El aumento de las temperaturas ha producido la primera ola de calor del este verano. En 2022, durante los meses de junio a septiembre, fallecieron en España casi 4.800 personas por causas relacionadas con el calor según el sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo), elaborado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
Los golpes de calor son la situación más grave producida por una temperatura elevada y puede llevar a la muerte por colapso de múltiples órganos como el riñón, hígado, páncreas, etc. Se trata de una emergencia vital que debe tratarse en un hospital, pero hasta la llegada de los servicios de emergencia debemos conocer algunas pautas para ayudar a quien lo padezca.
En primer lugar es importante saber identificar cuándo una persona está sufriendo un golpe de calor. Según los expertos los síntomas son una temperatura corporal superior a 40 grados; piel caliente, enrojecida, seca pero sin sudor; dolor de cabeza, náuseas, somnolencia y una sed intensa; y confusión, convulsiones y pérdida de consciencia.
Las autoridades advierten que si se observa que una persona padece un golpe de calor se debe llamar al teléfono de emergencias 112
Ante esta situación desde Salud Madrid recomienda actuar para bajar rápidamente la temperatura corporal de la persona afectada y debe hacerse incluso antes de su traslado al hospital. Para ello, debe ser colocada a la sombra, retirarle algo de ropa, darle aire con un abanico o ventilador y utilizar paños con agua fría en la frente, la nuca y el cuello. Una vez que haya mejorado su estado debe acudir a un servicio médico de urgencias para someterla a una revisión exhaustiva.
GOLPES DE CALOR EN COCHES
Desde la Asociación Española de Pediatría (AEPD) alertan sobre los golpes de calor que se pueden producir si se deja a un niño solo dentro de un coche, expuesto al sol, incluso en días nublados o que parece que no hace mucho calor. Un coche al sol funciona como un horno: absorbe el calor que transmiten los rayos del sol, y no lo deja escapar, produciéndose una especie de efecto invernadero que eleva la temperatura de forma constante, y cada vez más rápidamente.
Con una temperatura ambiente de 29⁰C, la temperatura interior aumenta casi 20⁰C en los primeros 45 minutos de exposición. Si en el exterior se registran 39⁰C, algunas zonas del interior del coche pueden alcanzar los 70⁰C. En dos horas y media, sin ventilación, la temperatura interior es un 88% mayor que la exterior. También alertan que 30 minutos de exposición al sol, con una temperatura exterior de 30⁰C suponen una temperatura interior de 50⁰C a la altura de la cabeza del niño.
Todos los años se producen muertes de niños dentro de vehículos por golpes de calor y por ello, la Asociación Española de Pediatría insiste en la importancia de prevenir estas situaciones.