Tras años sin variaciones, el Ministerio de Sanidad ha publicado en el BOE la actualización del catálogo común de prestaciones ortoprotésicas en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Una modificación que resuelve algunos de las necesidades hasta ahora existente para aquellas personas con necesidades ortoprotésicas, y que da por fin respuesta a las necesidades de las personas con algún miembro amputado tras dos años y medio de retraso.
Desde Consalud.es hablamos con Jorge Ruibal, vicepresidente de la Federación Española de Ortesistas y Protesistas (FEDOP), para que valore este nuevo catálogo, desgrane las necesidades existentes y señale los retos para mejorar en el futuro la atención a las personas que por amputación o daño en alguna parte del cuerpo necesitan productos ortopédicos, de ortesis, prendas de presoterapia o sillas de rueda.
Tras años de reivindicaciones desde la FEDOP y las asociaciones finalmente el Ministerio de Sanidad ha actualizado del catálogo de prestaciones, ¿cómo lo valoráis?
Sin duda, es una buena noticia en comparación con el anterior catálogo que estaba totalmente obsoleto, ya que se incluyen productos más punteros. Sin embargo esperamos que se adecúe al mercado real de cada momento, que sea ágil, que los Importes Máximos de Financiación se equiparen a la realidad del mercado, teniendo en cuenta las subidas del IPC, del transporte y materias primas que afectan al sector.
¿Qué supone para estas personas con alguna amputación?
Supone la actualización de un catálogo obsoleto. Llevávamos dos años y pico sin que se publique la parte de protésica y no lo entendíamos. Cuando el Ministerio publica en el catálogo una prestación, luego se tarda entre seis meses o unos años hasta que las Comunidades Autónomas las adaptan. Esto supone que ha habido una demora de tres años y pico para las personas con alguna amputación.
Los amputados aún no tienen una cobertura que garantice que siempre tengan la mejor prótesis
El catalogo mejora mucho la prestación, pero los amputados aún no tienen una cobertura que garantice que siempre tengan la mejor prótesis para su plena inclusión, aún queda camino para igualarnos a otros países europeos.
Una de las principales reivindicaciones durante estos años han sido la necesidad de incluir la innovación en las prestaciones, y que no hubiera diferencias a la hora de recibir dinero entre las comunidades autónomas. ¿Cambia esta situación el nuevo catálogo?
No cambia nada porque determinadas competencias en materia de Sanidad están delegadas a las comunidades autónomas, y esta órden no modifica ese criterio. Ahora son las CC.AA y las mutualidades las que tiene que adaptar el catálogo. Ocurre que, en algunos casos, si a un paciente le prescriben una prótesis pero él necesita otra más específica, de importe superior, que no cubre la prestación, ésta se le retira directamente y en vez de simplemente tener que abonar la diferencia, tendría que costeárselo entero, lo cual en la mayoría de los casos es inviable.
Evidentemente, esto genera desigualdades entre ciudadanos de una u otra región, desde la federación y acorde con las principales asociaciones de amputados, consideramos que la “mejora por parte del paciente” debería permitirse en toda España, ya que puede mejorar su calidad de vida. Y, también repercute en las empresas, que investigan en I+D+i, porque si hay productos que quedan fuera de toda financiación, se perjudica gravemente al desarrollo científico.
Un amputado de miembro superior que trabaje con las manos podría adquirir una mano articulada con un coste suplementario, lo que le permitiría conseguir la inclusión
La sanidad pública no llega económicamente a todo, pero permitiendo al usuario complementar por decisión propia su prestación, podrían adquirir productos de vanguardia. Si esto se permite, por ejemplo, un amputado de miembro superior que trabaje con las manos podría adquirir una mano articulada con un coste suplementario, lo que le permitiría conseguir la inclusión, mientras que ahora mismo, con el catálogo recién publicado, este producto solo se otorgaría a un amputado bilateral (que haya perdido los dos brazos).
¿Tendrá este catálogo a partir de ahora una actualización constante?
En la teoría así debería ser, pero a efectos prácticos hemos comprobado después de la puesta en marcha de la primera parte del catálogo que cubría la ortésica y que se publicó en 2019 que, tras tres años, no ha habido ninguna modificación ni revisión al respecto.
Precisamente eso es lo que demandamos, tanto en referencias de productos como en importes, ya que muchas empresas se ven obligadas a asumir los altos costes producidos por la crisis de suministros que se atraviesa a nivel mundial, así como la inflación. Se han encarecido las materias primas, el transporte, los suministros energéticos y, sin embargo, la prestación no varía, algo que pone en riesgo a la prestación y a muchas empresas del sector, la mayoría pymes.