Semana Santa sin dolor: la GEER comparte consejos clave para la salud física de costaleros

Los costaleros, nazarenos y penitente son quienes más sufren la Semana Santa, pudiendo incluso llegar a sufrir lesiones por estar muchas horas de pie o cargar con el peso de los pasos

Los costaleros, nazarenos y penitente son quienes más sufren la Semana Santa (Foto. GEER)
Los costaleros, nazarenos y penitente son quienes más sufren la Semana Santa (Foto. GEER)
Carmen Bonilla
11 abril 2025 | 12:00 h
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La Semana Santa, una de las celebraciones más emblemáticas y arraigadas de la cultura española, está ya tocando a la puerta. Como cada año, miles de personas participarán en las procesiones que llenan las calles de fervor y emoción, convirtiendo esta festividad en un evento de gran valor cultural y espiritual. Sin embargo, más allá del simbolismo y la belleza de las imágenes procesionales, hay un aspecto físico que no debe pasarse por alto: el impacto que esta tradición puede tener en la salud de quienes la hacen posible, especialmente en costaleros, nazarenos y penitentes.

En particular, los costaleros, también llamados cargadores o porteadores, desempeñan un papel fundamental, soportando un peso considerable al cargar los pasos procesionales. Estos pueden llevar cargas de entre 30 y 40 kilos por persona, e incluso más en los pasos más pesados, que pueden alcanzar los 3.500 kg, lo que se traduce en hasta 64 kilos por costalero. Esta exigencia física tiene consecuencias directas sobre la columna vertebral, y es precisamente este riesgo el que subraya la Sociedad Española de Columna (GEER).

"Cargamos una media de entre 30 y 40 kilos, por lo que es necesario un trabajo físico progresivo"

Según explica el doctor José María López-Puerta, especialista del GEER en Sevilla, “los ejercicios de carga sobre la columna cervical entrañan un riesgo mayor, aunque también se observan muchas lesiones en la columna lumbar”. El doctor destaca que los levantamientos bruscos, conocidos como “levantás”, son especialmente peligrosos, ya que suponen una fuerza de compresión máxima sobre el disco intervertebral, lo que puede desencadenar hernias discales, especialmente en personas con problemas degenerativos previos o con posturas incorrectas.

Por su parte, la doctora Inmaculada Vilalta Vidal, especialista del GEER en Barcelona y costalera de la Hermandad de Jesús Nazareno de Mataró, destaca la importancia de los ensayos y la preparación física progresiva durante todo el año. “Cargamos una media de entre 30 y 40 kilos, por lo que es necesario un trabajo físico progresivo. Es una zona que se somete a mucho esfuerzo en poco tiempo, por tanto, debe estar bien preparada y tonificada”.

Sin embargo, tampoco escapan a las consecuencias físicas los nazarenos, que pueden permanecer de pie hasta 15 horas seguidas. Esta postura mantenida puede provocar dolor lumbar, sobre todo si la musculatura es insuficiente. “Si esta musculatura está infiltrada por grasa, es más fácil que aparezcan lumbalgias durante los parones largos”, indican desde el GEER. Por ello, se recomienda la práctica de actividades que fortalezcan el core como natación, bicicleta estática, pilates o remo.

¿CÓMO SE VE AFECTADA LA SALUD DE LOS COSTALEROS?

Uno de los puntos críticos para la salud del costalero es el apoyo de la trabajadera en la séptima vértebra cervical, que puede generar microtraumatismos continuados durante horas. Esto puede derivar en lesiones articulares, desgaste de los discos o incluso fracturas cervicales si no se cuida la postura. La Dra. Vilalta insiste: “la posición correcta es con los brazos hacia adelante, formando un ángulo de 130-135º con el pecho, y con toda la musculatura del core activada. Así se protege la zona lumbar”.

Del mismo modo, destaca que deben ajustarse bien los costales, especialmente durante las levantás, y evitar golpes bruscos que afecten directamente a la columna. “Una mala levantada puede causar lesiones graves, incluso fracturas cervicales”, añade. Entre otras dolencias comunes, el Dr. López-Puerta menciona la aparición de hematomas cervicales que, con el tiempo, pueden encapsularse y dar lugar al característico “morrillo” que presentan muchos costaleros veteranos.

"La posición correcta es con los brazos hacia adelante, formando un ángulo de 130-135º con el pecho, y con toda la musculatura del core activada"

LOS EJERCICIOS DE TONIFICACIÓN MUSCULAR, FUNDAMENTALES

Para prevenir lesiones, los especialistas recomiendan ejercicios de tonificación muscular durante todo el año, centrados en fortalecer el core y la musculatura lumbar y cervical. Actividades como abdominales, sentadillas, remo, zancadas, planchas, ejercicios de puente o cervicales isométricos con toalla, son esenciales para preparar el cuerpo. Durante los días de procesión, se aconsejan estiramientos previos y posteriores, aplicación de hielo local envuelto en paño, y el uso de relajantes musculares para aliviar el espasmo muscular. En casos de dolor intenso, los expertos recomiendan acudir al fisioterapeuta y considerar técnicas como las tracciones cervicales.

Finalmente, tanto para costaleros como nazarenos, el uso de fajas de sujeción o lumbostatos puede ser de gran ayuda durante la estación de penitencia. “En nuestro caso, los costaleros llevamos dos fajas: una más fina en la parte lumbar y otra de tela encima que nos da un mayor soporte”, señala la Dra. Vilalta. No obstante, los expertos insisten: ninguna medida será suficiente si no hay una preparación física previa adecuada durante el resto del año.

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