El ejercicio es una práctica conocida por sus incontables beneficios para la salud física y mental. Según indica el Ministerio de Sanidad, la actividad física es esencial para el mantenimiento y la mejora de la salud, así como para la prevención de enfermedades. Además, estos beneficios aplican para todas las personas y a cualquier edad. Por ello, no resulta extraño pensar que el ejercicio físico puede llegar a incrementar la esperanza de vida.
En este contexto, el doctor Antelm Pujol, médico especializado en Endocrinología y Nutrición, ha compartido, a través de su cuenta en la red social X (@AntelmPujol), un post sobre la relación entre la actividad física y la esperanza de vida en personas mayores de 60 años. Según datos analizados, más de 71,000 individuos de este grupo de edad aumentaron su longevidad gracias a realizar ejercicio físico.
Además, el Dr. Pujol destaca que las personas que entrenan más de 150 minutos a la semana a una intensidad moderada o alta pueden experimentar un incremento en su esperanza de vida de entre 3,4 a 4,5 años. Esto indica que la actividad física intensa es un factor clave para prolongar la vida y mejorar la salud en la tercera edad. Sin embargo, incluso con una cantidad pequeña de ejercicio se pueden observar beneficios.
Las personas que entrenan más de 150 minutos a la semana a una intensidad moderada o alta pueden experimentar un incremento en su esperanza de vida de entre 3,4 a 4,5 años
Simplemente con un paseo a intensidad moderada de unos diez minutos diarios, se puede observar un aumento en la esperanza de vida de entre un año y un año y medio. El hallazgo aporta esperanza para aquellas personas que, debido a su condición física o a alguna enfermedad, no pueden comprometerse a realizar entrenamientos intensos o prolongados. Con este nuevo dato, incorporar paseos cortos pero regulares puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida y longevidad.
BENEFICIOS DEL EJERCICIO PARA LA SALUD
Realizar ejercicio físico aporta beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales. En concreto, el Ministerio de Sanidad indica que reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, tensión arterial alta, cáncer de colon y diabetes. Además, ayuda a controlar el sobrepeso, la obesidad o el porcentaje de grasa corporal, así como a fortalecer los huesos y músculos. Por otro lado, mejora el estado de ánimo y disminuye el riesgo de padecer estés, ansiedad y depresión. En lo relativo a los beneficios sociales, fomenta la sociabilidad y aumenta la autonomía y la integración social.
BENEFICIOS ADICIONALES EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA
Sanidad también destaca que, en la infancia y adolescencia, hay una serie de beneficios adicionales relacionados con esta práctica:
- Contribuye al desarrollo integral de la persona.
- Controla el sobrepeso y la obesidad en una etapa crucial.
- Contribuye a una mayor mineralización de los huesos y disminución del riesgo de padecer osteoporosis en la vida adulta.
- Contribuye a una mejor maduración del sistema nervioso motor y al aumento de las destrezas motrices.
- Mejora el rendimiento escolar y la sociabilidad.