El Síndrome de Wernicke-Korsakoff (WKS) es una patología de prevalencia exacta desconocida, ya que a menudo es difícil de identificar. Se trata de una combinación de dos afecciones neurológicas, la Encefalopatía de Wernicke, caracterizada por la desorientación o confusión mental, problemas de equilibrio y de movimiento ocular, y el Síndrome Amnésico de Korsakoff, por el que el paciente desarrolla una pérdida de memoria de los recuerdos recientes, principalmente.
El psicólogo e investigador Carlos Rebolleda (@RebolledaGil) ha querido visibilizar esta condición en un hilo deX (antiguo Twitter), donde ha explicado que el síndrome “se relaciona fundamentalmente con la malnutrición asociada al alcoholismo crónico, aunque en ocasiones puede aparecer sin este antecedente o tras episodios subagudos no diagnosticados”.
Otras de las causas detrás de la aparición del Síndrome Wernicke-Korsakoff son síntomas de malnutrición por otras razones clínicas o de enfermedades con lesiones en las regiones talámica medial o inferomedial de los lóbulos temporales. También puede ser “de etiología isquémica, tumoral u otras”.
En cualquier caso, el “deterioro desproporcionado de la memoria con relación a otras funciones cognitivas, en un sujeto despierto, atento y con capacidad para responder” es el principal síntoma. El defecto del aprendizaje y la pérdida de los recuerdos, ya sean recientes o antiguos, es otra de las características de la enfermedad, si bien “en general, la memoria reciente se encuentra más afectada que la remota”, indica el psicólogo.
“El paciente suele estar apático y carece de iniciativa, espontaneidad y autocrítica”
Además, las funciones cognitivas como la concentración, la organización espacial y la abstracción visual o verbal “también pueden estar alteradas”. Y los pacientes pueden demostrar “confabulación o falsificación creativa de la memoria en el discurso”, señala el experto. De hecho, “el paciente suele estar apático y carece de iniciativa, espontaneidad y autocrítica”.
Además de ser una condición infradiagnosticada, el Síndrome de Wernicke-Korsakoff (WKS) “a menudo se percibe como intratable”. Sin embargo, existen vías de tratamiento con tiamina, una vitamina del grupo B cuyo déficit es la causa más común de la aparición de la enfermedad, especialmente en los individuos con abuso de alcohol.
Para el abordaje del síndrome, el psicólogo indica que, tras el “tratamiento con tiamina, solo el 25% no muestra ninguna recuperación, el 25% experimenta mejoría discreta, el 25% mejoría significativa y el 25% recupera completamente la memoria”, concluye el hilo de X.