El coronavirus ha provocado una situación atípica en España, la pandemia ha impedido que las familias con familiares fallecidos por Covid-19 pudiesen decirle 'adiós'.
Esta semana en 'La entrevista de ConSalud.es' charlamos con Ana María Egido Mendoza, psicóloga especialista en duelo de El Prado Psicólogos, coautora junto a Rosario Linares del libro 'Duelo y resiliencia, guía para la reconstrucción emocional', sobre el impacto emocional de la pandemia.
Lamentablemente, las familiares y allegados no pueden despedirse de sus seres queridos fallecidos de Covid-19. ¿Qué supone?
Esta pandemia nos ha enseñado la cara más dura, la soledad durante la enfermedad y muerte de las personas que la han sufrido en su propia piel. Es algo terrible, no poder acompañar a tus seres queridos en sus últimos momentos ni poder hacerles una despedida de acuerdo a sus creencias.
Es aquí donde vemos lo importante que son los rituales de despedida en los procesos de duelo, necesitamos ver a nuestros familiares o allegados fallecidos para ayudar a nuestro cerebro “a creer” lo que ha pasado y empezar así a poder elaborar su pérdida.
"Las ceremonias o ritos de despedida cumplen una importante función social y de acompañamiento, nos permiten estar rodeados del calor de la gente que nos quiere y facilitan y fomentan la expresión de emociones"
Además de esto, las ceremonias o ritos de despedida cumplen una importante función social y de acompañamiento, nos permiten estar rodeados del calor de la gente que nos quiere y facilitan y fomentan la expresión de emociones, nos ayuda a hablar de lo sucedido con las personas presentes, algo muy importante a la hora de elaborar la pérdida y que ayuda a que el proceso de duelo se vaya dando de una manera sana.
En esta situación que estamos atravesando, además del dolor y la pena por la muerte, se suman además muchos elementos como son la impotencia, la frustración, la rabia y la culpa, ya que no podemos ni siquiera estar a su lado para aliviarles su partida, no podemos velarlos y vivenciar cada paso del ritual y en algunos casos, la culpa porque puede que los propios familiares o personas cercanas, sin ser conscientes, hayan podido ser posibles vectores de contagio.
El duelo por Covid-19 es complejo y puede convertirse en un duelo patológico si no se trabaja en ello.
¿De qué forma se puede sobrellevar esta situación?
La pérdida de un ser querido en estas circunstancias es más difícil de sobrellevar ya que a la dureza del duelo hay que sumarle la situación general de confinamiento.
Para poder sobrellevarlo de la mejor manera posible necesitamos poder hablar de lo que ha pasado, recibir apoyo a través del contacto físico, hacer todas las gestiones que se requieren cuando alguien fallece, tarea compleja dadas las circunstancias porque: no podemos visitar o ser visitados con la normalidad a la que estábamos acostumbrados, los organismos públicos y privados están trabajando de manera ralentizada y todavía debemos tomar muchas precauciones para no contagiar o ser contagiados por coronavirus por lo que el contacto físico sigue estando muy limitado.
La mejor manera de sobrellevarlo por tanto será adaptando todas las necesidades y tareas de los dolientes a las circunstancias. Utilizar las nuevas tecnologías para estar en contacto con las redes de apoyo social y familiar, buscar información y ayuda a la hora de gestionar los procedimientos administrativos para tratar de no demorarlos en exceso, permitir la tristeza, la rabia o cualquier emoción que aparezca, necesitamos sentir aunque lo que sintamos sea desagradable. Es importante también buscar ayuda psicológica si nos asusta lo que sentimos o desborda nuestros recursos para gestionarlo.
¿Cuáles son los consejos que daría?
Siguiendo en la línea de lo expuesto anteriormente, existen modos alternativos que pueden ayudar a las personas a vivir su proceso de duelo y que es importante hacer para que el doliente sienta que, aunque las circunstancias le hayan impedido dar una despedida digna a su familiar, todavía se pueden hacer otros rituales con los que poder honrar a nuestros familiares y despedirles a nivel simbólico.
Sería recomendable por ejemplo, preparar una carta de despedida. La escritura es muy terapéutica y puede ser de gran valor si se hace de la manera adecuada. Se pueden seguir las siguientes indicaciones para que se más eficaz:
- elige bien el momento para hacerlo, es mejor si estás en intimidad y dispones del tiempo necesario.
- utiliza material de calidad, no lo hagas en cualquier sitio ni lo hagas en sucio.
- escribe una carta a tu familiar, sin prisa, háblale directamente a él o ella, cuéntale lo que ha pasado, cómo lo has vivido, lo que te hubiera gustado hacer o decirle, lo que te da rabia, por lo que sientes culpa, pídele perdón si así lo sientes, dale las gracias, háblale de lo que echas de menos, dile cuánto le quieres.
- no es una carta definitiva, siempre tienes la oportunidad de volver a escribirle otra o añadir más texto a la primera.
Escribir una carta de despedida es una tarea dura pero realmente importante a la hora de expresarnos y hablar de todo aquello que nos duele y que no es bueno dejar guardado. Esa carta es algo muy íntimo y personal, guárdala o haz con ella lo que sientas, no tienes por qué compartirla con nadie para que así puedas expresarte con sinceridad.
