En los días de altas temperaturas, disfrutar de un baño en piscinas o playas es casi una obligación. Sin embargo, los cambios bruscos de temperatura, del calor del sol al agua de las piscinas, pueden suponer un riesgo para la salud. Si la entrada a la piscina no se hace de manera progresiva, podría provocar mareos, pérdida de conocimiento y lo que se conoce comúnmente como corte de digestión.
Hidrocución o Síndrome de Sumersión-Inhibición es el término que define al temido corte de digestión. El Ministerio de Sanidad lo define como “la muerte por inmersión en un líquido antes de que éste pase a los pulmones”.
Además, destaca que, siempre que se produce, es de forma “accidental” y los factores de riesgo a sufrir una hidrocución son “baños de sol prolongados, insolación previa al baño, ejercicio intenso previo al baño, digestiones lentas por alimentación copiosa o falta de costumbre al agua fría”.
💦 Antes de meterte en una piscina, hay recomendaciones que debes tener en cuenta.
— Comunidad de Madrid (@ComunidadMadrid) August 25, 2023
▶️ El equipo del #SUMMA112 te explica cómo bañarte de forma segura. #ProtégeteDelCalor
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Para garantizar un baño seguro y evitar un shock termodiferencial, el servicio SUMMA 112 de la Comunidad de Madrid ofrece en sus redes sociales unas recomendaciones para disfrutar de las zonas acuáticas y combatir el calor de forma segura.
“En los días de temperaturas altas, estamos acostumbrados a utilizar el agua para refrescarnos, pero es importante que antes de meternos en una piscina, hagamos el paso de manera progresiva”, explica Sara Navarro, supervisora de enfermería del servicio SUMMA 112.
“Nuestro organismo está concentrado en realizar la digestión y nos cuesta más acostumbrarnos o aclimatar nuestro cuerpo a ese cambio brusco de temperatura"
Mojarnos el cuerpo poco a poco, empezando por la cabeza, para evitar el contraste del calor con el agua más o menos fría, es el paso previo recomendado. Estas recomendaciones toman más protagonismo “sobre todo si hemos estado expuestos previamente a altas temperaturas o hemos realizado una comida copiosa”, recuerda Navarro.
“Nuestro organismo está concentrado en realizar la digestión y nos cuesta más acostumbrarnos o aclimatar nuestro cuerpo a ese cambio brusco de temperatura”, añade la supervisora del SUMMA 112.
Asimismo, la exposición al sol previa a un baño de agua fría en una piscina, puede suponer un riesgo elevado. “Lo mismo sucede si hemos estado expuestos previamente durante un largo periodo a temperaturas altas, por ejemplo, tomando el sol”, afirma Navarro.
La supervisora de enfermería del SUMMA 112 tiene claro que, disfrutar del baño de una forma responsable, podría evitar numerosos accidentes. Por eso, concluye que, lo más recomendado, es “hacer la entrada en el agua de manera progresiva para evitar que ese cambio de temperatura repercuta negativamente en nuestra salud”.