Es probable que tú también tengas por casa bastoncillos para limpiar los oídos. Por su nombre, entendemos que con ellos podemos retirar la suciedad de estos dos órganos para dejarlos limpios, sin embargo, podríamos estar usándolos de forma errónea y causando daños en nuestros tímpanos. Este daño podría agravarse especialmente en niños.
Así nos lo introduce Miguel Assal (@miguelassal), el popular técnico de emergencias en TikTok y experto en Primeros Auxilios, en un vídeo corto que ha subido a esta plataforma y que en sólo dos días ha alcanzado los 2,3 millones de reproducciones:
@miguelassal El peligro de los bastoncillos de oídos . #emergencias#urgencia#peligro#salvarvidas#primerosauxilios#curiosidades#sabiasque♬ sonido original - Miguel ASSAL
Este influencer de la salud nos explica que algo tan básico como atender a las instrucciones del producto podría salvarnos de sufrir complicaciones en la salud de nuestros oídos, pues en ellas podremos leer que los bastoncillos de los oídos no se deben introducir dentro del canal auditivo. Con ellos, lo único que podemos hacer es limpiar el exterior del oído, es decir, las orejas, o darle un uso similar en cualquier zona de pliegues del cuerpo.
Asimismo, el experto nos recuera que “la cera no es suciedad”, sino que es un elemento protector del cuerpo y de vital importancia en los más pequeños de la casa, ya que su zona es aún “más sensible y delicada”. Y también nos explica que no hace falta que limpiemos dentro del canal auditivo porque nuestros oídos se limpian por sí solos.
¿POR QUÉ NO INTRODUCIR EL BASTONCILLO EN EL OÍDO?
Miguel Assal señala que cuando metemos el bastoncillo, lo que hacemos es empujar la capa de cera hacia adentro, pudiendo dañar tanto el conducto, como el tímpano”. Otros de los riesgos que asumimos es que el algodón del hisopo se desprenda del plástico y pueda quedar atrapado dentro de la cavidad del oído, o causar infecciones en el oído interno y una mayor compactación del cerumen.
Como alternativa, el técnico de emergencias recomienda mojar la punta de una toalla y, después, utilizarla con el dedo para limpiar el oído externo. Y en caso de tener un tapón de cera que dificulte la audición, es mejor que no procedamos por nosotros mismos, sino que acudamos a un profesional para su correcta retirada.