Rafael Nadal, una de las leyendas indiscutibles del tenis, ha anunciado su retiro tras una brillante carrera de más de 20 años, marcada tanto por su insuperable talento como por su fortaleza mental frente a una larga lista de lesiones que, finalmente, han determinado su despedida.
A lo largo de su carrera, Nadal ha conquistado 22 títulos de Grand Slam, consolidándose como uno de los mejores de todos los tiempos, pero su cuerpo, sometido a un desgaste inusual, ha tenido que enfrentarse a diversas dolencias que lo acompañaron casi desde el principio de su trayectoria.
DOLENCIAS A LO LARGO DE LOS AÑOS
Las lesiones de rodilla marcaron una etapa temprana en su carrera, siendo la más destacada la tendinitis que lo obligó a retirarse en 2009 de Wimbledon, torneo en el que defendía su título. Sin embargo, estas no fueron las únicas:
Año 2003, fisura en el codo derecho. El tenista no pudo debutar en Roland Garros por una lesión producida en una caída mientras entrenaba. Estuvo un mes de baja. Tras ello, una fractura en su pie izquierdo, en el año 2004, inició su lesión crónica y le causó cuatro meses de baja.
Las lesiones de rodilla marcaron una etapa temprana en su carrera, siendo la más destacada la tendinitis que lo obligó a retirarse en 2009 de Wimbledon
Año 2005, Síndrome de Müller-Weiss. Nadal estuvo cinco meses de baja por una displasia ósea por deformación del hueso escafoides del pie. Desde entonces, el deportista ha tenido que lidiar con este problema. Este mismo tipo de lesión se repetiría en el año 2021.
Año 2008, tendinitis en la rodilla izquierda. El esfuerzo que tuvo que hacer para ganar el oro olímpico, Roland Garros y su primer Wimbledon pasó factura y le costó un mes de baja. En el año 2009 estuvo también otros tres meses de baja por esta misma causa, además de una rotura abdominal. Las rodillas han sido la parte del cuerpo que peor parada ha salido. En 2010, unas molestias hicieron que Nadal se retirase durante su partido de cuartos del Open de Australia contra Andy Murray. Estuvo un mes y medio de baja por una lesión en la rodilla derecha.
Año 2012, rotura del tendón rotuliano izquierdo. Ocho meses de baja fueron la consecuencia de una de las lesiones más importantes de Rafa Nadal, haciendo que se perdiera los Juegos Olímpicos de Londres, el US Open de ese año y el Open de Australia del año siguiente.
Año 2014, desinserción de la vaina de la muñeca derecha. Esta lesión obligó al deportista español a parar durante tres meses. Por desgracia, no es la única vez que sus muñecas salieron perjudicadas: en 2016 una inflamación de la vaina de la muñeca izquierda le dejó fuera de las pistas de tenis durante dos meses y medio.
Año 2018, pinchazo en el iliopsoas. Este músculo se encuentra en la cavidad abdominal y en la parte anterior del muslo. Se trata de uno de los músculos más potentes del cuerpo, pero no pudo soportar la intensidad del tenista. Tras sufrir este pinchazo, Nadal pasó dos meses y medio de baja. Además, ese mismo año, una lesión abdominal añadió otro mes extra de baja a la temporada.
A pesar de sus constantes luchas físicas, el legado de Nadal no se limita a los títulos, sino también a su resiliencia, que le ha llevado a superar sus lesiones
Año 2022, rotura abdominal. Este año estuvo marcado por las molestias abdominales, que culminaron en una rotura. Tres meses de baja fueron necesarios para su recuperación. Pero, además, una fisura de costilla provocó que estuviera otro mes y medio de baja más.
Año 2023, lesión en el iliopsoas. En la tercera ronda del Open de Australia, Nadal se lesionó este músculo de nuevo. Debido a que en esta zona ya había sufrido lesiones, su recuperación se alargó más de lo deseable.
A pesar de sus constantes luchas físicas, el legado de Nadal no se limita a los títulos, sino también a su resiliencia, que le ha llevado a superar sus lesiones. Ahora, en 2024, Rafa Nadal se retira como un auténtico guerrero del deporte, admirado no solo por sus logros, sino por su carácter indomable y su pasión infinita por el tenis.