Como cada 8 de mayo, se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovario, una enfermedad que supone el sexto tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres, alcanzando una incidencia de 205.000 casos nuevos detectados cada año, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Además, suelen diagnosticarse en los estadios más avanzados, ya que sus síntomas son muy leves o incluso imperceptibles.
Aunque afortunadamente los niveles de supervivencia a este tipo de actividad tumoral son cada vez mayores, situándose en el 41% según la Red Española de Registros del Cáncer (REDECAN), sigue siendo una cifra preocupante. La visibilización de la enfermedad es, por tanto, fundamental para promover la visita al ginecólogo y facilitar los diagnósticos en mujeres, dado que los síntomas no son específicos.
Con motivo de la efeméride y para contribuir a esa concienciación, son varios los profesionales de la salud que se han volcado con la causa en redes sociales. Una de ellas ha sido la popular ginecóloga Lorena Serrano (@hello.gyn), quien anima a las mujeres a través de Instagram a no dejar pasar sus revisiones ginecológicas: “Es muy importante que hables con tu médico si tienes predisposición genética y que busquéis la solución que mejor se adapte a tu situación, además de tener en cuenta los factores de riesgo”.
La experta en salud femenina ha aportado 8 datos clave para el abordaje de la enfermedad:
- Aunque “los quistes de ovario son habituales”, suelen ser “benignos” en la mayor parte de los casos. Se ha observado que “los tumores ováricos malignos son más frecuentes en la menopausia, alrededor de los 60 - 65 años”.
- Respecto a la mortalidad, la ginecóloga destaca que “es elevada”, un hecho que ocurre por los diagnósticos tardíos, motivados por los “síntomas inespecíficos”: “el diagnóstico de 3 de cada 4 pacientes se realiza en un estado avanzado de la enfermedad”. Por este motivo, el cáncer de ovario también es conocido como el “asesino silencioso”.
- Para la detección, las pruebas diagnósticas empleadas suelen ser “el examen pélvico, análisis de sangre para detectar marcadores tumorales y pruebas de diagnóstico por imágenes como la ecografía transvaginal, el TAC…”.
- No obstante, la doctora señala que “ninguna de estas pruebas es definitiva y el diagnóstico se confirma al analizar el tumor una vez ya extirpado”.
- Respecto a la prevención, recuerda la importancia de “reducir los factores de riesgo conocidos”, como las alteraciones genéticas, la obesidad o el tabaquismo, así como “adoptar un estilo de vida saludable”. Aquí incluye mantener un peso saludable o limitar el consumo de alcohol.
- También invita a “discutir con el médico la posibilidad de cirugía preventiva en mujeres con alto riesgo genético”.
- En cuanto a la sintomatología, la ginecóloga recuerda que “suelen ser muy inespecíficos, leves o pueden simular problemas gastrointestinales”. Los síntomas pueden comprender dolores pélvicos, distensión abdominal, sensación de hinchazón o gases, pérdida de peso o sensación de plenitud al comer, entre otros.
- Como factor clave para el abordaje de la enfermedad, la Dra. Serrano insta a “crear conciencia sobre el cáncer de ovario y promover la investigación para mejorar su detección, tratamiento y prevención”.
Por otro lado, la Dra. Matilde Gómez (@dr.matildegomez), también ginecóloga, ha querido aprovechar la fecha para explicar los motivos por los que los ginecólogos ‘temen’ al cáncer de ovario. Para ello, destaca que además de tratarse del “cuarto tumor ginecológico en frecuencia en la mujer”, “no hay una prueba de detección precoz”, como sí ocurre, por ejemplo, con las citologías para el cáncer de cervix o las mamografías para el cáncer de mama.
"No hay una prueba de detección precoz"
Asimismo, la doctora también ha insistido en que los síntomas de la enfermedad son inespecíficos y que “no todos los cánceres de ovario son iguales” ya que “dependen del tipo de células que se reproduzcan”. Pueden ser “las células epiteliales que rodean el ovario, las células germinales que dependen de los ovocitos o las células estromales, que dependen de las células que producen las hormonas”.
A los factores de riesgo que ha destacado la Dra. Serrano, la Dra. Gómez añade la edad (>50 años), las mujeres que no han dado lactancia ni han atravesado un parto, los antecedentes familiares, la obesidad y el sedentarismo. Así pues, aunque “no hay prevención” posible, “puede ayudar tomar anticonceptivos hormonales, usar el DIU hormonal y tener un estilo de vida saludable”. Por ello, también anima a las mujeres a que acudan a consulta para realizar su revisión anual.