La conocida modelo Elle Macpherson, de 60 años, ha publicado sus memorias, en las que relata aspectos importantes de su vida. Entre ellos, el que más ha llamado la atención ha sido el relativo a su diagnóstico de cáncer de mama, hace ya siete años. Sin embargo, la noticia no se ha vuelto viral por el diagnóstico per se, sino por el tratamiento: rechazando cualquier tipo de terapia médica, la australiana afirma que se encuentra en remisión clínica gracias a la meditación y a rezar en una playa.
Cuando Macpherson es diagnosticada, su médico le recomendó someterse a una mastectomía con radioterapia, quimioterapia, terapia hormonal y reconstrucción de la mama. Sin embargo, ella buscó otras opiniones, llegando a consultar a 32 médicos y expertos, pero ninguno de ellos fue capaz de convencerle de la importancia de adherirse a los tratamientos médicos. Tras rezar y meditar en una playa de Miami, decidió no someterse a quimioterapia y eligió un “enfoque intuitivo, holístico y guiado por el corazón”.
Así, se ‘trató’ la enfermedad de la mano de su médico de cabecera, un médico naturópata, un dentista holístico, un osteópata, un quiropráctico y dos terapeutas. "Decirle no a las soluciones médicas estándar fue lo más difícil que he hecho en mi vida. Pero decirle no a mi propio sentido interior habría sido aún más difícil", ha explicado la modelo. Tras ocho meses en una casa de Arizona, bajo el cuidado de su médico, afirma ahora que “en términos tradicionales, dirían ahora que estoy en remisión clínica”.
"Esto puede estar perjudicando de manera significativa a pacientes que pudieran rechazar estos tratamientos"
Pese a los peligros que puede suponer este tipo de decisiones, la modelo no es la única persona o personaje público que rechaza la medicina. Por ejemplo, Steve Jobs, fundador de Apple, rechazó operarse de cáncer de páncreas durante varios meses para abordarlo de manera más ‘natural’. Falleció en 2011 ya que, cuando aceptó someterse a cirugía, el cáncer se había extendido.
¿QUÉ OPINAN LOS ONCÓLOGOS DE ESTE TIPO DE MENSAJES?
César Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), explica para Influcare que el peligro de este tipo de declaraciones radica en que se transmite el mensaje de que los tratamientos adyuvantes y neoadyuvantes no influyen para nada en el riesgo de recaída de la enfermedad. “El cáncer de mama no es una enfermedad única, pues son muchos tipos de patologías donde la quimioterapia tiene un papel importante. Además, hay muchos otros tratamientos, como el hormonal, terapias biológicas o anticuerpos monoclonales que han demostrado reducir significativamente el riesgo de recaída”.
De acuerdo con el presidente de SEOM, en este caso el mensaje que se está transmitiendo es que no administrar tratamientos puede ser útil. “Esto puede estar perjudicando de manera significativa a pacientes que pudieran rechazar estos tratamientos, lo que influiría de manera significativa en el riesgo de recaída”, concluye.