Rafael Nadal estará de baja entre cuatro y seis semanas debido a una fisura por estrés. Así lo ha confirmado el tenista con más Grand Slams de la historia en su cuenta de Twitter.
A su vuelta a España, el mallorquín acudía a su equipo médico tras una final de Indian Wells que jugó “con molestias” y finalmente fue diagnosticado con "una fisura por estrés en una de las costillas”. “No son buenas noticias y no me esperaba esto. Estoy hundido y triste porque tras el inicio de temporada que he tenido tan buena llegaba a una parte muy importante del año con muy buenas sensaciones y buenos resultados”, ha confesado Nadal a sus más de 15 millones de seguidores. "Pero bueno, siempre he tenido ese espíritu de lucha y superación y lo que sí haré es tener paciencia y trabajar duro tras mi recuperación", ha concluido el tenista en sus redes.
¿QUÉ ES UNA FISURA POR ESTRÉS?
Según recoge Mayo Clinic, las fracturas por estrés o sobrecarga, son pequeñas grietas en el hueso causadas por una fuerza repetitiva o por el uso excesivo de un hueso, como curre al saltar repetidamente o correr largas distancias. También puede desarrollarse por el uso normal de un hueso debilitado por una patología como la osteoporosis.
La práctica de deportes de impacto como pueden ser el atletismo, tenis o baloncesto, son factores de riesgo para padecer una de estas fisuras
Estas fracturas o fisuras se manifiestan mediante un dolor que tiende a empeorar con el tiempo y puede cursar con hinchazón alrededor del área. Este dolor y sensibilidad comienza generalmente en un punto especifico y disminuye durante el reposo, apunta Mayo Clinic.
La práctica de deportes de impacto como pueden ser el atletismo, tenis o baloncesto, son factores de riesgo para padecer una de estas fisuras. Asimismo, el aumento de la actividad deportiva tras una etapa de sedentarismo, también pueden constituirse como factores de riesgo. Las mujeres, las personas con problemas en los pies y los pacientes con huesos debilitados, son más susceptibles a sufrir una fisura por estrés, al igual que las personas que ya han tenido este tipo de lesión previamente o carecen de los nutrientes necesarios para tener unos huesos fuertes.
Para prevenir estas lesiones, los expertos recomiendan comenzar a realizar una actividad de forma paulatina, sin cambios bruscos en el ritmo, además de utilizar calzado adecuado y llevar una correcta alimentación. También es importante hacer entrenamientos cruzados, es decir, incluir actividades de bajo impacto en el régimen de ejercicios con el objetivo de evitar el estrés repetitivo en una parte particular del cuerpo.