¿Sabes cómo evitar la salmonelosis? Esto debes hacer para no sufrirla este verano

Salud de Castilla y León publica en su cuenta de X una serie de prácticos consejos para evitar contraer salmonelosis este verano

Consejos prácticos para evitar la salmonelosis este verano (Foto. Freepik)
Consejos prácticos para evitar la salmonelosis este verano (Foto. Freepik)
26 junio 2024 | 12:55 h
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La Salmonelosis es una enfermedad conocida por todos pero, pese a ello, la mayoría de las personas no toma las medidas adecuadas para prevenirla. Con la llegada del verano, que se traduce en comidas al aire libre en la playa o el campo, llega también el calor, en el que la bacteria causante de esta infección alimentaria encuentra el ambiente perfecto para proliferar. Con el objetivo de prevenir que estas vacaciones se pasen con problemas gastrointestinales (en el mejor de los casos), desde la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de Castilla y León inciden en la necesidad de adoptar una serie de medidas sencillas para evitar la enfermedad.

Así, a través de su cuenta en la red social X, Salud JCYL (@Salus_JCYL), han publicado un post con consejos prácticos para evitar la salmonelosis. Hábitos como la refrigeración de alimentos lo antes posible, evitar que los alimentos crudos se escurran sobre otros o mantener limpios los utensilios de cocina pueden ayudar a prevenir la salmonelosis. En concreto, cerca de la mitad de las toxiinfecciones alimentarias, de las que se conoce el organismo vivo que las origina, están causadas por bacterias del género Salmonella. Estas bacterias son las causantes de la mencionada salmonelosis, una enfermedad con sintomatología principalmente de tipo gastrointestinal. En algunos casos, puede llegar a ser especialmente grave.

Este patógeno accede a las personas a través de los alimentos, particularmente los de origen animal. Además, las bacterias infectan principalmente durante el verano, época en la que se registra un mayor número de brotes de enfermedades de origen alimentario, causadas por el consumo de alimentos aparentemente en buen estado. Pese a su apariencia, pueden estar contaminados por la bacteria, que durante los meses de calor encuentra las condiciones óptimas para su desarrollo.

Las bacterias infectan principalmente durante el verano, época en la que se registra un mayor número de brotes de enfermedades de origen alimentario

Los alimentos preferidos de esta bacteria son los huevos y sus derivados poco cocinados o crudos, como mahonesas, clara batida y cremas, además de carnes como la de ave y pescado. No obstante, la Salmonella también puede encontrarse en marisco y otros alimentos, así como en el agua y el medio ambiente contaminados con heces procedentes de animales o personas infectadas. Estas bacterias pasan a los alimentos a través de manos sin lavar, superficies de trabajo sucias o de otros alimentos crudos, contaminados o poco cocinados.

La buena noticia es que todo esto se puede prevenir siguiendo una serie de consejos prácticos. Por un lado, es fundamental ser exigente en la higiene personal y lavar las manos con agua caliente y jabón al inicio de la jornada de trabajo, después de ir al servicio y siempre antes de preparar o servir alimentos. Las medidas de higiene deben extremarse especialmente en caso de diarreas, que deben ser siempre notificadas al médico. A su vez, se debe alejar a las mascotas u otros animales de los lugares de preparación de comidas.

Una vez cumplido con todo esto, llega el momento de prestar atención a la compra y almacenamiento de los alimentos. Los productos deben ser adquiridos únicamente en establecimientos autorizados, y se debe exigir la documentación comercial de acompañamiento. Carnes, pescados, mariscos y moluscos tienen que refrigerarse lo antes posible tras su adquisición o recepción, y hay que impedir que puedan escurrir sobre otros alimentos que vayan a ser consumidos en crudo. Únicamente se deben adquirir huevos etiquetados de categoría A, y los que estén fisurados, rotos o sucios no pueden ser utilizados en los establecimientos de restauración. Los huevos tienen que almacenarse en refrigeración o en un lugar fresco y seco y siempre hay que respetar la fecha de consumo preferente indicada en los envases.

Desde Castilla y León recomiendan también no romper el huevo en el borde de los recipientes donde se vayan a batir y emplear el recipiente únicamente para esta operación

El siguiente paso es preparar la comida, una actividad en la que se deben extremar las precauciones. Las superficies, recipientes y utensilios en contacto con los alimentos deben mantenerse limpios antes y después de cada uso. En la elaboración de mayonesas, salsas y cremas no pueden utilizarse huevos frescos, su elaboración se hará exclusivamente con ovoproductos. Desde Castilla y León recomiendan también no romper el huevo en el borde de los recipientes donde se vayan a batir y emplear el recipiente únicamente para esta operación, además de no separar las claras de las yemas con la propia cáscara del huevo. Por último, todos los alimentos deben estar debidamente cocinados.

Finalmente, el último paso se centra en conservar la comida preparada adecuadamente, evitando poner en contacto los alimentos crudos con la comida preparada y empleando recipientes herméticos para guardar y mantener refrigerada la comida preparada. Los alimentos cocinados y las sobras de comida tienen que conservarse en el frigorífico hasta su consumo, del mismo modo que la mayonesa y salsas similares una vez abierto el envase. La temperatura óptima para los alimentos con vida útil menor de 24 horas debe ser menor o igual a 8ºC, mientras que la de los alimentos con vida útil mayor de 24 horas es menor o igual a 4ºC.

Los alimentos conservados en caliente se han de mantener a temperatura igual o superior a 65ºC. Además, para regenerar comidas refrigeradas o congeladas se recalentarán en el menor tiempo posible, asegurándose siempre de que se alcance en el centro del producto una temperatura igual o superior a 65ºC. Por último, desde Castilla y León desaconsejan exponer comidas preparadas o aperitivos sobre la barra, a temperatura ambiente y sin la adecuada protección que evite su contaminación.

 

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