Lo que se preveía como un idílico viaje de vacaciones con su mujer, ha terminado siendo una de las peores pesadillas para Alexander García Galas, un donostiarra de 36 años que se encuentra ingresado en la UCI de un hospital de Bangkok (Tailandia) desde hace más de un mes en estado crítico. Un diagnóstico médico equivocado y un conflicto con la aseguradora del viaje están detrás de la odisea de esta pareja, que ahora busca la repatriación de Álex para ser atendido en España.
Unas molestias en la tripa llevaron al joven a acudir en varias ocasiones a las urgencias de Euskadi para descartar posibles problemas de salud antes de realizar el viaje. Allí recibió un diagnóstico que descartaba cualquier afección estomacal y achacaba su dolencia a la acumulación de gases. Fue ya en Tailandia, país al que la pareja viajaba con una póliza de seguros, cuando Álex comenzó a encontrarse peor y no dudó en acudir al Hospital Samitivej de Bangkok.
Tanto es así que nada más pisar suelo tailandés, el joven sufrió trombos, insuficiencia en los pulmones y falta de oxígeno. Tras las pruebas pertinentes, enseguida fue ingresado con una pancreatitis necrotizante de origen biliar a un 30 %, con pronóstico muy grave. La hospitalización de Álex ocurrió el pasado 25 de febrero y, desde entonces, su familia está buscando todas las opciones posibles para poder repatriarle a España y continuar aquí su atención médica.
La pancreatitis de Álex ha evolucionado de un 30% a un 50%
Un mes después, el seguro de viajes que había contratado la pareja organizó un viaje con una aerolínea regular y con el acompañamiento de un médico para poder repatriar a Álex. Sin embargo, los vómitos del donostiarra antes de acceder al avión echaron para atrás al piloto, que le denegó el vuelo. Inmediatamente, Álex tuvo que ser ingresado en otro hospital de Tailandia, donde fue intubado tras habérsele diagnosticado una neumonía y complicaciones por un paro cardíaco.
INTENTOS DE REPATRIACIÓN FALLIDOS
Mientras tanto, los familiares de la pareja contactaron con la aseguradora para luchar por la posibilidad de gestionar una ambulancia aérea. Una opción que fue rechazada por la compañía al considerar que la petición superaba las condiciones de la póliza, a pesar de que en los papeles firmados se incluía una ‘repatriación ilimitada’. Tras encontrarse con la negativa, la familia contrató con sus propios medios una ambulancia médica que pusiera a disposición de Álex dos médicos para su asistencia.
Pero un día antes de la esperada repatriación, apareció un nuevo problema burocrático. La compañía de seguros informaba de un excedido en la póliza. El hospital tailandés reclamaba el pago de 26.500 euros, algo que sobrepasaba los esfuerzos económicos de la familia. Probablemente este cúmulo de sucesos y el grave estado de salud perjudicaran al enfermo a la llegada del aeropuerto en su segundo intento de repatriación, donde se mostró en estado de agitación.
Lamentablemente, ese segundo intento de regreso a España también fue fallido. Aunque el informe del hospital especificaba que Álex sólo necesitaría 4 litros de oxígeno para completar el vuelo de repatriación, los responsables del chequeo para el viaje decretaban que serían necesarios 30 litros. Motivo por el que el personal médico del avión privado decidió abortar la operación.
La familia de Álex reclama que pueda ser repatriado con la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire (Umaer)
Por el momento, la familia de Álex sigue preocupada las últimas novedades en su estado de salud, pues la pancreatitis ha empeorado al 50%, existe riesgo de hemorragia interna y ya no le funciona el tratamiento antibiótico que le habían pautado. Además, la deuda económica de la familia ha crecido exponencialmente. Simplemente por la atención recibida en el hospital para estabilizar al joven vasco (y no para abordarla de forma directa) ha generado una factura de 140.000 euros.
Por todo ello, el objetivo es repatriar a Álex tan pronto como sea posible, para que pueda recibir el tratamiento adecuado en España y obtener el apoyo de sus familiares, incluido el de sus dos hijos de 5 y 8 años. La Embajada española en Bangkok es conocedora del caso desde que tuvo constancia de las complicaciones en el estado de salud de Álex, aunque indica que no puede hacer más al respecto.
No obstante, la familia del afectado reclama que Álex pueda ser repatriado con la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire (Umaer). Parece que el Ministerio de Defensa está estudiando todas las opciones, aunque mientras tanto la familia de Álex ha pedido ayuda a través de las redes sociales y los medios de comunicación, iniciando una campaña de recogida de fondos con el objetivo de lograr 221.000 euros. La iniciativa ha recaudado ya cerca de 86.000 euros.