El Ejército español podría contar próximamente con una indumentaria militar capaz de combatir el estrés térmico, gracias a un diseño en el que trabajan la empresa madrileña Fecsa, el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) y la mercantil catalana ECima. Esta solución podría trasladarse también a otros sectores de la sociedad, como por ejemplo la construcción, la agricultura o el ámbito industrial, con el objetivo de reducir los golpes de calor en los trabajadores.
El traje que se está desarrollando podrá disminuir la carga térmica sobre las personas en condiciones ambientales “de calor extremo”, como las vividas por los militares del Ejército de Tierra español durante sus maniobras y operaciones, consiguiendo minimizar las consecuencias para la salud. El diseño se confeccionará con un sistema mixto de materiales 3D y electrónica de bajo coste, integrados para evacuar el sudor al mismo tiempo que canaliza la circulación del aire, refrigerando zonas críticas y vitales. Asimismo, las tres entidades trabajan para que el diseño no dificulte la movilidad de quienes lo utilicen.
TESTEO EN COMBATIENTES
El proyecto ya ha atravesado diferentes pruebas en combatientes, en condiciones controladas en el laboratorio de Confort Térmico del IBV. Estos testeos han servido para "optimizar y adecuar" el sistema a las actividades y requisitos de indumentaria, balística y carga del Ejército de Tierra español. Gemma Romualdo, responsable de Proyectos de I+D en Fecsa, ha confirmado que continúan trabajando para mejorar la indumentaria y, por ello, han diseñado un nuevo equipo de combate "con textiles ligeros, permeables y de altas prestaciones mecánicas que aportan al usuario una mejora en el confort térmico en ambientes extremadamente cálidos".
El diseño en cuestión incorpora “una metodología que permite detectar pequeños cambios de temperatura y recrear un mapa corporal 3D para predecir y analizar su evolución", ha dicho Juan Carlos González, director de innovación en Indumentaria de IBV, pues el objetivo no es solo minimizar el estrés térmico de los combatientes, sino también “mantener sus capacidades tanto a nivel físico como psicológico en la toma de decisiones", añade Romualdo.
La nueva indumentaria permitirá "minimizar el estrés del combatiente para mantener sus capacidades tanto a nivel físico como psicológico en la toma de decisiones"
En las pruebas de validación de la innovadora solución han participado miembros del Mando de Operaciones Especiales (MOE) de Alicante y del Regimiento de Defensa Nuclear, Biológica y Química (NBQ) Nº 1 del Acuartelamiento Daoiz y Velarde, de Paterna (Valencia). Los tests se han realizado tanto con hombres como mujeres con el objetivo de que la solución se valide contando con criterios antropométricos, térmicos, ergonómicos, morfológicos y de género.
El Ministerio de Defensa también está supervisando las pruebas, institución que ha financiado el proyecto sujeto al Programa 'Coincidente 2020' y, aunque los resultados se han obtenido con la uniformidad del Ejército de Tierra, podrían ser aplicables al resto de las Fuerzas Armadas del Estado Español (Armada y Aire).
EXTRAPOLACIÓN AL ÁMBITO CIVIL
El ámbito civil también podría beneficiarse de esta innovadora solución para su uso en puestos de trabajo y actividades donde las elevadas temperaturas representen un factor determinante en el estrés térmico experimentado por los trabajadores. Hablamos de trabajos que involucran al sector de la construcción, limpieza, mantenimiento de calles y jardinería en entornos exteriores u otras ocupaciones donde los trabajadores se encuentran expuestos a una elevada carga térmica, como los sectores industrial y metalúrgico.