Por otra parte, se puede llevar a cabo un ritual de despedida. Si no se ha podido hacer una ceremonia de despedida o velar al cuerpo, se puede programar una despedida más adelante, cuando sea permitido por las autoridades reunirse en grupos. No será lo mismo, habrá pasado más tiempo y no se podrá velar el cuerpo, pero puede reconfortar a los familiares el buscar un día y un lugar en los que poder reunir a aquellos que han sido importantes en la vida de esta persona y hacer una despedida utilizando elementos simbólicos que nos ayuden a contextualizar el acto y que sea acorde con los deseos o creencias de la persona fallecida.
También es aconsejable realizar videollamadas en grupo. Valernos de las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías y utilizarlas para llevar a cabo encuentros virtuales con familiares y amigos. Es importante porque aunque las llamadas telefónicas nos permiten estar en contacto con nuestras personas de apoyo y escuchar sus voces puede aliviarnos, el poder además vernos a través de la pantalla enriquece mucho más el contacto y puede llegar más a nuestros seres queridos dolientes.
Por último, es importante entender que lo que estamos viviendo es de los sucesos más duros que nos pueden pasar como seres humanos y que necesitamos tiempo para poder procesarlo. Escucha tu cuerpo y permite también el silencio y el recogimiento.
¿De qué forma se consigue la resiliencia en momentos así?
Estamos viviendo una situación sin precedentes, por lo que considero que ya estamos siendo resilientes, más aún aquellas personas que además están pasando por un duelo en unas condiciones tan adversas.
Podemos además fomentar la resiliencia si toleramos y respetamos nuestro proceso de duelo con las sensaciones desagradables y el dolor que conlleva teniendo comportamientos que van encaminados al autocuidado.
Al principio se trata de intentar comer aunque no se tengan ganas, mover o ejercitar un poco el cuerpo, dejarse acompañar. Además de este tipo de comportamientos dirigidos a la salud es importante tener en cuenta el factor tiempo y tener una actitud abierta y reflexiva desde la que poder replantearnos y reconstruir el sentido de nuestra vida.
También es muy recomendable hablar con otras personas que han pasado por un duelo difícil antes que nosotros ya que, inconscientemente, podemos pensar que si ellas han podido soportarlo y seguir adelante nosotros también podremos.
¿Son útiles los libros para encontrar ciertas pautas?
Si no tenemos personas de confianza que puedan compartir su experiencia de duelo con nosotros, podemos utilizar los libros como acompañantes y guías en este proceso, por muy difícil que nos resulte pensarlo, ante cualquier problema con el que nos encontremos, siempre existen personas que han pasado por una experiencia similar a la nuestra y han escrito algo sobre ello.
En cualquier circunstancia o problema ante el que nos encontremos y respetando siempre las características diferenciales entre ellos, existe alguien que mucho antes que nosotros ha pasado por ello y ha conseguido obtener un aprendizaje que puede ser útil para los demás.
Por esta razón y, tras recoger nuestras propias experiencias personales de duelo y las de nuestros pacientes, quisimos escribir un libro que hablara sobre Duelo y Resiliencia.
Este libro está escrito de manera sencilla y tiene un claro propósito: acompañar en el sentimiento a los dolientes, servir de guía para la reconstrucción emocional, hablar de manera clara sobre la muerte y otras pérdidas y sobre todo lo que representa el proceso de duelo, ofrecer diferentes estrategias que ayuden a las personas a canalizar y entender su dolor y llevar a cabo las tareas del duelo evitando así la aparición de otros desórdenes psicológicos secundarios.
"Es muy recomendable hablar con otras personas que han pasado por un duelo difícil antes que nosotros ya que, si ellas han podido soportarlo y seguir adelante nosotros también podremos hacerlo"
También es muy recomendable hablar con otras personas que han pasado por un duelo difícil antes que nosotros ya que, inconscientemente, podemos pensar que si ellas han podido soportarlo y seguir adelante nosotros también podremos hacerlo.
Por otro lado, utilizar los libros como acompañantes y guías en este proceso, resulta de gran utilidad. Por muy difícil que nos resulte pensarlo, ante cualquier problema siempre existen personas que han pasado por una experiencia similar a la nuestra y han escrito algo sobre ello. Sobre cualquier tema o problema ante el que nos encontremos y respetando siempre las características diferenciales entre ellos, existe alguien que mucho antes que nosotros ha pasado por ello y ha conseguido obtener un aprendizaje que puede ser útil para los demás.
¿En que consiste el libro 'Duelo y Resilencia' que ha escrito junto a Rosario Linares?
Tras recoger nuestras propias experiencias personales de duelo y las de nuestros pacientes, quisimos escribir un libro que hablara sobre él: 'Duelo y Resiliencia. Una guía para la reconstrucción emocional', de la editorial Oberon.
Este libro tiene un propósito claro: acompañar en el sentimiento, servir de guía para la recuperación de los dolientes, hablar de manera sencilla y directa sobre la muerte y todo lo que representa el proceso de duelo, proponer a las personas diferentes estrategias para que puedan canalizar su dolor y llevar a cabo las tareas del duelo evitando así la aparición de otros desórdenes psicológicos secundarios.
Es importante saber que no existe una manera concreta para ser resiliente y que la mayoría de las personas tienen la capacidad para serlo. Cada ser humano vive su proceso de distinta forma y el cómo lo consigue cambia de unos a otros.
Los hábitos y actitudes citadas, nos ayudan a conectar con nuestras propias habilidades y fortalezas para poder así desarrollar el crecimiento a través del duelo.