“Un secreto a voces”. Así ha definido la fiscal que investiga el caso de Juan Carlos Salas, el ex jefe de Sanidad de la cárcel argentina de Batán acusado de “abuso sexual gravemente ultrajante” y de “abuso sexual con acceso carnal”, lo que ocurría dentro de la prisión. El radiólogo, quien tenía acceso al historial psicológico de los reos, fue detenido hace un mes.
En concreto, explica elDiarioAR, Salas, de 48 años, elegía a los que encontraba con más vulnerabilidades, y les ofrecía pastillas, droga y dinero a cambio de sexo. Está acusado de abusar de, al menos, dos presos de 23 y 28 años cada uno, quienes estaban siendo tratados para tratar de curar sus adicciones durante su estancia en el penal. Para él, la fiscal ha pedido que se dicte prisión preventiva, para evitar que pueda llegar a interferir en la investigación.
Juan Carlos Salas, con acceso al historial psicológicos de los presos, elegía a los que encontraba con más vulnerabilidades, y les ofrecía pastillas, droga y dinero a cambio de sexo
“Abuso sexual gravemente ultrajante” aparece definido por el Gobierno de Argentina como “los casos donde se suma a la situación de abuso un exceso que afecta aún más la dignidad de la víctima, la humilla y la degrada. Por ejemplo, actos sexuales realizados ante testigos”. Los jóvenes captados por Salas procedían de un programa para “jóvenes adultos” dentro de la prisión, y para los abusos utilizaba una sala del área de Sanidad que no estaba en uso.
Además de pastillas, el acusado también les suministraba drogas como cocaína o marihuana, introducidas en la cárcel por familiares de los propios internos y ocultas en paquetes de yerba. La investigación comenzó en abril de este mismo año, y Juan Carlos Salas fue detenido el pasado 23 de mayo después de que una de las víctimas solicitara una audiencia ante el juzgado después de una inspección de monitoreo como mecanismo local de prevención de la tortura.
OTROS DOS TRABAJADORES DE LA CÁRCEL, ACUSADOS DE ENCUBRIMIENTO
Según han indicado fuentes judiciales a elDiarioAR, en la investigación han declarado una veinte testigos entre internos, ex detenidos, ex trabajadores de la prisión y “profesionales que se desempeñaron junto al acusado dentro y fuera de su unidad”. Estos testigos contaron que escuchaban gemidos procedentes de la citada sala, que fue en su día una dependencia de radiología.
En la investigación han declarado una veintena de testigos
Pero Salas no ha sido el único en caer. Junto a él, están también acusadas de encubrimiento otras dos autoridades del complejo, quienes no habrían dado curso a distintos informes presentados desde el año 2022 y con denuncias por el comportamiento del acusado de los abusos. Son, en concreto, José Pedroche, jefe de Asistencia y Tratamiento de la Unidad Penal N° 15 de Batán, al que pertenecen las víctimas, y Daniel Medina, subdirector.
Así, informa el medio argentino La Vanguardia, ambos estaban al tanto de los abusos y no los denunciaron. Además, como se mencionaba al comienzo del artículo y afirmó la fiscal, los abusos ya estaban “naturalizados”. Serán citados a declarar próximamente estos otros dos trabajadores de una cárcel situada solo 15 kilómetros al oeste de la localidad de Mar del Plata.