España es ejemplo de vacunación contra la Covid-19 a nivel mundial. Con casi un 90% de población diana vacunada con pauta completa, aún hay un pequeño reducto de personas que todavía no ha recibido el pinchazo.
Muchos se niegan a inmunizarse por ser negacionistas del virus y las vacunas, mientras que otros no han dado el paso por el miedo a las posibles secuelas del suero contra el coronavirus. Es el caso de un joven de 36 años que ha fallecido tras contraer la Covid-19. El hombre ingresó el pasado 13 de agosto y, según cuenta su viuda a Antena 3 Noticias, “no era negacionista, simplemente tenía miedo”. “Teníamos dos chiquillos, al fin y al cabo no quería dejarlos solos y por culpa del bicho se han quedado solos”, declara.
La evidencia científica ampara que las vacunas son seguras y efectivas para evitar desenlaces fatales como este
La mujer accedió a vacunarse cuando su marido estaba intubado e ingresado en el hospital: “Le he tenido que ver las orejas al lobo para vacunarme”, asegura. Explica que, cuando su marido estaba en la UCI, habló con ella por videollamada y les pidió que se vacunaran.
El fallecido, de 36 años, no tenía enfermedades previas. En palabras de su mujer “era un chico sano, no fumaba y tampoco bebía”. Ahora, la viuda hace un llamamiento a la responsabilidad: “Hay que vacunarse, es mejor vacunarse y no pasar por la UCI”.
La evidencia científica ampara que las vacunas son seguras y efectivas para evitar desenlaces fatales como este: protegen contra el virus, evitan la enfermedad grave y la muerte y el riesgo-beneficio es favorable.