¿Estás dentro del agua y sientes dolor de estómago, mareo, náuseas o escalofríos? Podrían ser síntomas del llamado síndrome de inmersión o también conocido síndrome de hidrocución. “Ocurre cuando el cuerpo entra en contacto con agua fría de forma repentina, provocando cambios en la presión arterial y la frecuencia cardíaca”, según explica @Salud_JCYL en su cuenta de X. Esta afección, además, puede provocar una disminución de la tensión arterial y la pérdida de consciencia.
Pero, si esto ocurre, ¿qué se debe hacer? Pues bien, @Salud_JCYL ha publicado una infografía en redes sociales con ocho consejos sobre cómo actuar ante este síndrome. Estas recomendaciones incluyen, por un lado, medidas para saber actuar cuándo esto pasa y, por otro, las precauciones que hay que seguir para evitar el síndrome de hidrocución en playas y piscinas.
En primer lugar, @Salud_JCYL recomienda “salir del agua o en el caso de estar haciendo ejercicio, parar inmediatamente”. Este consejo debe seguirse acompañado de otros como “secar y tumbar a la persona con las piernas ligeramente elevadas para prevenir una lipotimia”.
Después de seguir estos pasos, es importante tener en cuenta otras dos actuaciones para recuperarse. La primera es “vestir a la víctima o taparle con una toalla, sábana”. Esta acción ayudará a la persona afectada por el síndrome de inmersión a mantener su calor corporal y así evitar otros problemas asociados. Y la segunda sería “permanecer en reposo y esperar a que se estabilice la tensión arterial”.
"Pedid que os ayude un profesional sanitario o si veis que no mejora, llamad al 112”
Aún así, la ayuda de los profesionales sanitarios es fundamental, especialmente si la situación tras sufrir este síndrome se complica. Por esta razón, “si esto os ocurre, pedid que os ayude un profesional sanitario o si veis que no mejora, llamad al 112”, recomienda los profesionales de @Salud_JCYL.
¿CÓMO EVITARLO?
Aunque con la ayuda de los sanitarios y siguiendo estos pasos la persona afectada puede salir ilesa de esta situación, existen también recomendaciones para evitar este síndrome. Y es que para meternos en agua fría de playas o piscinas, es importante tener en cuenta ciertas consideraciones relacionadas con la comida o la forma en la que nos sumergimos.
Como explican los expertos, una comida abundante puede ser el desencadenante de este problema. Por esta razón, “es importante evitar las comidas copiosas en verano, sobre todo si vamos a bañarnos inmediatamente después”.
Por último, los sanitarios recomiendan “evitar sumergirnos en agua fría de manera brusca” y “tampoco meternos de golpe en el agua después de haber estado tomando el sol”, ya que los contrastes de temperatura son los principales causantes de lo que se conoce como síndrome de hidrocución.