Una de las preguntas más frecuentes y que especialmente invade a muchas mujeres que quieren hacerse un tatuaje es si la posibilidad de hacérselo en la espalda podría implicar algún riesgo a la hora de colocar la epidural. Aunque este tipo de anestesia es bien conocida porque se utiliza en los partos, también se emplea en otras intervenciones en las que está involucrada la mitad inferior del cuerpo.
Lo cierto es que es un tema que genera algo de controversia, ya que incluso los especialistas no logran un consenso al respecto. Pero para salir de dudas, la influencer y anestesióloga Elena Casado Pineda (@medicilio) ha explicado a sus más de 128.000 seguidores de TikTok cuál es la evidencia científica que se tiene actualmente al respecto. Y, llegados a este punto, señala que “no se han encontrado casos vinculados con el hecho de haber puesto una epidural a través de un tatuaje que tengan más complicaciones que en una mujer que no esté tatuada”.
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Aunque reconoce que en Medicina siempre prima la precaución, ella, como anestesióloga se muestra como “fiel defensora de la epidural” e insiste en que “estar tatuada no hace que no puedan ponértela”. Incluso en aquellas personas con tatuajes “más tupidos”, “que cubran toda la espalda” o que tengan “mucho color”, recuerda que existe un método alternativo para colocar la epidural y que “no cuesta nada”:
“Por precaución, porque en Medicina nunca se es bastante precavido, y teniendo alternativas, lo que se hace es poner anestesia local en la piel, que la ponemos siempre, porque si no la aguja duele, y con esa misma anestesia, con una punta de bisturí muy fina, se abre un corte milimétrico que te permita pasar la punta de la aguja”. De esta forma no se “arrastra” tinta y, “a partir de ahí, la técnica es exactamente la misma”, recuerda.
“Por tanto, si alguien os dice que por ir tatuadas no os podéis poner la epidural, llamáis a un segundo anestesiólogo, por favor, que os valore. Y si os lo dice alguien del equipo de parto, que ni siquiera es anestesiólogo, le decís que queréis que os lo diga el anestesiólogo a la cara”.
"Si una mujer pide que alivien su dolor y por una cosa que no está científica probada se niegan a darle ese servicio, cuando es un derecho, se está haciendo una discriminación"
Si, llegados a este punto, es todo el personal del hospital el que niega el uso de la epidural por llevar un tatuaje en la espalda, la Dra. Casado reconoce que probablemente “en ese momento no se va a poder hacer nada porque bastante apuradas vais a estar pariendo”. Sin embargo, anima a “poner una reclamación”.
Además, la popular anestesióloga señala que este tipo de situaciones no dejan de ser una “discriminación por algo físico, como es ir tatuada”, ya que a la paciente se le está negando un servicio, como es “aliviar su dolor, es su derecho”. Sin embargo, algunos doctores se aferran a una afirmación que “no está científicamente probada”.