Al ser una de nuestras actrices más internacionales, Úrsula Corberó genera mucho interés mediático, especialmente ahora que acaba de estrenar la miniserie ‘El cuerpo en llamas’, inspirada en el caso real del ‘Crimen de la Guardia Urbana’ ocurrido en 2017. La actriz se encuentra en plena promoción sobre esta serie de Netflix que narra el trágico suceso del asesinato de un agente de policía, en un plan urdido supuestamente por su pareja y el exnovio de esta.
En medio de esta campaña de promoción, la actriz ha acudido a ‘La Script’, un podcast en el que además de hablar sobre cómo ha sido el rodaje de la nueva serie, ha aprovechado para desvelar el trastorno que padece desde que era pequeña. Se trata de un retraso óseo de 5 años, que le hace tener un cuerpo menos desarrollado que el de una mujer de su edad, pero que no conlleva ningún otro problema en su caso.
En vistas a la fama que la catalana ha alcanzado en la actualidad, María Guerra, conductora del espacio radiofónico, le preguntaba si de pequeña también era popular en el colegio: "No mucho, yo era muy pequeña. No lo he dicho nunca porque suena un poco mal pero tengo un retraso óseo de cinco años. Pero lo digo ahora, no pasa nada”, desvelaba.
"Yo eran tan pequeña que no podía con todos los libros en la mochila y tenía que llevar carrito"
“Ahora no se nota porque tengo el cuerpo de una mujer de 30 en vez de una de 35. A mí me bajó mi primera menstruación con 17 años. Muy fuerte. Es que a mí me empezaron a crecer los pelillos del sobaco a esa edad. "Me hacían bullying, porque yo eran tan pequeña que no podía con todos los libros en la mochila y tenía que llevar carrito".
Así narraba Úrsula Corberó el problema que viene sufriendo desde pequeña, pero que en su caso no ha supuesto alguna otra complicación. Simplemente ha llegado a la talla adulta más tarde que el resto de la población, con un retraso puberal que puede acompañar o no a este trastorno. Una diferencia de más de un año entre la edad ósea y la edad real de la persona se traduce en un problema de crecimiento.
¿CÓMO SE MIDE LA EDAD ÓSEA?
La forma convencional de medir la edad ósea es realizar una adiografía de la mano izquierda para analizar en ella la cantidad de huesos que hay y si el cartílago que los acompaña está en crecimiento. La imagen obtenida de esa radiografía se compara posteriormente con un modelo radiológico estipulado y así el médico deducirá la edad ósea estimada del paciente.
La edad ósea sirve para estudiar la talla del niño, posibles alteraciones de la pubertad o del proceso madurativo e incluso en algunos casos se utiliza para conocer la edad precisa de una persona (por ejemplo, en refugiados o en niños sin papeles). Al igual que existe la edad ósea retrasada, conviene señalar que también puede darse la edad ósea adelantada, por la que un niño puede alcanzar la talla adulta en un tiempo más corto que los demás.
No obstante, hay algunos fármacos que pueden afectar a la maduración del esqueleto y a su talla final, especialmente si se toman durante largos periodos de tiempo. Por ejemplo, se trata de medicamentos formulados con cortisona y sus derivados.