El herpetólogo, naturista y presentador de televisión, Frank Cuesta, publicó en la tarde (hora española) del 2 de agosto una imagen en la que mostraba su mano izquierda con sangre y una mordedura en el dedo pulgar.
"En el hospital con la peor mordedura de víbora posible", apuntaba Cuesta junto a la imagen. El tuit se ha llenado de respuestas de apoyo de rostros conocidos y anónimos deseándole ánimo y una pronta recuperación.
Por el momento, no ha publicado ningún otro mensaje en sus redes sociales sobre su estado de salud, algo que también ha preocupado a sus seguidores.
Entre un 15 y un 20% de las serpientes son venenosas y puede causar graves problemas en los humanos
Frank, "al que le gustan los bichos" como define en sus perfiles de redes, vive en Tailandia y dedica su vida a los animales en el Santuario Libertad. Además, no es la primera vez que muestra imágenes de un ataque de un animal.
Sin embargo, las víboras pueden ser letales y causar la muerte inmediata tras una mordedura. Entre un 15 y un 20% de las serpientes son venenosas y puede causar graves problemas en los humanos.
La prevención en zonas selváticas es fundamental, pero ante una mordedura inevitable de uno de estos reptiles, es imprescindible establecer unas pautas para evitar lesiones más graves.
QUÉ HACER ANTE EL ATAQUE DE UNA SERPIENTE
En primer lugar, la atención médica debe ser inmediata. No obstante, como indica el Manual de MSD, hasta recibir la atención sanitaria es importante tomar otras medidas. Alejarse de la zona donde se encuentre la víbora es fundamental para evitar más ataques.
El brazo o miembro dañado debe permanecer por debajo del nivel del corazón. Además, la ropa no debe presionar la ropa afectada, por lo que evitar el contacto de prendas o joyas que presionen la mordedura es imprescindible.
La única alternativa será mantener la zona afectada con una correcta limpieza a base de agua y jabón
El contacto con hielo, materiales fríos o los torniquetes no son efectivos para tratar las mordeduras o evitar la circulación de la sangre. La única alternativa será mantener la zona afectada con una correcta limpieza a base de agua y jabón, evitar el contacto directo con materiales que puedan empeorar la herida y no succionar el veneno.
El personal sanitario será quien trate la mordedura y tome las medidas oportunas para curar la herida o posible infección.