La pequeña Indi Gregory, una bebé británica de ocho meses con una enfermedad mitocondrial incurable, ha fallecido esta madrugada. La bebé había acaparado el foco mediático internacional después de que los médicos de Reino Unido hubieran decidido interrumpir el tratamiento que la mantenía con vida, en contra del deseo de sus padres. El caso había llegado hasta Italia, donde la primera ministra Giorgia Meloni, había decidido concederle a la bebé la nacionalidad italiana para que pudiera continuar con el tratamiento en Roma.
La enfermedad que padecía Indi Gregory impedía que sus mitocondrias produjeran la energía suficiente para mantener a su organismo con vida, por lo que está calificada como ‘rara’ y no dispone de cura alguna. Hasta la semana pasada, la pequeña había estado recibiendo un tratamiento en el Queen Medical Centre de Nottingham, conectada constantemente a una máquina que la mantenía con vida. Sin embargo, los médicos británicos aseguraban que, aun así, la niña sufría mucho dolor y que no tenía sentido para ella continuar con el tratamiento, dado que no existía ninguna posibilidad de recuperación.
Los padres de Indy habían perdido varias causas judiciales en el Tribunal Superior, en el Tribunal de Apelaciones Británico y en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos
Claire Staniforth y Dean Gregory, los padres de Indi, ya habían comenzado una batalla legal para que su bebé pudiera continuar con el tratamiento desde casa, pero el pasado viernes el Tribunal Superior de Londres avaló las palabras de los médicos. Así, la bebé fue trasladada desde el hospital a un hospicio con un escolta de seguridad, tal y como ha informado Christian Concern, una relevante organización evangélica sin ánimo de lucro de Reino Unido. Esa misma noche, Indi dejó de respirar, pero después volvió a hacerlo. Finalmente, parece que su cuerpo solo ha podido aguantar hasta esta madrugada, tal y como ha confirmado el abogado de la familia.
LA AYUDA DE ITALIA
Los padres de Indi siempre lucharon por su vida, pero ya habían perdido varias causas en el Tribunal Superior, en el Tribunal de Apelaciones Británico y en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, instituciones que determinaron que retirarle el soporte vital a la bebé era legal al ser lo mejor para ella. Los padres tampoco habían conseguido trasladarla al hospital del Vaticano en Roma, con ayuda de la respiración asistida, para que continuara allí con sus cuidados.
Ante el ‘no’ rotundo de las administraciones sanitarias y de la justicia británicas con el que se habían topado los padres de Gregory y con todo el revuelo generado, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, había alzado la voz para intentar ayudar a la familia. A comienzos de la semana pasada, Meloni le había concedido la nacionalidad italiana a la pequeña para facilitar la burocracia e impedir que le fuera retirado el tratamiento hasta que pudiera ser atendida en Italia.
La primera ministra también se había pronunciado en la red social X ofreciendo su ayuda (@GiorgiaMeloni): "Dicen que no hay muchas esperanzas para la pequeña Indi, pero hasta el final haré todo lo que pueda para defender su vida. Y para defender el derecho de su madre y de su padre a hacer todo lo posible por ella". Sin embargo, la bebé ha fallecido esta madrugada a las 01:45 horas, tal y como ha dejado saber el abogado de la familia, Simone Pillon (@SimoPillon) a través de una publicación en la misma red social.
En la misma publicación, el letrado ha dado a conocer las primeras palabras del padre de la pequeña: “¡Estamos enfadados! El sistema de salud y los tribunales le han quitado la dignidad a Indi”.
