España es uno de los países de la Unión Europea que más vacunas ha puesto. El Gobierno aspira llegar a los 33 millones, el 70% de la población inmunizada, a finales de agosto. De momento, la vacunación avanza a un ritmo que está permitiendo a las comunidades autónomas lograr la administración de más de 500.000 dosis diarias de media, lo que significa que cada día se vacuna a casi el 1% de toda la población española.
ConSalud.es entrevista a José Antonio Forcada, presidente de Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (ANENVAC) para analizar como está siendo el proceso de vacunación contra la Covid-19 y resolver algunas de las preguntas que se están planteando en el debate público en estas últimas semanas como la irrupción de la variante Delta en el proceso de inmunización poblacional.
¿Cómo valora el avance de la vacunación frente a la Covid-19 en España?
El ritmo de vacunación, en cuanto a cantidad, es bueno. Quiero decir, se están poniendo más de medio millón de dosis al día por lo que se va en el buen camino para cumplir el objetivo que el Gobierno pretendía pero otra cosa es si analizamos los datos por grupos de vacunación. Por ejemplo, el grupo de 60 a 69 con más riesgos para su salud no alcanza prácticamente el 30% de personas vacunadas con dos dosis, cuando el grupo de 50 a 59 está superando ya el 50%.
Ante la irrupción de la variante Delta, considero que se tendría adelantar la segunda dosis para intensificar la inmunización y acelerarla para priorizar a la población por encima de los 50 años que todavía no está protegida frente al coronavirus.
"Se tendría que adelantar la segunda dosis para acelerar la vacunación de la población por encima de los 50 años"
El esfuerzo inmenso que están realizando todas las enfermeras que participan en la vacunación para cumplir estos objetivos, doblando turnos y trabajando fines de semana, está permitiendo que el ritmo de vacunación sea así de bueno.
La variante Delta está generando mucho revuelo, todas lo han hecho con anterioridad ante el miedo de que genere nuevas olas de contagios o reduzca la efectividad de las vacunas contra la COVID-19. ¿Qué puede decir?
La efectividad de las vacunas frente a todas las variantes es buena a partir de la segunda dosis, pero que sea buena no quiere decir que sean efectivas al 100% y al no serlo siempre habrá el riesgo de que personas que hayan recibido las dos dosis puedan infectarse. En estos casos, muy pocos, podrían derivarse en enfermedad grave. No se puede garantizar que las vacunas funcionen al 100% en todas las personas. Probablemente en los jóvenes la eficacia es mayor porque tienen un sistema inmunitario que no ha envejecido como es en el caso de las personas mayores.
Para garantizarnos que el porcentaje de riesgo con las nuevas variantes sea el mínimo necesitamos tener al 100% de la población vacunada. Puede ocurrir que gente que esté vacunada con las dos dosis se infecte o también que fallezca, como ha pasado ya con el resto de variantes del virus, pero esto es un fallo totalmente achacable al sistema inmune de cada persona.
"Para garantizarnos que el porcentaje de riesgo con las nuevas variantes sea el mínimo necesitamos tener al 100% de la población vacunada"
De momento, viendo todavía los datos epidemiológicos que tenemos en algunas zonas del país, con posibilidad de que haya repuntes y brotes importantes, no abogaría por tomarnos las libertades que nos estamos tomando. El fin del uso de la mascarilla en los exteriores debería seguir criterios epidemiológicos, en base a una tasa de contagios y la situación de cada territorio. Además, hay que hacer pedagogía y explicarle a la población que el dejar de usar la mascarilla en exteriores no quiere decir que las personas no debamos ponérnoslas cuando tenemos un contacto cercano con otras personas, como ocurre ahora, manteniendo la distancia mínima interpersonal de 2 metros.
Estamos en riesgo de sufrir una nueva ola si las cosas no se hacen bien. Que aunque la nueva oleada de contagios no vaya a ser como las anteriores pero si provocaría un aumento de las tasas de incidencia y causará más infecciones. Ahora mismo, la gran parte de los casos se están dando entre los más jóvenes, de ahí que esté habiendo menos hospitalizaciones e ingresos en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) pero puede haber todavía algunos casos.
Tenemos mucha prisa en que llegue el verano, en salir, en recibir al turismo… Hay que tener mucho cuidado.
La estrategia de vacunación está avanzando mucho, la previsión es que haya un porcentaje muy alto de población inmunizada frente al Coronavirus SARS-Cov-2. ¿Cómo está siendo la velocidad de este proceso?
Si hablamos de velocidad y de números. La tasa de vacunación en España es mucho más elevada que en otros países de Europa. La capacidad de administración de dosis de nuestro país está siendo muy alta, aunque eso no quiere decir que tengamos a toda la población vacunada. Hasta que no esté protegida toda aquella persona que pueda vacunarse frente al virus, no podremos estar tranquilos. En ese momento será cuando la circulación del coronavirus disminuirá de manera muy importante.
El rechazo a la vacunación hay que tenerlo en cuenta, se trata de grupos de gente que ante la relajación de medidas y la aparición de nuevas variantes puede causarnos problemas. Se debe ser prudentes. Hasta conseguir un 90% de la población vacunada el riesgo de nuevos brotes y de alguna pequeña onda epidémica sigue presente.