicios de neurocirugía que permitan prestar una atención básica especializada en cualquier parte del territorio nacional.
Ha mencionado la tecnología, ¿cómo beneficia a neurocirugía?
La especialidad es tecnología, no se entiende la práctica de la neurocirugía sin la tecnología, dependemos de ella. Es imposible tener un neurocirujano que no disponga de los medios necesarios para poder trabajar porque en ese por muy buen profesional que sea no puede desarrollar su trabajo.
“No se entiende la práctica de la neurocirugía sin la tecnología”
Un tumor cerebral, por ejemplo, se tiene que operar en unas condiciones que hace unos años no existían. Ahora el cirujano sabe que está extirpando únicamente aquellas células que son tumorales, eso da una seguridad y eficacia altísima lo que se traduce en mejores resultados clínicos. Por lo tanto, neurocirugía es igual a tecnología.
¿A su entender cuáles son los principales avances que se han desarrollado?
Ahora mismo el uso de los ultrasonidos focalizados que permiten regenerar lesiones en dianas determinadas del cerebro sin tener que abrir el cráneo. También, con distinta metodología pero con la misma finalidad, el uso del láser para regenerar lesiones. En el futuro esperamos que esta tecnología permita tratar determinados tumores, malformaciones vasculares sin necesidad de abrir y sin tener que incidir en la piel.
Esto para el paciente significa un cambio radical en cuanto a la perspectiva de tener que operarse de algo. El poder entrar un hospital, que te traten ese mismo día y al día siguiente te vayas a tu casa es un salto cualitativo y cuantitativo enorme. Y eso está llegando.
El mayor avance que todos esperamos es el tratamiento de los tumores cerebrales mediante manipulación genética
También ha cambiado mucho el tratamiento de determinadas lesiones vasculares por vía endovascular que cada día se perfecciona y se amplía. Hoy en día se pude decir que el 80 % de los aneurismas intracraneales se tratan por vía endovascular. Es verdad que queda un 20 % que todavía tiene que ser tratados quirúrgicamente, pero estamos hablando de una patología muy frecuente y que afecta a personas en edad productiva de la vida, por lo tanto, el poder recuperar la salud de una persona joven es un gran avance.
¿Cuáles dirías que son los avances tecnológicos que quedan por hacer?
Supongo que muchos. Posiblemente el mayor avance que todos esperamos es el tratamiento de los tumores cerebrales mediante manipulación genética, o dicho de otra manera, no tener que operar tumores. Que los tumores cerebrales, tanto benignos como malignos, puedan ser tratados de otra manera.
Esto ya está empezando a ocurrir, pero estamos muy al principio. Cada vez sabemos más cuál es la causa principal y última de la génesis de un tumor y muchas veces es la mutación de un gen que codifica la proteína y al no producirse deja de inhibir el crecimiento de las células. Ese es el avance a conseguir, frenar el crecimiento de un tumor sin necesidad de utilizar tratamientos agresivos como es la cirugía.
¿Cómo valora la especialidad?
Para mi es la especialidad más bonita, atractiva y que más futuro tiene. Es muy envolvente y absorbe prácticamente todo tu tiempo. Hay distintas subespecialidades dentro de la neurocirugía como para no aburrirse nunca. Puedes estar por la mañana operando un tumor cerebral y por la tarde recuperando un parkinson. Es tan variada que al final los neurocirujanos tienen que decidir con que parte de ella se quedan.
Ha mencionado que para usted es la especialidad más atractiva y parece que los MIR están de acuerdo con usted. Neurocirugía fue una de las especialidades que más sorprendió, el segundo día se habían adjudicado el 50 % de las plazas.
Efectivamente, hay mucha demanda. Es una especialidad relativamente joven y prácticamente todas las plantillas de los servicios de neurocirugía de los hospitales públicos se crearon al unísono quiere decir que empezaron todos a la vez y están acabando todos a la vez con lo cual empieza a haber mucha vacante. Eso para el futuro residente es algo muy atractivo porque sabes que al acabar la residencia vas a tener colocación.
"El mayor avance que todos esperamos es el tratamiento de los tumores cerebrales mediante manipulación genética"
Pero aparte de eso, está ocurriendo un fenómeno que hasta ahora no estaba ocurriendo que es la entrada de la mujer en el campo de la neurocirugía. Ahora mismo tres cuartas partes de los residentes son mujeres. Esto a medio y largo plazo influirá en el desarrollo de la especialidad, una que antes era poco atractiva para la mujer.
