Juanele fue uno de los futbolistas españoles más destacados durante la década de los noventa. Tras debutar en Primera División en 1991 en las filas del Sporting de Gijón, ciudad de la que es natal, despuntó también después en Tenerife y Zaragoza, y llegó a formar parte del combinado nacional que disputó el Mundial de 1994 en Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de este éxito, la salud mental nunca estuvo de su lado, y ahora acaba de publicar un libro en el que narra todo este calvario.
"Quiero que la gente sepa un poco mi vida futbolística, pero también mi vida personal", señaló Juanele en una reciente entrevista concedida en el programa de radio Carrusel Canalla, de la Cadena SER. “Estuve 15 años en la élite y en el plano personal me sucedieron cosas que ya pasaron. Este libro cuenta mi verdad... Hice cosas muy buenas y alguna mala", añadió.
"Quiero que la gente sepa un poco mi vida futbolística, pero también mi vida personal"
Y es que Juanele también llegó a pasar por la cárcel en dos ocasiones cuando ya estaba retirado. "La primera vez estuve tres meses en la cárcel y la segunda vez estuve un año. La primera vez fue por empujar a un chico en un bar. Y la segunda fue por mi expareja, a la que pinché las ruedas del coche", relató en la entrevista concedida a raíz de la publicación de su libro, titulado ‘Mi verdad’.
Ya durante sus etapas en Gijón (1991-1994) y Tenerife (1944-1999), entre las cuales fue convocado por Javier Clemente para el Mundial de Estados Unidos, se ganó la mala fama de conflictivo fuera de los terrenos de juego. No obstante, fue en Zaragoza cuando una gran sombra se cernió sobre él: la de la depresión. Y todo ello a pesar de su buen hacer sobre el césped, con infinidad de goles en su haber.
"Conseguí esa ayuda en Gijón gracias a una psiquiatra. Ahora estoy fenomenal"
Y es que, como explica el propio Juanele en la entrevista, en la capital maña se le juntó un “problema personal” con otro deportivo, ya que dejó de contar para el entrenador Paco Flores. “Me dio una depresión muy grande y los médicos detectaron que soy bipolar y debía tomar medicación. Y así lo hice", indica el asturiano de 52 años, cuyo nombre de pila es Juan Castaño Quirós. Sin embargo, todo se agrandó.
UNA JUBILACIÓN ANTICIPADA
Esa bipolaridad fue el principio del fin, y la razón de que tuviese que dejar el fútbol. “Me jubilaron por bipolaridad con 38 años”, aseguró en otra entrevista anterior concedida a El Comercio después de pasar un año en la cárcel. Sobre la enfermedad, añadió, fue él mismo quien se dio cuenta de que la padecía durante su estancia en Zaragoza. Aunque en un primer momento le pilló de sopetón, con el paso del tiempo cayó en la cuenta de que realmente sí notaba cosas.
“Pensándolo ahora, sí que lo notaba por cosas que hacía en el campo y fuera de él. Me di cuenta de que era bipolar. Necesitaba tratamiento y ayuda. Tuve mucha suerte. Conseguí esa ayuda en Gijón gracias a una psiquiatra. Ahora estoy fenomenal", apuntó en la citada entrevista concedida al periódico asturiano en el año 2018, en la que también destacó el apoyo de su hija, enfermera. "Es algo que le pasa a mucha gente. Yo llevo mi medicación a rajatabla y me ha ido bien”, insistió en el programa GOLES, de Radio Marca.