Las redes sociales se han relacionado con adicción, problemas de salud mental y diferentes problemas de salud debido a su incorrecto uso y las persona que lo conforman. Los investigadores han seguido ahondando en la relación entre estas plataformas y la salud y recientemente han encontrado que las amistades de Facebook pueden aumentar el riesgo de cardiopatía y muerte prematura, según un estudio presentado en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología junto con el Congreso Mundial de Cardiología.
"Las redes sociales son importantes para la salud", afirma la Dra.Tabitha Lobo, residente de medicina interna del Centro Médico de los Hospitales Universitarios de Cleveland (Estados Unidos) y autora principal del estudio. "Los mecanismos para mejorar las redes sociales podrían establecerse a través de programas de tutoría para jóvenes, pasantías o programas escolares para conectar a las personas, y estos podrían tener efectos duraderos en las características del vecindario con respecto a la mortalidad cardiovascular".
Durante años se ha demostrado que la pobreza y el bajo nivel socioeconómico aumenta el riesgo de cardiopatía y muerte prematura. Esta realidad se puede extrapolar a las redes sociales. Los resultados del estudio sugieren que estar conectado con personas de un nivel socioeconómico superior a la media, medido a través de un algoritmo de aprendizaje automático multifacético basado en datos de Facebook individuales y de vecindario, podría ayudar a reducir el efecto de la pobreza en la salud y, potencialmente, ayudar a predecir los riesgos de salud individuales o informar sobre los esfuerzos para mejorar la salud a nivel comunitario.
La conectividad económica derivada de los medios sociales explicaba el 57% de la variabilidad entre condados en las tasas de muerte cardiovascular prematura
Los investigadores calcularon la conectividad económica a nivel de vecindario en todo Estados Unidos adaptando un método desarrollado recientemente para estimar la proporción de usuarios de Facebook en un área específica que tienen un gran número de amistades en Facebook con personas de un estatus socioeconómico superior al suyo. El método sólo registraba el estado de la amistad y no el nivel de compromiso a través de publicaciones o mensajes. Se consideró que los barrios con más personas altamente conectadas tenían una alta conectividad económica, mientras que los barrios en los que la gente tenía menos conexiones con personas de un estatus socioeconómico más alto tenían una baja conectividad económica.
Tras evaluar las tasas de mortalidad prematura por cardiopatía dependiendo de la conectividad económica de diferentes barrios encontraron que los lugares con mayor conectividad económica tendían a tener tasas más bajas de muerte cardiovascular prematura, un patrón que se mantuvo tanto a nivel nacional como regional. Después se estimó que la conectividad económica derivada de los medios sociales explicaba el 57% de la variabilidad entre condados en las tasas de muerte cardiovascular prematura. Los resultados sugieren que las conexiones económicas derivadas de las redes sociales podrían ser una medida útil para predecir el riesgo de cardiopatía y diseñar intervenciones para mejorar la salud, según los investigadores.
"Si podemos predecir el riesgo de una persona, podemos utilizar esa información para orientar los tratamientos médicos", afirma Lobo. "Tradicionalmente, nos hemos centrado en intervenciones basadas en el individuo, pero esto nos da la oportunidad de trabajar a un nivel más comunitario, por ejemplo, proporcionando a los responsables políticos información para mejorar la salud general de una comunidad y no centrarnos sólo en un nivel individual".