¿Y por qué cree que antes las mujeres no se decantaban por neurocirugía?
En general no se decantaban por ninguna cirugía, no sé porqué. Era muy raro ver una cirujana, una traumatóloga y mucho menos una neurocirujana, aunque las ha habido, pero eran la excepción. Hoy en día es todo lo contrario, también es verdad que el 80 % de los estudiantes de medicina son mujeres. Están empezando a elegir esta especialidad porque el papel de la mujer en el mundo ha cambiado y cada vez se está incorporando más en todos los campos de la vida, no solo de la medicina.
En la última convocatoria MIR se adjudicaron un total de 45 plazas, una cifra que no varía para 2020
Me parecen una barbaridad, yo creo que es excesivo. Personalmente recomendé el Ministerio de Sanidad la mitad, unas 22. Con esta cifra se cubren las necesidades actuales, pero el Ministerio prefiere que haya excedente. Supongo que es para garantizar la cobertura de todas las vacantes.
Hay que tener en cuenta que hay sitios que es difícil que sean ocupados o que se ocupan en último lugar como por ejemplo las islas, entonces hay que facilitar que la gente vaya porque sino no habría neurocirujanos en Canarias.
¿Cómo se facilita cubrir esos puestos?
En primer lugar tiene que ser atractiva la opción, que no sean hospitales de segunda división sino que estén bien dotados tecnológicamente. Una pregunta que hacen muchos residentes cuando van a elegir es qué dispositivos están disponibles. Uno de los elementos que más tienen en cuenta es si en ese servicio hay una dotación tecnológica suficiente.
“Ahora mismo, tres cuartas partes de los residentes en Neurocirugía son mujeres”
Tiene que haber la misma calidad de atención en todas partes, no puede ser que por vivir en Madrid uno tenga más facilidades diagnósticas o terapéuticas que uno que vive en Albacete, por ejemplo.
Otra de las preguntas que hacen es cuantos pacientes se operan al año. En función del volumen, de la complejidad y de la variedad de la patología el residente elige y normalmente elige aquello donde más variedad hay y donde mejor se va a formar.
Varias especialidades, entre ellas algunas cirugías, reclaman ampliar la residencia a cinco años. ¿Cuál es vuestra postura?
Nosotros tenemos cinco años y hemos pedido la ampliación a seis años. ¿La Razón? El primer año el residente está rotando por distintos servicios, está formándose en ciencias básicas pero no en neurocirugía. En los cuatro años restantes tiene que hacer un recorrido por cirugía de columna, cirugía oncológica, cirugía vascular, cirugía funcional y neurocirugía pediátrica que como no está en todos los hospitales tienen que hacer una rotación externa de unos seis meses. Esto provoca que al finalizar la residencia si no se ha hecho la rotación o no ha pasado por las distintas áreas la formación va a ser deficiente y no va a estar en condiciones de competir con otros.
Una forma de soslayar este defecto formativo sería ampliar en un año la formación. De esta manera el primer año se dedicaría a ciencias comunes y los cinco años restantes podría ir rotando por todas las áreas para terminar la formación de una forma más completa.
Además de reducir las plazas MIR, ¿cuáles son las principales demandas que le plantearía al Ministerio de Sanidad?
Primero la dotación tecnológica de los servicios, establecer un mínimo básico. No se puede entender un Servicio de Neurocirugía que no tenga un navegador o que no tenga un microscopio neuroquirúrgico.
También le plantearía centralizar más los servicios. Creo que es un error los mini servicios dispersos por la geografía nacional con poco volumen de casos, con plantillas pequeñas y con dotación tecnológica escasa. Esto desde el punto de vista político es útil pero a la hora de la verdad tienen que derivar la mayoría de los casos.
Los servicios de neurocirugía tienen que ser de referencia, es decir, que cubran áreas grandes de población y deben de tener una dotación tecnológica suficiente para poder prestar una atención de calidad.
¿Quiere añadir algo más?
Es importante que la gente sepa que es lo que hacemos los neurocirujanos. A veces me doy cuenta que la gente de la calle no sabe lo que hacemos, no saben que operamos columnas por ejemplo.