El Ministerio de Sanidad ha informado a través de sus canales, incluidas las redes sociales como X (antiguo Twitter), que queda activado “el nivel 2 de riesgo por bajas temperaturas en Huelva, Córdoba, Valencia, Zaragoza y Girona” y “el nivel 3 de riesgo por bajas temperaturas en Sevilla”. Ante esta situación climatológica de frío adverso, @sanidadgob procede a intensificar la información a la ciudadanía, profesionales sanitarios y a personas y colectivos más vulnerables sobre los efectos de la exposición a bajas temperaturas.
Uno de los riesgos que crece bajo este contexto es la mayor posibilidad de contraer infecciones respiratorias. De hecho, estos días España vive un repunte de casos de gripe y Covid-19, con una incidencia de 739,9 casos por 100.000 habitantes. Ante esta situación, el Ministerio de Sanidad ha dejado unos consejos útiles en la misma red social para evitar el contagio:
- Cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar.
- Usar pañuelos desechables para contener las gotitas respiratorias o las secreciones.
- Después de usar los pañuelos, echarlos a la bolsa de basura más cercana.
- Realizar higiene de manos (lavárselas con agua y jabón o limpiarlas con un gel con alcohol), regularmente y después de tener contacto con secreciones respiratorias.
- Usar mascarilla cuando se tienen síntomas respiratorios.
- Seguir las recomendaciones de vacunación frente a microorganismos respiratorios.
- Evitar, en lo posible, acudir al puesto de trabajo con síntomas de enfermedad.
"Estas son medidas poco eficientes y cuya responsabilidad cae sobre los usuarios"
Sin embargo, Miguel Ángel Campano (@MA_Campano), Profesor de Arquitectura en la Universidad de Sevilla y divulgador en redes sociales, cree que estas son medidas “poco eficientes”, que dejan toda la “responsabilidad sobre los usuarios” y que van encaminadas a la protección frente a los patógenos como las bacterias, pero que dejan en manos vacías otras enfermedades, como por ejemplo, el SARS-COV-2.
De hecho, subraya que el Ministerio de Sanidad ha olvidado una de las acciones más importantes contra la propagación de las enfermedades respiratorias, que no es otra que la correcta ventilación de los espacios. Por ello, propone complementar las medidas de prevención dictadas por el Ministerio con estas otras:
- Buena ventilación (mejor medida a través del CO2) o actividades en el exterior.
- Uso de mascarillas FF2/FFP3 bien ajustadas en interiores concurridos.
- Testeo mediante antígenos (recomendable que sea preventivo, antes de un evento).
- Si se tienen síntomas (o test positivo), lo prudente es quedarse en casa.
- Otras estrategias útiles: filtrado, aforos dinámicos y tiempo de permanencia según tipo de actividad...
El experto en arquitectura, ingeniería y espacios cree que muchos organismos públicos no citan estas medidas, “ampliamente validadas por la comunidad científica”, porque “su adecuada implementación depende de gestores y administraciones”, algo que “sería un problema en su propio tejado”. Para despejar sus competencias, las entidades proponen “medidas cuya responsabilidad recae directamente sobre los usuarios”.
Por último, Campano matiza por qué denomina a las enfermedades respiratorias como “aéreas”, pues “la ‘etiqueta respiratoria’ sirve, como mucho, para evitar proyectar muy lejos los bioaerosoles exhalados al toser/estornudar...”. Sin embargo, “estos siguen liberándose al aire”, lo que supone una “transmisión a medio/largo alcance”.