El Dr. Pascual Sánchez Juan, neurólogo experto en demencias, ha tomado el relevo del Dr. Miguel Calero para asumir el cargo de director científico de la Fundación CIEN. Esta institución, dependiente del Instituto de Salud Carlos III, tiene como objetivo “apoyar, promocionar y coordinar la investigación en todos los campos de la neurología básica, clínica y epidemiológica, con especial énfasis en los problemas relacionados con las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el Parkinson o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA)”.
En conversación con este medio, el Dr. Sánchez reflexiona sobre el futuro de las enfermedades neurodegenerativas, las necesidades de estos pacientes y los proyectos en marcha de la Fundación CIEN.
Imprescindible comenzar preguntando por la pandemia: ¿Cómo ha afectado la Covid-19 a los pacientes con enfermedades neurológicas como el Alzheimer?
Los pacientes con demencia han sido uno de los colectivos más golpeados por la pandemia. Además del fallecimiento de muchos de ellos en residencias, el confinamiento ha sido especialmente duro para ellos y sus familiares. El modificar sus rutinas, abandonar talleres de estimulación cognitiva o disminución de ejercicio físico, ha conllevado que en muchos casos se produzca un mayor retroceso cognitivo y aumento de los problemas de ánimo.
Y respecto a la Covid persistente, ¿hay en marcha alguna investigación para ahondar en esta enfermedad y su impacto en los pacientes con enfermedades neurológicas?
La Fundación CIEN participa en una propuesta de proyecto europeo, liderado desde la Universidad de Hamburgo, que pretende estudiar el efecto de la Covid-19 en el cerebro. Específicamente, se busca entender si existe un perfil neurológico de Covid-19 persistente y si se correlaciona con datos neuropatológicos. La Fundación participará estudiando el efecto de la Covid-19 en pacientes con demencia.
Hablemos del proyecto Vallecas, uno de los más importantes de la Fundación. ¿En qué consiste?
Es el principal proyecto de investigación de la Fundación CIEN, cuyo objetivo es la detección precoz de la enfermedad de Alzheimer. Participan más de 1.200 voluntarios y es cofinanciado por la Fundación Reina Sofía. El Proyecto ha generado valiosos datos, muchos de ellos aún por explotar, además de publicaciones y los primeros resultados en desarrollo de un algoritmo predictivo para deterioro cognitivo.
Desde su punto de vista como experto en la materia, ¿hacia dónde tienen que estar orientados los tratamientos del futuro de las enfermedades neurodegenerativas?
Mi visión, desde el ángulo de las demencias, es que estas enfermedades son muy complejas. Con diversas rutas metabólicas afectadas, diversos factores genéticos de riesgo, presencia casi constante de copatologías… Todo esto hace que muy probablemente necesitemos abordajes que tengan en cuenta esta complejidad, usando múltiples fármacos dirigidos a distintas dianas, de forma análoga a como se hace en el tratamiento del cáncer o el VIH.
Confío que en un futuro cercano podamos contar con fármacos que, aunque no sean curativos, modifiquen el curso biológico de estas enfermedades, retrasando su progresión clínica de forma significativa
Para ser capaces de hacer esto necesitamos mejorar mucho nuestra capacidad diagnóstica, que debe ir más allá de un diagnóstico clínico genérico, siendo capaces de individualizar los distintos componentes de la patología que presenta cada individuo, mediante biomarcadores y estudios genéticos, para ofrecer un cóctel de terapias personalizado. Un requisito indispensable para este enfoque será poder contar con técnicas de screening que permitan la detección de sujetos en riesgo antes de que aparezcan los primeros síntomas.
¿Podremos ver algún día un tratamiento para curar enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson o la ELA?
Confío que en un futuro cercano podamos contar con fármacos que, aunque no sean curativos, modifiquen el curso biológico de estas enfermedades, retrasando su progresión clínica de forma significativa. Esto podría tener un gran impacto en nuestros sistemas socio-sanitarios, pues se estima que medidas que retrasen la aparición de la demencia en cinco años podrían disminuir su prevalencia a la mitad.
¿Qué necesita el paciente con demencia que aún no recibe?
Las demencias son enfermedades crónicas que afectan progresivamente las capacidades cognitivas y la personalidad de los pacientes, lo que conlleva de forma indefectible un deterioro funcional que acaba en una situación de total dependencia. Los enfermos de demencia, y sus cuidadores, tienen muchas necesidades de naturaleza diversa que van variando según avanza la enfermedad. El Plan Nacional de Alzheimer y otras demencias (2019-2023) recoge esas necesidades, desde el diagnóstico precoz y preciso, equipos asistenciales multidisciplinares, hasta los cuidados al final de la vida. Aunque la aprobación del plan ha sido un paso adelante, para poder ponerlo en marcha es necesario dotarlo de la financiación necesaria para mejorar de forma igualitaria el cuidado de la demencia en nuestro país.
¿Qué nos queda por conocer de un órgano tan relevante como es el cerebro?
Nos queda muchísimo, incluyendo aspectos básicos del funcionamiento del cerebro. Probablemente el origen de la consciencia sea uno de los mayores retos intelectuales pendientes del ser humano.
¿En qué trabaja la Fundación CIEN en estos momentos?
Mi primer cometido en la Fundación CIEN ha sido la redacción de un proyecto de investigación para coordinar, en estrecha colaboración con Fundación ACE, un programa nacional para la validación de nuevos marcadores diagnósticos de la enfermedad (genéticos, plasma y test digitales) como técnicas de screening de sujetos asintomáticos en riesgo de enfermedad de Alzheimer. Como he mencionado anteriormente, la validación de técnicas diagnósticas que nos permitan detectar los sujetos en riesgo de enfermedad supone una gran necesidad, que será mucho más urgente cuando dispongamos de fármacos modificadores del curso de la enfermedad.
Nuestro principal objetivo es constituirnos como un centro de referencia capaz de vertebrar grandes iniciativas nacionales e internacionales
Desde antes de mi llegada en la Fundación CIEN se trabaja de forma estrecha con la Fundación Reina Sofía en el acontecimiento de excepcional interés público Neuro2020/22, con el impulso de los Ministerios de Hacienda; Sanidad, Ciencia e Innovación y del Instituto de Salud Carlos III, se dirige a concienciar a la ciudadanía de la importancia de promover la investigación sobre las enfermedades neurodegenerativas y a impulsar la captación de recursos económicos que se destinarán a los fines científicos y sociales de ambas fundaciones y como plataforma para la generación de ideas y el intercambio de experiencias entre expertos y científicos del campo de las neurociencias de todo el mundo. La Cumbre Global Summit NEURO 2020/22, se celebrará en 2022 en Salamanca. Este foro internacional, contribuirá a que España se sitúe entre los países líderes en investigación científica global sobre las enfermedades neurodegenerativas, colaborando en la consolidación del programa europeo contra estas enfermedades.
¿Cuáles son los retos y objetivos de la Fundación de cara al corto y largo plazo?
Nuestro principal objetivo es constituirnos como un centro de referencia capaz de vertebrar grandes iniciativas nacionales e internacionales, y generar evidencia científica sobre aspectos clave de la investigación traslacional en enfermedades neurodegenerativas, que sirvan para informar políticas de salud que mejoren la vida de los pacientes y familiares.