La preocupación por la salud deMadonna inunda las redes sociales después de que hace unas horas su representante, Guy Oseary, informara de que el pasado sábado 24 de junio fue ingresada en la UCI por una infección bacteriana grave. Según ha trascendido, la cantante entró inconsciente en un hospital de Nueva York.
“Su salud está mejorando, pero todavía está bajo los cuidados médicos y esperamos su completa recuperación”, ha comunicado el mánager a través de su Instagram. Como consecuencia, la mítica artista conocida como la ‘Reina del Pop’ se ha visto obligada a cancelar su gira internacional, el ‘Celebration Tour’, que arrancaba el próximo 15 de julio y que ha sido pospuesto para más adelante.
La desafortunada noticia llega después de varias polémicas en las que Madonna ha sido protagonista. Entre ellas, las terapias que sigue la cantante con fines terapéuticos, según comentaba, como la orinoterapia, consistente en beberse la propia orina como fuente de vitaminas, minerales, hormonas y enzimas. Se trata de una técnica altamente cuestionada y que conlleva importantes riesgos para la salud. “Es realmente bueno beber orina después de salir de un baño helado”, explicaba la cantante en un vídeo de Instagram después de un concierto, en el que podíamos verla en una bañera con hielo.
RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS
Madonna ha sido ingresada en la UCI por una infección bacteriana grave y aunque se desconoce la bacteria causante de los problemas, se entiende que ha sido una reproducción muy rápida en el organismo por las complicaciones que ha sufrido la cantante. El tratamiento indicado para hacer frente a este tipo de enfermedades son los antibióticos, que matan a las bacterias o dificultan su proliferación para que el cuerpo las combata.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaba a finales de 2022 sobre la alta resistencia que estaban desarrollando ciertas bacterias a los antibióticos. Se trata de un hito especialmente preocupante porque hay microorganismos como la klebsiella pneumoniae y la acinetobacter spp, que son muy comunes en los hospitales y que pueden causar infecciones potencialmente mortales.
La alternativa es utilizar antibióticos "de último recurso", pero podrían facilitar la propagación de la resistencia antimicrobiana
Como última alternativa, desde la OMS informan de que existen tratamientos antibióticos “de último recurso”, como los carbapenems, fármacos de amplio espectro que podrían combatirlas pero que, al mismo tiempo, transportan elementos genéticos responsables de la inmunidad y que con su administración podrían transmitirse a otras bacterias y propagar esa resistencia antimicrobiana.
En definitiva, la resistencia a los antibióticos ha despertado una de las grandes amenazas para la salud mundial, que podría complicar los tratamientos y la supervivencia a las infecciones. Así que son varias las investigaciones que ya se han abierto para mejorar la eficacia de los antibióticos ya existentes y reducir el impacto negativo, así como campañas para sensibilizar a la sociedad.