La joven Carla Maronda, de 25 años y natural de Xàtiva (Valencia), acudió a las Fallas de 2024 para disfrutar de ellas como todos los años. Tras los días de celebración, no faltó a su cita con el hospital para que le extirparan un quiste en la ingle, pero nunca se imaginó que su estado de salud pudiera empeorar hasta tal punto de perder los dos pares de manos y pies.
Tras la intervención para extirparle el bulto, la joven recibió el alta y regresó a casa. Todo apuntaba a que la operación había salido correctamente, sin embargo, a los pocos días comenzó a sufrir náuseas y vómitos, acompañados de diarrea. Tras notar estos síntomas, acudió sin dudarlo al hospital, donde le realizaron diversas pruebas hasta dar con su diagnóstico: una bacteria maligna se había extendido por todo su cuerpo. Se desconoce si se contagió durante la operación o en los días previos.
“De todo se sale y podré volver a ser feliz”
Dicha bacteria le ocasionó un fallo multiorgánico hasta tal punto de que tuvo que ser inducida al coma, ya que su vida corría peligro. Mientras tanto, sufrió varias paradas cardiorrespiratorias y necrosis en las extremidades debido a la fuerte medicación que los médicos le habían pautado para tratar su enfermedad. Cuando Carla despertó, doce días después de ser inducida al coma, ya no tenía manos ni pies.
La valenciana ha ofrecido una entrevista en ‘Y ahora Sonsoles’, donde ha relatado visiblemente emocionada que, cuando despertó, no sentía estas partes de su cuerpo. Fue entonces cuando los médicos le explicaron que la medicación que habían utilizado para mantenerla con vida había provocado la muerte de los tejidos de sus extremidades, por lo que no tuvieron otra opción que practicarle la amputación de los miembros.
“A partir de ahí, ha cambiado mi vida”, confiesa. “Quiero que esto se vea, porque es un problema que cada día sucede más. Antes la gente se moría y hoy podemos sobrevivir. Somos un 5% de la población”, recuerda. Por ello, quiere que su caso no sólo pueda servirle como autoayuda, sino también ayudar a todos aquellos que puedan tener una realidad similar.
Por el momento, la joven se ha abierto una cuenta bancaria en la que recibir donaciones para poder encontrar las prótesis adecuadas. También ha adoptado ‘Tus Manos Son Mis Manos’ como lema de su causa, que difunde ahora a través de redes sociales para que su caso pueda ser escuchado por más gente y, de esta manera, sumar más visibilidad a los amputados. “De todo se sale y podré volver a ser feliz”, ha declarado Carla, haciendo saber que, aunque le espera un camino duro, siempre hay un atisbo de esperanza.