En los últimos tiempos, la búsqueda de la belleza ha evolucionado hacia algo que no solo pretende lograr el mejor aspecto físico, sino también conseguir bienestar. Esto explica por qué los tratamientos LPG se han consolidado como una de las opciones no invasivas más populares en el mundo de la estética corporal y facial. El método, que combina tecnología avanzada con masajes mecanizados, se utiliza principalmente para reducir la apariencia de celulitis, estimular la circulación y mejorar la firmeza de la piel, pero también puede usarse para combatir el estrés o la ansiedad.
“LPG es algo especial en sí mismo, que nace de la búsqueda de una terapia eficaz para tratar cicatrices, fibrosis o quemaduras, entre otras condiciones. Cuando se observó que mejorando la salud se obtenían cambios a nivel estético, se abrió un nuevo enfoque en estética”, explica el director general de LPG España, Lionel Galipienzo, en el podcast ‘La Huella de la Piel’, presentado por María Velasco.
"LPG es algo especial en sí mismo, que nace de la búsqueda de una terapia eficaz para tratar cicatrices, fibrosis o quemaduras, entre otras condiciones"
Pero, ¿cómo funciona? El experto señala que, mediante una mecanización del tejido, se obtienen respuestas a nivel celular, tanto en el cuerpo como en el rostro. En el caso concreto del rostro, “lo que hacemos es, mediante estimulación, despertar los fibroblastos”. Con esto, se logra la producción de colágeno y elastina. “Pero no hablamos de colágeno cicatricial, sino de uno de mejor calidad, pues no hay agresión”. También se aumenta la producción de ácido hialurónico, que es la base para cualquier otro tratamiento. “Preparamos el terreno para otros tratamientos, ya que si tenemos la piel hidratada y nutrida, todo lo que apliquemos después funcionará mejor”. Con todo, los pacientes notarán, ya desde la primera sesión, una luminosidad distinta, pero siempre manteniendo la naturalidad.
Por otro lado, a nivel corporal, LPG se utiliza para abordar la celulitis, así como en lo relativo al volumen o la remodelación. “Lo que hacemos es tratar el cuerpo en su conjunto, por lo que se logran incontables beneficios. Por ejemplo, al tratarse de un drenaje muy potente, a nivel de circulación, se mejoran las piernas pesadas”.
BENEFICIOS TAMBIÉN SOBRE LA SALUD MENTAL
El último protocolo que se ha lanzado desde LPG trata sobre vitalidad, estrés y sueño. “Estudiamos la adicción que LPG genera en nuestros usuarios, y observamos que es por el impacto que tiene sobre el estrés o la ansiedad”. Todos los aspectos de nuestra vida tienen un impacto directo en el bienestar. Por ejemplo, el estrés influye sobre el sueño. Sin embargo, gracias a esta técnica se pueden reducir los niveles de cortisol en el cuerpo. “Se reduce hasta un 48% después de 10 sesiones, y hasta un 19% solo en la primera sesión”.
Si logramos reducir el estrés, tendremos mejor calidad de sueño y, si tenemos mejor calidad de sueño, tendremos una producción de linfocitos T más alta. Esto hará que aumente la inmunidad, además de que se mejore la cognición, incrementando la concentración. Todo ello, además, impacta en el peso, pues con una mala calidad de sueño se pueden aumentar hasta 12 kilos al año.
“La máquina le dirá a la operadora qué tipo de movimiento tiene que hacer, y se cambia automáticamente en función de la zona”
¿CUÁNTAS SESIONES SON NECESARIAS?
Lionel Galipienzo señala que cada persona es única, por lo que no es posible proporcionar el mismo tratamiento para todo el mundo. Por ello, en primer lugar se hace una evaluación o diagnóstico, que servirá para adaptar el tratamiento al paciente. Además, hay ocasiones en las que es necesario adaptar un mismo tratamiento a distintas partes del cuerpo. “La máquina le dirá a la operadora qué tipo de movimiento tiene que hacer, y se cambia automáticamente en función de la zona”.
En lo relativo al número de sesiones necesarias, estas dependerán de cómo se encuentra la persona. Sin embargo, en general, son necesarias entre 10 y 15 sesiones para obtener una renovación celular óptima. “Al principio, hacemos dos sesiones a la semana, de una media de 35 o 40 minutos casa una. Este ritmo se sigue durante un mes”, señala el experto. Tras esto, las sesiones se reducen a una a la semana. “Una vez se han completado las 10 o 15 sesiones, con una cada tres meses es suficiente para mantener”.
Aún así, el experto destaca que no basta simplemente con el tratamiento, sino que hay que cuidar la dieta o la forma física. Es importante seguir unos buenos hábitos de vida para lograr el mayor bienestar y poder observar resultados lo antes posible y a largo plazo. Así, los buenos hábitos, unidos al tratamiento LPG, permitirán que gocemos de bienestar tanto por fuera como por dentro.