La pasada pandemia de Covid-19 supuso la necesidad de llevar a cabo una vacunación global nunca antes vista a lo largo de todo el planeta. Felizmente, la llegada de las distintas dosis supuso un alivio en una crisis sanitaria que paralizó la vida de millones de personas. Con todo, por muy felices que nos hiciera acudir a los diferentes centros de vacunación, hay que admitir que enfrentarse a las agujas no es un plato de buen gusto para muchos. Pero, aún así, y siguiendo las recomendaciones de expertos, la población accedió a completar su pauta vacunal correspondiente y, especialmente en población más vulnerables, reforzar la misma anualmente.
Sin embargo, este amor por la vacuna parece habérsele ido de las manos a algunas personas. En concreto, la revista científica The Lancet ha dado a conocer que un hombre alemán de 62 años llegó a suministrarse el mismo hasta 217 dosis contra la Covid-19 en un periodo de apenas 29 meses, es decir una media de más de ¡7 vacunas al mes! Hasta el momento no han trascendido las causas de esta ‘adicción’ vacunal, si bien todo podría apuntar a un excesivo celo sanitario del ciudadano germano.
Los investigadores han mostrado su incredulidad por el hecho de que el hombre no llegase en ningún momento a enfermar pese a esta vacunación masiva que se autoimpuso
De esta manera, nadie como esta persona ejemplificaría mejor el concepto de “enfréntate a tus miedos”, pues, no conviene olvidar, que una vacuna no deja de ser una dosis del propio virus. Este 'viral' caso ha suscitado la curiosidad de instituciones como la Universidad de Erlangen-Núremberg (Alemania), donde los investigadores han mostrado su incredulidad por el hecho de que el hombre no llegase en ningún momento a enfermar pese a esta vacunación masiva que se autoimpuso cual penitencia desde noviembre de 2019 hasta octubre de 2023.
NO SE APRECIARON DAÑOS
Los estudios desvelados han mostrado que en 62 parámetros de química clínica de rutina analizados en el individuo, no se pudieron detectaron anomalías de ningún tipo. Sin embargo, el análisis realizado por los expertos si reflejó que tras la última inyección con dosis de ARN mensajero se genero un ligero aumento en los niveles de anticuerpos anti-pico. En definitiva, se pudo concluir que su sistema inmunológico había salido de esta sin daños aparentes.
Si bien las células inmunitarias “perderían eficacia una vez que se acostumbraran a los antígenos”, este no fue el caso de este ‘indestructible’ individuo
El propio varón fue quien accedió a proporcionar muestras de sangre y saliva fresca, de las que se desprendieron que “en el día 189 después de la vacunación 215, estaban elevados en números absolutos, pero no en frecuencias relativas, en comparación con los individuos de control en el día 189 después de su tercera vacunación”, relataron los investigadores germanos en relación a los niveles de anticuerpos detectados en este alemán.
El doctor del departamento de microbiología de la universidad alemana, Kilian Schober, resultó la primera persona sorprendida al constatar que las muestras biológicas facilitadas por esta persona no mostrasen evidencia alguna de que hubiese estado infectado por coronavirus en ningún momento. Por ello, desde Erlangen-Núremberg consideraron que, si bien las células inmunitarias “perderían eficacia una vez que se acostumbraran a los antígenos”, este no fue el caso de este ‘indestructible’ individuo.
NO LO INTENTEN EN SUS CASAS
No en vano, las vacunas contienen partes del patógeno para acostumbrar al sistema inmunológico frente a una futura infección. De esta manera, al margen de este caso excepcional, los investigadores alemanes recalcan que "no defienden la hipervacunación como estrategia para mejorar la inmunidad adaptativa". "Las investigaciones actuales indican que una vacuna de tres dosis, junto con vacunas complementarias periódicas para los grupos vulnerables, sigue siendo el enfoque preferido contra la Covid-19”.