Lo que había sido planeado como un viaje de ensueño, acabó en sala de curas de un hospital de Tailandia. Amanda Drish-Adof, una joven estadounidense de 30 años, estaba de vacaciones con su marido cuando decidió hacerse un tatuaje de henna en el brazo izquierdo, desde la parte superior del hombro hasta el codo, según pública Mitre.
La quemadura fue causada por por parafenilendiamina (PPD), un químico que se encontraba en la henna negra
Amanda eligió el negro como color para su tatuaje sin ser consciente de lo que iba a ocurrir. Dos días más tarde, comenzó a exudar un “liquido claro” que estalló en varias ampollas. Asustada, acudió al hospital, “Era masivo y tenía un núcleo duro en el medio. Una vez que vimos esa inflamación localizada específica, supimos que teníamos que ir a la sala de emergencias”, explicó la joven a la agencia de noticias Kennedy.
Ya en el hospital, los médicos estallaron sus apoyas y realizaron las curas necesarias. Se cree que la quemadura fue causada por parafenilendiamina (PPD), un químico que se encuentra en la henna negra y los tintes para cabello oscuro. Un químico que, en ocasiones, genera reacciones alérgicas en la piel.