No todas las infecciones de dientes y encías tienen que ser tratadas con antibióticos. Para recordar este mensaje los comités de Pacientes y Ciudadanía y Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) han elaborado una infografía, en colaboración con el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) sobre el correcto uso de los antibióticos.
El abuso de estos medicamentos así como su uso de forma incorrecta ha desarrollado bacterias resistentes a los antibióticos, consideradas ya uno de los mayores problemas de salud pública a los que se enfrentan los sistemas sanitarios de todo el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que en Europa mueren ya más de 33.000 personas al año como consecuencia de infecciones causadas por bacterias resistentes y, si no se actúa ya, para 2050 se podría superar la barrera de los 10 millones de muertes anuales en todo el mundo.
El uso inapropiado de antibióticos conlleva riesgos como problemas para la salud y la creación de resistencias
El dentista es el profesional de referencia para el tratamiento de enfermedades de los dientes, encías y otros problemas de la boca. No obstante, los médicos también pueden valorar y tratar problemas bucodentales. “El dentista tras examinar la boca para determinar la causa del dolor o la inflamación y elegir cuál es el mejor tratamiento para solucionarlo”, afirman desde SEFAP. En la mayoría de las ocasiones el problema puede resolverse con un empaste, una extracción de la pieza dental u otro procedimiento, sin necesidad de un antibiótico. “Si fuera necesario, el dentista te podrá recetar también algún medicamento, como puede ser un analgésico para el dolor o un antiinflamatorio”, añaden.
En la infografía se recuerda que los dentistas y los médicos son los únicos encargados de recetar un antibiótico. "No tomes antibióticos por tu cuenta tampoco si te lo recomiendan familiares o amigos", indican desde SEFAP ya que “su mal uso conlleva riesgos como problemas para la salud y la creación de resistencias”.
Tener dolor inflamación o enrojecimiento en dientes y encías no siempre significa que se tenga una infección, indican los expertos y recuerdan que “ni todas las infecciones de la boca ni la mayoría de procedimientos realizados por el dentista necesitan antibióticos”, concluyen.