El avance de las nuevas tecnologías nos está permitiendo crecer a pasos agigantados en numerosos campos, incluido el sector sanitario. Más allá del progreso tecnológico con máquinas cada vez más precisas y robots autónomos en el entorno clínico, la inteligencia artificial también nos está apoyando en el proceso de diagnóstico de enfermedades. Un ejemplo de ello es la precisión de ChatGPT en la toma de decisiones médicas, que entrenado con las preguntas precisas es capaz de recomendar pruebas diagnósticas y ofrecer un diagnóstico y tratamiento determinado al personal médico.
Pero el caso que nos ocupa va más allá. En 2020 un niño estadounidense de 4 años, Alex, comenzó a sufrir unos dolores por todo el cuerpo que cada vez iban a más. A pesar de comenzar un tratamiento con ibuprofeno, los síntomas no remitían y sus padres no dudaron en llevarle de consulta en consulta para tratar de averiguar cuál era el problema de su pequeño. Así transcurrieron 3 años, en los que ningún médico conseguía dar con el diagnóstico preciso.
Courtney, la madre del niño, ha contado para los medios estadounidenses que llegaron a visitar a más de 17 especialistas, pero no sólo eran incapaces de aliviar los síntomas de Álex, sino que además le ofrecían diagnósticos erróneos. Mientras tanto, veían cómo la calidad de vida de su hijo mermaba, ya que no podía hacer vida normal ni jugar con sus amigos por los fuertes dolores.
"Escribí línea a línea todos los síntomas, todo lo que le había ocurrido, toda la información de las pruebas"
En medio de toda esta desesperación, Courtney decidió acudir a ChatGPT como último recurso y después de expresarle todos los síntomas e informarle de todas las pruebas médicas que le habían realizado, el popular chatbot determinó que el pequeño sufría el síndrome de la médula anclada. "Escribí línea a línea todos los síntomas, todo lo que le había ocurrido, toda la información de las pruebas", recuerda. Y una vez que la herramienta de IA le ofreció el diagnóstico, se unió a un grupo de Facebook sobre familias cuyos hijos también sufren esta enfermedad. Ahí fue cuando se dio cuenta de que todos los síntomas que relataban coincidían con los de su hijo.
El diagnóstico de síndrome de la médula anclada no se aproximaba a ninguno de los diagnósticos que los especialistas le habían dado a Alex, quienes lo habían achacado a problemas congénitos o anomalías cerebrales. Afortunadamente, Courtney ya respira aliviada e informa de que su hijo podrá recuperarse después de someterse a una intervención y completar su rehabilitación.
SÍNDROME DE LA MÉDULA ANCLADA
El síndrome de la médula anclada es una enfermedad neurológica rara causada porque la médula espinal se encuentra unida o anclada a los tejidos circundantes de la columna vertebral. Consecuentemente, la médula espinal no puede moverse ni acompañar al crecimiento de la columna vertebral, provocando daños en los nervios y fuertes dolores en todo el cuerpo, pero especialmente en la espalda. Esta patología es difícil de diagnosticar en niños pequeños, pues no tienen la capacidad de expresarse con detalle y, por lo tanto, se complica su diagnóstico.