Las quemaduras son lesiones que pueden variar ampliamente en su severidad, desde daños superficiales que afectan únicamente la capa externa de la piel, hasta lesiones mucho más graves que comprometen las capas más profundas del cuerpo, como la dermis, los músculos, los tendones e incluso los huesos en casos extremos.
En una reciente publicación en Instagram, la cuenta @enfermeraenapuros ofrece una guía clara y práctica para identificar los diferentes tipos de quemaduras y saber cómo actuar ante ellas dejando claro que “las quemaduras pueden ser más complejas de lo que parecen”. Según explica, su clasificación depende de la profundidad del daño que causan en los tejidos y de las áreas del cuerpo que afectan.
“Las quemaduras pueden ser más complejas de lo que parecen”
Las más leves suelen afectar solo la capa externa de la piel, conocida como epidermis, provocando enrojecimiento, dolor y una ligera inflamación. Aunque pueden ser incómodas, estas quemaduras generalmente no representan un riesgo mayor y pueden tratarse en casa con medidas simples como enfriar la zona afectada con agua y aplicar cremas específicas para aliviar los síntomas.
Sin embargo, la situación cambia cuando las quemaduras alcanzan capas más profundas de la piel, como la dermis. Estas lesiones no solo causan dolor más intenso, sino que también pueden generar ampollas y mayor enrojecimiento. La cuenta advierte que, en estos casos, buscar atención médica es crucial, especialmente si la quemadura afecta una gran superficie del cuerpo o si hay señales de infección, como fiebre o cambios en el color de la herida.
En los casos más graves, las quemaduras pueden destruir todas las capas de la piel, llegando a dañar los tejidos subyacentes como músculos e incluso huesos. Este tipo de lesiones, aunque impactantes, a menudo no son dolorosas en el centro debido al daño en las terminaciones nerviosas. Sin embargo, representan una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato en un entorno hospitalario.
De esta manera, en su publicación, remarca que las quemaduras más extremas, conocidas como de cuarto grado, no solo afectan la piel, sino que también comprometen tejidos profundos, tendones e incluso los huesos. Estas lesiones son potencialmente mortales si no se tratan de manera rápida y adecuada.
La publicación recuerda que adoptar medidas de seguridad básicas, como mantener líquidos calientes fuera del alcance de los niños, utilizar protección adecuada al manejar sustancias o equipos de alta temperatura y evitar la exposición innecesaria a fuentes de calor, puede reducir drásticamente el riesgo de sufrir este tipo de lesiones.
En caso de que ocurra una quemadura, el tiempo de respuesta es esencial. Enfriar la zona afectada con agua fría de inmediato puede limitar el daño, mientras que cubrir la quemadura con un apósito limpio y seco puede ayudar a prevenir infecciones hasta que se reciba atención médica. La publicación enfatiza la importancia de no aplicar remedios caseros como aceites, mantequilla o cremas no indicadas para este propósito, ya que podrían agravar la lesión. En este sentido, @enfermeraenapuros finaliza su publicación recordando que la educación es clave para proteger la salud. Entender la gravedad de las quemaduras y saber cómo actuar puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y lenta.